Celebra Parral 388 años de su fundación

El Alférez Juan Rangel de Biezma halla la veta de plata en La Negrita, que dio bonanza hasta región sur del estado y norte de Durango

JESÚS HERNÁNDEZ

  · domingo 14 de julio de 2019

Hoy se celebran 388 años del antecedente histórico que se tiene de la fundación de San Joseph del Parral, que fue fundada por el Alférez Juan Rangel de Biezma, al encontrar una veta de plata, lugar donde hoy se ubica “La Negrita”, nombre que se le dio a la mina que inició labores con alrededor de 300 personas y en la que a lo largo del tiempo ha ido evolucionando para convertirse en la ciudad que es hoy.

Todo empieza con las dos primeras fundaciones de ciudades en el estado, las cuales fueron Santa Bárbara y el Valle de San Bartolomé; además poblados como San Francisco del Oro, Minas Nuevas, Todos Santos, poblaciones que se instalaron en los años 1560 a 1580 por los descubrimientos de yacimientos de oro y plata, los cuales derivaron en que el Alférez Juan Rangel de Biezma, descubriera en el cerro de La Cruz, la mina que llamara “La Negrita”, donde estarían trabajando alrededor de 300 personas; se estima que pudieron ser más, sin embargo en 1632 acudió Don Gonzalo Gómez de Cervantes, siendo así el primer gobernante que visitó Parral.

Posterior a la visita que realizara el Gobernador de aquel entonces, emitió un aviso al Virrey, de que Parral ya era un pueblo, por lo que el Virrey ordenó que se cobraran impuestos y tiempo después trasladándose, a esta ciudad, el Gobernador, quien residía en Durango, la cual era la capital de la Nueva Vizcaya.

La mina La Prieta, en aquel entonces producía 35 kilogramos de plata por tonelada, algo que era poco visto en otros lugares; por ello se atrajo población de todas partes, especialmente de Zacatecas, quienes vinieron para beneficiarse de los recursos mineros.

Resultó una gran bonanza en extracción de mineral durante alrededor de dos Siglos, partiendo desde 1650 a 1750, que fueron las épocas en las que mayor explotación minera se dio en La Negrita, principal fuente de crecimiento de San Joseph del Parral, la cual tenía sus marcados límites de edificaciones hasta el río Parral.

Durante el lapso de mayor bonanza se registraron varios conflictos, como fue en 1652, año en el que se derivaron varias rebeliones de etnias de las regiones serranas del estado y la parte norte de la sierra de Durango, ya que éstos no aceptaban la presencia de españoles en la región, las cuales fueron mermadas por las fuerzas militares concentradas en esta ciudad.

Sin duda, una de las épocas de mayor relevancia en el tema de arquitectura y cultura, fue durante la época del Porfiriano, ya que durante este lapso se construyeron el Palacio Alvarado, la Casa Stallforth, Casa Griensen, hotel Hidalgo, biblioteca Franklin, fundación de escuelas y algunos más de los edificios importantes.

Posterior al periodo Porfirista e inicios de la Revolución, Parral ya oscilaba a una población superior a 10 mil habitantes. Fue escenario de combates realizados por Guillermo Baca Ronquillo y Maclovio Herrera Cano, ambos eran militares que encabezaron luchas.

Otro lamentable hecho ocurrió el 20 de julio de 1923, cuando fue emboscado y asesinado el General Francisco Villa, uno de los principales precursores de la Revolución.

Fue entre los años 1960 a 1970 cuando la mina La Negrita dejó de operar. Se pensaba que Parral se acabaría; pero la mina continuó operando hasta la década de los 90, para ese entonces la ciudad no subsistía sólo de la minería; ya comenzaba la producción forestal de la madera proveniente de la región serrana del sur y norte de Durango.

“Parral es una capital, no del mundo, es la capital de los pueblos que forman el norte de Durango y el sur de Chihuahua; para los pueblos del vecino estado como Indé, Santa María del Oro, Villa Ocampo y Las Nieves tienen su centro económico, financiero, social y educativo. Está su horizonte en Parral, ni se diga para los pueblos como Villa Matamoros, Allende, Santa Bárbara, San Francisco Del Oro, Balleza, Huejotitán, El Tule, Valle de Rosario, giran alrededor de Parral. Asimismo, los serranos como Guanaceví, Guachochi y Guadalupe y Calvo”, aseveró el historiador Jesús Vargas.

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