Parral, Chih.- El ayuno es una de las penitencias que pide la iglesia a los creyentes en la cuaresma, el cual va más allá de abstenerse de comer carne, ya que mediante el ayuno la persona se está preparando para la pascua, mediante el cual se realiza una conversión interior. Asimismo ayunar fortalece la voluntad de elegir siempre el bien y permite abrirnos a la gracia de Dios.
Leonel Larios Medina responsable de la Comisión Diocesana de la Pastoral de Comunicación, indicó que la iglesia invita a los fieles católicos a prepararse en esta cuaresma para la celebración de la pascua y la resurrección de Jesús, indicó que es tiempo de purificación y reflexión para tener un encuentro con Dios de manera especial, la cuaresma es para que las personas preparen su corazón y lo transforman mediante la oración, limosna y ayuno.
Así también refirió que las personas realicen ayuno, oración y actos de generosidad; ya que también es importante el compartir con los más necesitados, con los más pobres, comentó el clérigo que ahora por la situación de la pandemia es importante solidarizarse con el prójimo, ya que hay no solo necesidades económicas, sino también de apoyo moral y espiritual en momentos difíciles para muchas de las personas.
Señaló que esta práctica ayuda a entrenar la voluntad de la persona, con la renuncia de obtener cosas que pide el cuerpo, así también ejerce una acción misteriosa que permite al alma abrirse a la gracia de Dios, es decir el alma va tomando gusto por las cosas de Dios.
Al dar el alimento a otra persona, también es generosidad, que durante la cuaresma es otra de las penitencias que se recomienda a la gente para su preparación a la pascua, así también cuando la persona se priva de un apetito o de algún placer (comer, beber, ver, oír, sentir) esta acción nos lleva a ser dueños de nosotros mismos.
Para finalizar, dijo que la persona que decide comenzar a ayunar puede hacerlo de una manera progresiva, renunciar primero con cosas pequeñas como un café, un dulce, agua, algún postre entre otros, así también la persona puede llevar esta acción con solo pan y agua durante el día, es recomendable que a la hora de empezar vaya a acompañado de una oración, con la finalidad de ofrecer a Dios un día de ayuno y pedir su gracia.