Luis Gutiérrez Recalachi es un artesano Rarámuri que se dedica al ancestral oficio de crear piezas a base de palma. Debido a la falta de empleo en las comunidades, se dedica a esta actividad y considera que el tiempo y el trabajo invertido en las obras no desquitan el precio; pese a ello sus ventas en la ciudad las considera buenas.
Las piezas artesanales que producen los Tarahumaras de la región serrana, como ya es sabido, dan identidad a nuestro estado. Son parte del acervo cultural y forman un sector único en las artesanías.
En el museo Casa Griensen se llevó a cabo una muestra y venta de artesanías Rarámuris, en donde los exponentes consideraron buena respuesta por parte de la gente que les compró.
En la exposición se pudieron ver diferentes piezas trabajadas a base de palma como vestimenta, tablillas de corteza, jarrones chicos y grandes; figuras hechas de pino, violines decorativos, arcos de madera, tambores y tortilleros de palma y de manta.
La mayoría de estos objetos fueron hechos de este material, participando en la exposición los municipios de Guachochi, Batopilas, Urique y Bocoyna.
Luis Gutiérrez Recalachi, uno de los artesanos, comentó que para la realización de estas piezas se requiere tiempo y dedicación. Las artesanías que hacen son parte de los ingresos que obtienen para las familias Rarámuris, las cuales viven en comunidades donde hay falta de empleo y las personas no tienen sueldo o un salario fijo. Es por ello que se dedican a esto.
La mayoría de las artesanías están hechas de palma y se requiere tiempo y dedicación para hacerlas. Por ejemplo, para hacer un cesto de palma se invierten de 4 a 5 horas en ir a conseguir el material. En muchas ocasiones tiene que bajar a la barranca para conseguir palma. Después, invertir más tiempo en limpiarla y quitarle las espinas.
“A la palma hay que cuartearla, esto consiste en hacerla tiras a su tamaño para poderla tejer. Es entonces cuando comienzan a trabajar para ir formando la artesanía, lo cual tarda 6 horas para terminar un cesto de mediano tamaño”, aseveró.
Dijo que los colores que utilizan en la palma son sacados del papel Crepé o papel de China, para darle color a la palma en la que se cuece para que “agarre” bien. De los artículos de palma lo que más se vende son los tortilleros y los de manta.
Para Luis Gutiérrez Recalachi hacer artesanías es mucho el tiempo y trabajo que se invierte, a veces el precio no desquita lo que la gente paga, no sale la ganancia; pero la gente tiene que trabajar, ya que en las comunidades faltan empleos. De las artesanías que más se vendieron están arcos hechos de madera con un precio de 80 pesos; tortilleros, 70; tablillas, 50 y cestos de palma de 80 a 100 pesos.
Consideraron que en Parral tuvieron buena respuesta, la gente apreció más estos trabajos que en otras partes donde han expuesto sus artesanías.
