Inclinación por ahorros informales, tales como tandas, guardar dinero bajo el colchón o “pirámides”, ponen en riesgo la economía de las personas, advirtió el economista Javier Martínez, quien aseveró que a nivel nacional más del 60 por ciento de ahorradores recurre a ese tipo de prácticas que también son comunes en esta ciudad.
Martínez, explicó los datos sobre una encuesta financiada por la INEGI y la Comisión Nacional Bancaria de Valores, en la que se refleja el porcentaje de la población que ahorra, entre 18 a 70 años en el país.
Añadió que el 80 por ciento de los mexicanos ahorra; el otro 20, no. Sin embargo, sólo el 15 por ciento de todos los que ahorran lo hace de manera formal; es decir, a través de bancos y otras instituciones financieras.
Agregó que otro 33 por ciento sus ahorros están entre lo formal e informal; el resto, un 32, lo hace únicamente de manera informal.
Explicó que a la población le cuesta acceder a un sistema financiero por los requisitos que piden, como altos intereses; por lo cual la gente opta por la informalidad en los ahorros.
Manifestó que las tandas, las cuales son comunes, pueden ser un crédito y un ahorro, depende del número que se asigne. “Los primeros números son un crédito y los últimos un ahorro”.
Comentó que en estas prácticas el problema es que se puede perder dinero, ya que no hay seguridad en los tratos con las personas porque son fuera de la ley, que se mantienen en lo oral solamente.
El economista expresó que las tandas pueden sacar de un apuro; aunque comentó que ha afectado económicamente, ya que ha sucedido que las personas dejan de pagar y el organizador de la tanda termina desembolsando ese dinero.
“El problema de la informalidad en los ahorros o préstamos, es que no hay garantías; no existen derechos individuales porque no hay nada de por medio, sólo la palabra”, subrayó.