CÉSAR HERNÁNDEZ
Prefirió la deportación en lugar de seguir viviendo discriminaciones en Estados Unidos por ser inmigrante ilegal o “Wetback”, como lo llamaban los “gringos”.
Un hombre de 59 años buscó que lo deportaran tras haber vivido toda su vida en vecino país, pues dijo que ya no soportaba la discriminación y agresiones, sobre todo de la policía de Phoenix, Arizona, en donde vivió desde los seis meses de edad. Busca a familiares en esta ciudad los cuales fueron localizados en la capital del estado, pero no quieren hacerse cargo de él.
Bordón en mano y poco dominio del idioma español, Jesús Rafael Vázquez, nació en Parral; pero sus padres lo llevaron a Estados Unidos desde los seis meses. Relató la discriminación y agresiones que sufría al ser inmigrante ilegal. Razón por la que decidió ser deportado a su lugar de origen. Sin embargo, vivió una odisea para llegar desde Nogales, Sonora, frontera donde fue dejado por “La Migra”, hasta esta ciudad donde dice que viven unos tíos y primos que, para su mala fortuna, no lo quieren en su hogar.
TODA UNA VIDA EN EU
Cuando Jesús Rafael tenía seis meses sus papás decidieron cruzar ilegalmente la frontera buscando el sueño americano; se instalaron en Phoenix, Arizona, ahí formaron una vida. Es oriundo de Parral y en toda su existencia sólo había regresado en una ocasión para vacacionar cuando tenía 13 años.
Dijo que la discriminación y abusos por parte de los gringos es mucha, sobre todo de la policía que golpea a los indocumentados. Vivió con papeles falsos hasta que se cansó de los abusos y decidió decir a las autoridades sobre su estado de ilegalidad en que vivía para que lo deportaran.
La policía fronteriza o “Migra”, como se le llama, lo dejó en la frontera de Nogales, Sonora, únicamente con un poco de dinero en el bolsillo, con el que compró un poco de ropa, utensilios de limpieza personal y una mochila. El resto del efectivo se lo gastó en tres semanas rentando habitaciones de moteles hasta llegar a Parral, teniendo en mente la esperanza de encontrarse con sus familiares.
Pidió auxilio a las autoridades. Protección Civil lo llevó a la Secretaría de Desarrollo Social, en donde se dieron a la tarea de contactar a sus familiares y los ubicaron en Chihuahua. Sin embargo, tras explicarles la situación, dijeron que no querían hacerse cargo de él. Sabían que es familiar, pero únicamente lo habían visto en una ocasión cuando tenía 13 años y que prácticamente no lo conocen.
Durante su vida en Phoenix trabajó de jardinero, se casó y tuvo cuatro hijos -Tania, Alicia, Jessica y Rubén Vázquez-, pero que no tiene forma de comunicarse con ellos. Llegó a Parral con la ilusión de encontrar a sus tíos y primos, a quienes nombró como “Cuca” Santana, Socorro, Carmen, Patricia, Gerardo, Martha, Julio y Nacho Santana. Además recuerda a otros familiares como Gerardo y Mercedes Córdova.
Durante el tiempo que se regule su situación con la ayuda del DIF y Desarrollo Social, pasará las noches en el albergue de Protección Civil; se alimentarán en los comedores comunitarios. La dependencia estatal puso a disposición varios números telefónicos, en caso de que algún familiar lo reconozca o tenga información de la familia de Jesús Rafael, 6271056317, 6275202174 y 6271129296.