La falta de mantenimiento y daños por vandalismo se presentan en los principales monumentos de la ciudad. El del General Francisco Villa, de Antonio Ortiz Mena, el busto de la profesora María Brisia R. de Ayala, Padre Pelayo, edificación de Miguel Hidalgo, estatua de Don Quijote de la Mancha, basamento de Elisa Griensen y el del Buscador de Ilusiones son las que presentan diferentes tipos de daños ocasionados por la mano del hombre o el clima.
En un recorrido por los monumentos más conocidos por los ciudadanos, realizado por personal de esta Editora, se observó que el paso del tiempo, la humedad, el vandalismo y la falta de mantenimiento han sido las principales causas del deterioro.
Tal es el caso del monumento al General Francisco Villa, ubicado en la glorieta en la salida a Durango, el cual presenta decoloración en el 80 por ciento, además contar con un agujero en medio de la base y basura acumulada.
La estatua de Don Antonio Ortiz Mena colocada en el 2012, también presenta deterioro en paredes de la base; cabe señalar que el desgaste se ha producido debido a la humedad y las altas temperaturas.
En la plaza Rébsamen se ubica un busto en homenaje a la profesora María Brisia R. de Ayala, ubicada en el centro de la ciudad; presenta un marcado deterioro y falta de mantenimiento a consecuencia de la poca atención que se le presta. Ahí se observa que desde hace tiempo la placa fue retirada, sin que hasta el momento sea repuesta.
El monumento al padre de la patria, Miguel Hidalgo, frente al teatro del mismo nombre, puede notarse que la base está agrietada, lo que señala falta de cuidado y mantenimiento.
De igual forma, la de El Quijote ubicada en la plaza del mismo nombre, presenta daños estructurales como resultado de vandalismo, en una de las esquinas de la base se observa que le falta una parte; cuenta con rayones hechos con marcador permanente.
Asimismo, el basamento de Elisa Griensen y la Expedición Punitiva, fue víctima del vandalismo, pues en dos de las quince estatuas tenían los ojos y mejillas pintados color azul.
Por su parte, El buscador de ilusiones -antiguamente ubicado en la plaza Guillermo Baca-, y ahora puesta frente al Palacio Alvarado, denota una falta de mantenimiento; presenta residuos de sarro debido al uso constante del agua, lo que con el tiempo generó acumulación de deterioro.
De los monumentos restantes: el de la Madre, Padre Pelayo y Elisa Griensen, que se ubica en la Calle del mismo nombre de la colonia La Fortuna, el busto del Obispo Don José Andrés Corral, de Juan Rangel de Biesma, Benemérito de las Américas y de El Minero se encuentran en buenas condiciones. Se han mantenido sin daños considerables y fuera del vandalismo; sin embargo cabe destacar que debido a las lluvias y el clima están presentando deterioro.