Parral, Chih.- La carencia de una laguna de oxidación podría ser causante de que la Conagua imponga multas por afectaciones al medio ambiente.
La planta tratadora de aguas residuales podría estar en riesgo de ser sancionada al no cumplir con la función para la que fue construida. La dirección técnica de la JMAS Parral advierte que la carencia de una laguna de oxidación pudiera ser causante de que la Conagua imponga multas por afectaciones al medio ambiente, ya que las aguas residuales que entran por ella no se sanean del todo, porque la infraestructura del sitio trabaja en un porcentaje mínimo.
La promesa de la culminación de la planta tratadora de aguas residuales quedó pendiente, luego de que el recurso que sería destinado para ello en el 2019 fuera redirigido al Fondo de Emergencia para las afectaciones del Covid-19.
Lo anterior dejó sin una laguna de oxidación y de una línea morada, necesarios para el tratamiento de las aguas residuales, el cual podría estar ayudando a la problemática que actualmente atraviesa la ciudad por la sequía que se enfrenta en la región.
El director técnico de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Manuel Ramos, explicó que, para ciudades mayores de 100,000 habitantes, la Comisión Nacional del Agua exige Planta de Tratamiento, por lo que podría estar en riesgo de adquirir sanciones, debido a la funcionalidad que no está al 100 por ciento.
Según lo expuesto en la norma oficial Mexicana NOM-179-SSA1-1998, que trata sobre Vigilancia y evaluación del control de calidad del agua para uso y consumo humano, distribuida por sistemas de abastecimiento público indica lo siguiente:
En sistemas de abastecimiento de localidades con una población mayor de 50 000 habitantes, estos organismos deben purificar estas aguas negras en un 95 por ciento y debe contar con el cumplimiento de los requisitos sanitarios establecidos en la NOM-012-SSA1-1993, que implican las necesidades anteriormente mencionadas.
Cabe recordar que, actualmente, según lo ha indicado personal de la JMAS, sólo el 18 por ciento de las aguas residuales es tratado por la planta al ser inoperante, por lo que esta agua es regresada al río.
LA OBRA FUE ANUNCIADA COMO CONCLUIDA
En el año 2015, el entonces gobernador del Estado inauguró esta planta tratadora, con el anuncio del beneficio a 120 mil habitantes donde se tendría un flujo de agua residual de 210 litros por segundo, el cual se podría reutilizarse para riego agrícola, en riego de parques, jardines y en procesos industriales que así lo requieran.
Las autoridades indicaron en ese entonces que esta planta se construyó de tipo mecanizada con tecnología de punta y con una capacidad para tratar hasta 270 litros por segundo en 3 módulos operativos; es decir, 23,328 m3 por día, equivalente a 9 albercas olímpicas.
También se dijo, que la eficiencia de su labor sería con la remoción de contaminantes de hasta 95 por ciento, teniendo una calidad muy superior a la norma oficial vigente para descarga de agua residual.
Hoy día la situación es todo lo contrario, el agua es tratada en un nivel menor, las aguas son limpiadas de residuos fecales, pero no puede ser usada ni para regar jardines o áreas verdes.
El desperdicio del vital líquido potable podría haberse evitado, si la obra hubiera contado con el equipamiento anunciado en su momento, ya que actualmente estas acciones se realizan con agua de uso humano.
