¡Jesucristo vive! ¡El mal fue vencido!

Concluyen festejos de Semana Santa en el corazón de la Sierra Tarahumara

Isaac Molina | El Sol de Parral

  · domingo 17 de abril de 2022

El sábado, mediante un ritual queman a Judas, simbolizando de tal manera la muerte del mal. Fotos: Isaac Molina | El Sol de Parral

La Semana Santa en Norogachi, es la celebración rarámuri de mayor importancia para dar gracias al creador Onorúame, (Dios que es Padre y Madre) y para pedir perdón por lo malo que hicieron durante el año; con danza, los pascoleros (dos rarámuris elegidos para darle muerte a Judas) anuncian el término de la maldad que hay en el pueblo.

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Concentrando el mayor número de danzantes, superando en su mayoría más de 250 rarámuris, además de reunir una gran cantidad de turistas, no solo de México sino del resto del mundo, los habitantes de dichas comunidades se concentran en Norogachi, una comunidad perteneciente al municipio de Guachochi, situado a 2 mil 150 metros sobre el nivel del mar.

Los pintos (rarámuris que decoran sus cuerpos con manchas de cal) interpretan a los fariseos y romanos, provienen de distintas comunidades.

Los pintos (rarámuris que decoran sus cuerpos con manchas de cal) interpretan a los fariseos y romanos, provienen de distintas comunidades y se concentran en Norogachi, inclusive algunos de ellos caminan hasta por 7 horas para llegar a dicho punto.

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La celebración de Semana Santa dura tres días, comienza el jueves con una luminaria, es decir, encienden una fogata en un punto alto de la montaña y danzan al son del tambor y la flauta, siendo ello una forma de agradecer, pero además al momento de realizarlo afirman que su mente olvida y el cuerpo rejuvenece.

Con una misa, el domingo ya hay un nuevo inicio, el mal fue vencido.

Para el viernes por la tarde, con una procesión al panteón por toda la comunidad e integrada por los rarámuris, “sepultan” a la representación de Dios. Por la noche, danzan hasta el agotamiento, acompañados en todo momento por tesgüino (cerveza de maíz).

El sábado, mediante un ritual queman a Judas, simbolizando de tal manera que muere el mal. Pascoleros, pintos y soldados, anuncian el restablecimiento del orden universal, no hay enfermedad, ni sequía, inclusive algunos aseguran que si la hay es porque las tradiciones se están perdiendo.

Con una misa, el domingo ya hay un nuevo inicio, el mal fue vencido y los tarahumaras aseguran que se ha ido de sus comunidades, prediciendo que este año será mejor para ellos.

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