¡¡¡Rudos, rudos, rudos, rudos!!! Al unísono se escuchó retumbar el grito en el Gimnasio Municipal durante la tarde del pasado 05 de junio, cuando más de 600 personas acudieron a disfrutar del espectáculo tradicional que representa la lucha libre mexicana.
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Algunos de los combates celebrados este domingo fueron los siguientes; “El Cirujano y “Pandemia” vs “D-Six” y “Cosmos”; “Lady Shadow “y “Príncipe Odín “vs “Gema Andrade” y ”Chonga Chonga”; “Histeria 2.0” y “El Susto” vs “Zafiro JR” y “Diamante JR”; “Dragón Rojo”, “Cavernario Galindo” y “Arlekingo” vs “King Star”, “Espacial” y “Brillante JR”.
La lucha libre mexicana constituye una expresión de identidad que permite aproximarse a algunos de los significados sobre los que se sustenta la cultura popular urbana en México.
En un evento de este tipo se pueden ver varias postales; pequeños admirando a luchadores que exhiben sus habilidades deportivas, adultos gritando y liberando estrés, además de los vendedores que aprovechan estos eventos para hacerse de algunas ganancias, todo esto es lo que rodea un espectáculo de este calibre.
“Rudos contra técnicos”, una tradición de décadas que al parecer nunca pasará de moda, donde cada quien apoya al bando que más lo identifica, pero eso sí, ambos lados de la moneda garantizan entretenimiento.
La señora grita, el esposo reclama, el técnico se queja, el árbitro no dice nada y el rudo provoca; así se generan los abucheos, que parece que son alimento para la arrogancia que proyectan los exponentes del bando rudo.
Este es un deporte que ha sobrevivido el paso del tiempo y que constituye un legado de la cultura popular en el país, ya que su mezcla de agresividad y secuencias teatrales hacen de la lucha libre mexicana una de las variantes más interesantes del género.
Si bien los inicios de la lucha surgen con los griegos y con su inclusión en los juegos olímpicos, los pueblos mesoamericanos también la practicaban. Los guerreros se ejercitaban a través de enfrentamientos, principalmente de cuerpo a cuerpo, como se ha descubierto en algunas esculturas de guerreros olmecas.
Las primeras funciones de lucha libre en México suceden a mediados del siglo XIX, durante la época dela intervención francesa, como exhibiciones extranjeras. Es más adelante, en 1863, cuando Enrique Ugartechea se da a conocer como el primer luchador mexicano y crea las bases de lo que sería la lucha libre mexicana.