DELICIAS.- Las declaraciones de Bertha Alcalde, delegada federal, en relación con la permanencia de la dirección local de la Comisión Nacional del Agua en Chihuahua, dieron cierta certidumbre a los representantes de los usuarios del distrito de riego 005, quienes hasta ayer no tenían ninguna comunicación oficial con la dependencia.
Rogelio Ortiz Alvarado, gerente de la Sociedad de Responsabilidad Limitada unidad Conchos, comentó que tuvieron conocimiento del boletín enviado por la Secretaría del Bienestar donde ésta aclara cuál será la situación de la Conagua en el estado, mencionando que a los productores les inquieta lo que ocurra al interior de la dependencia federal que los rige.
Señaló que la delegada Alcalde emitió un pronunciamiento oficial de que todo está bajo control, lo cual les da, en cierta manera, una seguridad a los usuarios de riego, pero por lo pronto no hay una cabeza en la dirección local ni en la jefatura del distrito 005, lo que es motivo de preocupación hasta que no se nombren nuevos funcionarios.
Dijo que no ha habido aún una comunicación directa de la Conagua con los representantes de los agricultores, pero sí hubo la intención de establecer el contacto.
Ortiz Alvarado afirmó que el ciclo agrícola, cuyo inicio se reprogramó para mediados de marzo, no está comprometido con los cambios que están ocurriendo en la dirección local, porque existen documentos que así lo avalan.
Lo que corresponde a los productores y operadores, señaló, es continuar con sus labores en el distrito, afirmando que están a un 95 por ciento listos para dar arranque al nuevo ciclo agrícola.
Al referirse a lo ocurrido el martes pasado en la capital del estado, expresó que este solo hecho prende los focos rojos entre los usuarios de riego, porque éstos necesitan llevar a cabo gestiones y solicitar permisos.
Igual desasosiego les generó saber que los trámites se tendrán que realizar en la ciudad de Monterrey, pero Rogelio Ortiz consideró que todo volverá a la normalidad.
A nombre de los usuarios lamentó la remoción de los empleados, algunos con hasta treinta años de antigüedad en la dependencia federal, pero reiteró su convicción de que la situación se arreglará y de que cada uno deberá volver a su trinchera para trabajar.
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