En el mes noviembre se conmemora el día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres en todo el mundo; existe la violencia física, psicológica, sexual y patrimonial hacia las mujeres, la cual es considerada como una de las violaciones a los derechos humanos más extendidas persistentes y devastadoras.
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Información de la ONU indica que la violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual, sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.
La Agencia Estatal de Investigación Zona Sur de Chihuahua, realizó una serie de operativos y estrategias para la captura de probables responsables de delitos contra las mujeres del mes de enero al mes de octubre, donde fueron capturados 28 personas por delitos sexuales, 46 por violencia familiar y 15 por incumplimiento a las obligaciones alimentarias, de un total de 224 lo cual representa en promedio un 39 por ciento de las ordenes de aprensión.
En forma general, la violencia contra las mujeres se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e incluye violencia por un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, feminicidio), violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético); trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual); mutilación genital, y matrimonio infantil.
La declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para alcanzar igualdad, desarrollo, paz, al igual que el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas, la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de no dejar que nadie se quede atrás, no podrá cumplirse sin primero poner fin a la violencia contra mujeres y niñas.
