Nada como un buen refrán para entender con sabiduría las situaciones de la vida, las cotidianas y las no tan comunes, y sobre todo, aprender de la sabiduría milenaria mexicana. Como ya es costumbre cada domingo te mostramos dos muy útiles para la charla y la actitud.
Al mal tiempo, buena cara.
Las adversidades están a la orden del día, y muchas veces resulta muy difícil mantener una actitud positiva ante la "calamidad". ¿Qué nos ayudará a ser más positivos?
Pensar que "no hay mal que dure 100 años", puede ser una buena opción para comenzar a cambiar de actitud. La mayoría de las veces el problema se "alimenta" de ansiedad y de estar pensando en el mismo problema.
Según expertos, indican que "el poder del ahora" es un factor clave para ir dando solución a nuestros problemas, una buena actitud, y ponerse actuar en conformidad para que la situación vaya mejorando, es pieza fundamental para hacer pequeños cambios.
Claro está que no todos los problemas tienen solución, en este caso, lo único que nos mantendrá "estables" es la actitud con la enfrentamos el conflicto. De hoy en adelante ¿qué harás para afrontar un problema de la mejor manera?
No hay mal que por bien no venga.
Este refrán transmite una visión optimista de la realidad, pues indica que de una contrariedad se puede extraer algo bueno, que una situación difícil puede tener resultados favorables.
Sin duda, la vida no es "color de rosa"; sin embargo, muchas de las situaciones duras que se nos enfrentan es para dejarnos algo bueno, aveces observamos el panorama tan gris, que no vemos con claridad el "aprendizaje" que se nos está dando.
No te preocupes, todo pasará, saca la mejor versión de ti en el momento más oscuro de tu vida.
Recuerda que los refranes son un excelente material para poner en marcha la memoria, teniendo en cuenta que son dichos que todo el mundo ha utilizado o escuchado a lo largo de su vida, se pueden asociar a algún recuerdo agradable o a alguna experiencia vivida, por lo que son un fantástico recurso para trabajar con mayores. Sin olvidar el componente lúdico de ellos, ya que, por su significado o por cómo están formulados, muchos resultan divertidos.