Papás son terapeutas de educación especial por la contingencia, ya que tienen que atender a sus hijos en casa por medio de las redes sociales, uno de estos casos es Lupita, de 10 años, quien nació con parálisis cerebral, ahora su mamá realiza el trabajo de terapeuta, ya que debido al cierre de escuelas y centros de atención múltiple, los especialistas dan las asesorías por WhatsApp a los padres para que no suspendan sus terapias y continúe con sus tratamientos.
Margarita Flores, madre de Lupita quien tiene 10 años de edad, y quien nació con parálisis cerebral, tiene que llevar a cabo la labor de terapeuta, ahora con la contingencia del coronavirus.
Su profesor Eduardo Próspero, le manda por WhatsApp los ejercicios y terapias que debe de llevar la niña, refirió que ella ha tenido que afrontar las condiciones en que nació Lupita ya que desde su nacimiento tiene parálisis cerebral, y cada tercer día lleva ejercicios ocupacionales y físicos de motricidad.
Señaló que ha visto muchos avances en los movimientos y en el lenguaje de su hija, pues requiere estar constantemente con las terapias, ya que forman parte de las rutinas que debe llevar a cabo para continuar desarrollando sus movimientos, ella consideró que no ha sido pesado, se tuvo que capacitar ahora con la pandemia para ser ella su terapeuta
Comentó que, desde su nacimiento, Lupita ha pasado por diferentes instituciones de educación especial, como lo son el Hospital General, el Centro Down, el Centro de Atención Múltiple (CAM); y últimamente, en el mes de marzo, en el Centro de Recuperación Integral y Terapeuta (CRIT), pero debido a que se vino la contingencia del coronavirus ya llevan alrededor de seis meses en que no acude a ninguna de las instituciones.
Ella como madre indicó que pasa de 30 a 45 minutos realizando sus terapias que, por medio del WhatsApp, el maestro le manda los diferentes ejercicios que se deben de realizar diariamente, asimismo ella por el mismo medio le manda videos de evidencias con las tareas que le encarga el profesor a Lupita.
Refirió que últimamente ella está radicando en Santa Bárbara y consideró que, a sus 10 años, Lupita tiene músculos con movimientos, no se encuentra rígida como otros niños, gracias a los ejercicios realizados frecuentemente.