La presa Luis L. León, conocida como El Granero, presenta daños por las extracciones de manera drástica, sin planeación y sin el control adecuado de los volúmenes de extracción acorde a la capacidad con la que cuentan las válvulas, las cuales tienen antigüedad de más de 70 años, advirtió el diputado priísta Omar Bazán.
El vicepresidente del Congreso de Chihuahua dijo que por el daño sufrido en la reciente extracción la presa El Granero requiere de valoración por parte de la Comisión Nacional del Agua, por lo que presentó una iniciativa de exhorto ante el Congreso del Estado para que sean cerradas las válvulas en las presas La Boquilla y las Vírgenes hasta que se concluya el estudio técnico.
La presa El Granero es considerada la reserva específica para concentrar los escurrimientos y excedentes destinados al pago del Tratado Internacional de Aguas.
El embalse está hoy prácticamente vacío, con un porcentaje menor al almacenamiento mínimo que debe conservar, y con serios daños estructurales por abrir las válvulas a un nivel de extracción mayor a su capacidad, argumentó el legislador Bazán.
La toma de la presa tiene capacidad de gasto de 20 metros cúbicos por segundo, sin embargo en las extracciones recientes de Conagua le han extraído volúmenes de hasta 35 m3 por segundo, explicó.
