Don Marcelino es un adultoDon Marcelino es un adulto mayor de 85 años originario de la comunidad de Nabogame, Guadalupe y Calvo. Enfrenta hace casi un año una batalla contra el cáncer; además necesita láminas para el techo su hogar, ya que luego de las lluvias surgieron goteras.
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Son las 10:00 de la mañana de un día soleado, pero con una brisa fresca, el carismático Don Marcelino Valenzuela Valencia se levanta temprano, tal como en su natal Nabogame; recorre las inmediaciones del Hospital General de arriba abajo.
Mientras está en el hospital recuerda que donde vive es una choza que describe como pequeña, pues su gran mayoría está construida con piezas de madera, techo de lámina y un diminuto cuarto con piedra y cemento.
Las fuertes lluvias que arrasaron con el patrimonio de muchos guadalupenses en días pasados, afectaron su vivienda pues quedaron con goteras, por lo cual requiere apoyo de láminas para un techo de su hogar.
No obstante, añora volver a sus tierras, aunque sea de visita, pues desde hace casi un año tuvo que ser trasladado a Parral para que fuera atendido por cáncer .
Debido a las indicaciones del doctor, no le es permitido regresar a su comunidad, ya que si presentara alguna complicación la atención inmediata sería nula. Vive desde hace un año en el albergue del Hospital General.
Este albergue, según lo indica su protocolo, únicamente da asilo durante 24 horas para las personas que vienen de comunidades lejanas; no obstante, en casos específicos -como el de Don Marcelino-, se otorga una flexibilidad a causa de los escasos recursos conque cuenta.
Comenta que cuando vuelva a su hogar, después de librar esa dura batalla, quisiera llegar a estar cómodo y no enfrentar problemas con sus goteras y con las temperaturas bajas a las que se enfrentan en la región serrana en su casa construida con lámina y madera, en la que vive con su esposa, quien ahora está aquí con él cuidándolo en el albergue. mayor de 85 años originario de la comunidad de Nabogame, Guadalupe y Calvo. Enfrenta hace casi un año una batalla contra el cáncer; además necesita láminas para el techo su hogar, ya que luego de las lluvias surgieron goteras.
Son las 10:00 de la mañana de un día soleado, pero con una brisa fresca, el carismático Don Marcelino Valenzuela Valencia se levanta temprano, tal como en su natal Nabogame; recorre las inmediaciones del Hospital General de arriba abajo.
Mientras está en el hospital recuerda que donde vive es una choza que describe como pequeña, pues su gran mayoría está construida con piezas de madera, techo de lámina y un diminuto cuarto con piedra y cemento.
Las fuertes lluvias que arrasaron con el patrimonio de muchos guadalupenses en días pasados, afectaron su vivienda pues quedaron con goteras, por lo cual requiere apoyo de láminas para un techo de su hogar.
No obstante, añora volver a sus tierras, aunque sea de visita, pues desde hace casi un año tuvo que ser trasladado a Parral para que fuera atendido por cáncer .
Debido a las indicaciones del doctor, no le es permitido regresar a su comunidad, ya que si presentara alguna complicación la atención inmediata sería nula. Vive desde hace un año en el albergue del Hospital General.
Este albergue, según lo indica su protocolo, únicamente da asilo durante 24 horas para las personas que vienen de comunidades lejanas; no obstante, en casos específicos -como el de Don Marcelino-, se otorga una flexibilidad a causa de los escasos recursos conque cuenta.
Comenta que cuando vuelva a su hogar, después de librar esa dura batalla, quisiera llegar a estar cómodo y no enfrentar problemas con sus goteras y con las temperaturas bajas a las que se enfrentan en la región serrana en su casa construida con lámina y madera, en la que vive con su esposa, quien ahora está aquí con él cuidándolo en el albergue.
