/ lunes 28 de septiembre de 2020

Septiembre de 1970, fecha donde se registraron más lluvias en Jiménez

Se derrumbó un antiguo vado y dejó incomunicados a los municipios de López y Coronado con la Vieja Huejoquilla

Se cumple medio siglo de la creciente más grande que ha llegado al Río Florido, que destruyó el antiguo vado y dejó incomunicados a los municipios de López y Coronado con la Vieja Huejoquilla, paralizando las actividades económicas de la región.

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El mes de septiembre de 1970, fue uno de los más lluviosos en la región sur del Estado, según obra en los archivos, al menos en Ciudad Jiménez, las precipitaciones se registraron de manera ininterrumpida durante dicho mes.

Ello derivó en que el 26 de septiembre de ese mismo año, cerca de las 13:00 horas, llegó la mayor creciente registrada en el Río Florido, en el tramo que pasa por la Vieja Huejoquilla, la cual cubrió y devastó parcialmente el antiguo vado.

Ello derivó en que la antigua carretera de entronque y las labores de las Delicias, San José de Arriba y Abajo, El Consuelo y Santa Bárbara, así como las labores sembradas de nogal, quedaran bajo el agua.

Foto: Cortesía | Juan Adolfo González

Según datos, del libro “Jiménez en la Historia y en la Leyenda”, de Octavio Fernández Perea, el tráfico por el sector fue interrumpido, militares y viajeros, se acercaron a la ribera del Río Florido a admirar las embravecidas aguas que saltaban alcanzando hasta los tres metros de altura.

La Policía Municipal de ese entonces, así como elementos castrenses, montaron guardias de 24 horas, las cuales resultaron en que de dicha contingencia no se reportara alguna situación trágica.

La circulación de Jiménez al exterior se llevó a cabo por la parte superior del puente del hierro del ferrocarril. Sin embargo, los municipios de López y Coronado, quedaron incomunicados con la Vieja Huejoquilla.

Tras el suceso se registró un fuerte impacto económico, ya que las personas de dichos lugares, eran clientes importantes para la actividad mercantil de Jiménez, que con sus tierras inundadas y las ventas bajas, se contrajo de manera considerable.

Versiones indican que en la década de los ochenta se registró una creciente similar a la de 1970, la cual casi derriba el puente del Río Florido. Sin embargo, la más emblemática y recordada por los jimenenses, es la de hace 50 años.


Se cumple medio siglo de la creciente más grande que ha llegado al Río Florido, que destruyó el antiguo vado y dejó incomunicados a los municipios de López y Coronado con la Vieja Huejoquilla, paralizando las actividades económicas de la región.

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Ello derivó en que el 26 de septiembre de ese mismo año, cerca de las 13:00 horas, llegó la mayor creciente registrada en el Río Florido, en el tramo que pasa por la Vieja Huejoquilla, la cual cubrió y devastó parcialmente el antiguo vado.

Ello derivó en que la antigua carretera de entronque y las labores de las Delicias, San José de Arriba y Abajo, El Consuelo y Santa Bárbara, así como las labores sembradas de nogal, quedaran bajo el agua.

Foto: Cortesía | Juan Adolfo González

Según datos, del libro “Jiménez en la Historia y en la Leyenda”, de Octavio Fernández Perea, el tráfico por el sector fue interrumpido, militares y viajeros, se acercaron a la ribera del Río Florido a admirar las embravecidas aguas que saltaban alcanzando hasta los tres metros de altura.

La Policía Municipal de ese entonces, así como elementos castrenses, montaron guardias de 24 horas, las cuales resultaron en que de dicha contingencia no se reportara alguna situación trágica.

La circulación de Jiménez al exterior se llevó a cabo por la parte superior del puente del hierro del ferrocarril. Sin embargo, los municipios de López y Coronado, quedaron incomunicados con la Vieja Huejoquilla.

Tras el suceso se registró un fuerte impacto económico, ya que las personas de dichos lugares, eran clientes importantes para la actividad mercantil de Jiménez, que con sus tierras inundadas y las ventas bajas, se contrajo de manera considerable.

Versiones indican que en la década de los ochenta se registró una creciente similar a la de 1970, la cual casi derriba el puente del Río Florido. Sin embargo, la más emblemática y recordada por los jimenenses, es la de hace 50 años.


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