Maestros comienzan las actividades de rehabilitación en la escuela primaria bilingüe Mati-Sike, ubicada en el Albergue de San Andrés, en la espera del próximo regreso a clases de manera presencial; sin embargo, el panorama se torna incierto ya que no cuentan con los insumos necesarios para garantizar la seguridad de los alumnos, no obstante los padres de familia anhelan el pronto regreso a clases.
Al realizar un recorrido por la escuela primaria bilingüe Mati-Sike, ubicada en el Albergue de San Andrés, se encontraban dos maestros del plantel quienes omitieron sus nombres, realizando actividades de limpieza y rehabilitación del centro educativo.
Indicaron que alrededor del mes de julio, el Gobierno del Estado envió un apoyo económico para la institución, con el cual han adquirido productos y material básico para comenzar a trabajar, ya que a lo largo de 15 días han estado adecuando los salones, con ayuda de los maestros y padres de familia.
Comentaron que el panorama es incierto ya que no saben la respuesta que pueda haber por parte de las autoridades para mantener seguras las aulas, ya que a través de una encuesta de un total de 90 familias que habitan en el albergue sólo seis padres de familia han sido inmunizados contra el virus Covid-19.
Los maestros indicaron “estamos desesperados por volver a clases presenciales, pero se nos hace un poco difícil la situación con los niños, ya que particularmente los de aquí no están acostumbrados a utilizar cubrebocas, por lo que será un reto el mantenerlos bajo las medidas de prevención”.
Indicaron que hasta el momento están inscritos alrededor de 100 alumnos; sin embargo, esto no les garantiza que todos vayan asistir a las aulas, “aquí tenemos un comedor en donde les dábamos comida a los niños con ayuda del DIF, pero ahora no sabemos cómo será, sentimos que nos mandan a la guerra sin armas, si no hubiéramos tenido dinero guardado no sabríamos cómo hacerle para comprar el gel antibacterial, cubrebocas, pintura y todo lo que se necesita para mantener seguros a los niños, y no podemos pedirles a los papas porque son personas de bajos recursos”.
Mencionaron que en el plantel hay muchas necesidades, ya que cuando llueve se introduce la tierra a la escuela, por lo que constantemente han tenido que estar limpiando aún y cuando ha permanecido cerrada.
Los entrevistados indicaron “hemos tenido la oportunidad de trabajar en la sierra, y la verdad las condiciones en las que se encuentran los habitantes del albergue, son deplorables, no hay un dispensario, velatorio y comisaría que brinde los servicios básicos de salud y seguridad”.