Una atípica sequía es la que vive el Valle de Allende dado que, a dos años de la última crecida del río, el lecho de este no ha logrado volver a aumentar sus niveles como antes, según declaró que el titular de Protección Civil, Jorge Luis Roacho, quien expuso que esto es derivado a la falta de lluvias en la región. Además, añadió que las dos presas que se encuentran en el municipio se encuentran vacías, y que el arroyo del Ojo de Talamantes no ha tenido el suficiente caudal como años anteriores.
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Este lunes se dio a conocer por parte de la dependencia municipal del Valle de Allende acerca de las condiciones climáticas que se han presentado en dicha localidad en los últimos dos años, en donde según se resaltó, se ha presentado una atípica sequía, lo que ha provocado una baja en los niveles del río y la seca de las dos presas que suministraban agua a los habitantes.
De acuerdo a Jorge Luis Roacho, titular de Protección Civil de Allende, en el 2022 se registraron lluvias durante dos semanas, lo que permitieron que las presas se rellenaran y que el río tuviera escurrimientos de la región, teniendo un aumento en los niveles de profundidad y dando una imagen entrañable del municipio.
Cabe hacer mención que el río de Valle de Allende era utilizado antiguamente para la convivencia familiar, ya que era el punto en el que decenas de familias llegaban para disfrutar de una tarde agradable en la naturaleza, donde había oportunidad en que los menores ingresaran al río para mojarse, mientras que en las inmediaciones se realizaran comidas como carnes asadas. Sin embargo, esta situación cambió a raíz de la sequía que enfrenta el municipio.
Según informó Roacho, la última vez que creció el río fue en el 2022, con las lluvias que se originaron en la región y que permitieron que el arroyo estuviera vivo por meses hasta que llegó la sequía. Dicho problema climático provocó que las dos presas que surtían agua a Valle de Allende quedaran vacías, y que hasta la fecha no se han vuelto a llenar.
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Situación similar es la que pasa en el río del municipio, mismo que luce seco y sin vida, y que, aún con las lluvias que se han registrado, no se ha logrado mantener el río con los niveles altos, ya que según declaró, suele estar así máximo dos días, después se vuelve a secar.
Así pues, en un recorrido hecho por esta casa editora en el punto referido, se constató que dicha problemática climática ha sido una realidad para los originarios de este municipio, pues al dedicarse a la agricultura y ganadería de manera principal, la falta de agua ha orillado a los que habitantes busquen nuevas fuentes de abastecimiento.
Asimismo, Roacho indicó que en el caso del río del Ojo de Talamantes, este sí lleva un caudal, sin embargo, no con altos niveles, ya que este se mantiene bajo, por lo que refirió que es lamentable lo que sucede en la zona sur de Chihuahua al presentarse una atípica sequía.
