Memorias de Chihuahua
La Navidad es una de las celebraciones más importantes de la cristiandad, una fiesta que en México se ha promovido desde la época virreinal para recordar el nacimiento de Jesús. En la actualidad se ofrecen regalos, cenas en familia y una serie de actividades que permiten la unidad de los pueblos, una armonía que en teoría se prolonga más allá del 25 de diciembre, la fecha señalada para recordar del natalicio del Hijo de Dios.
En esta ocasión Memorias de Chihuahua abordará cómo se celebró la Navidad en el Parral de 1861, tiempo en el que los liberales habían derrotado a los conservadores en la Guerra de Reforma y Napoleón III, el emperador de los franceses, preparaba la intervención militar que entronizaría a Maximiliano de Habsburgo como segundo emperador del México Independiente.
Parral conoció el conflicto entre los bandos políticos por la incursión del conservador Domingo Cajén y la preocupación ese momento era mantener el orden público, esto para brindar seguridad a los vecinos. En este sentido, para el óptimo desarrollo de las fiestas decembrinas de 1861, Ignacio E. Ochoa, quien fungía como Jefe Político del Distrito Hidalgo, mandó que fueran observadas por el vecindario y los foráneos una serie de disposiciones que a continuación se describen:
1.- Se prohibían los cantos públicos por las calles o dentro de los comercios, así como lanzar gritos y decir obscenidades. Las personas que faltaron a esta prevención, de acuerdo con el reglamento, fueron arrestadas por la policía e incluso cualquier ciudadano que diera cuenta a la Autoridad, esto con la finalidad de que se les impusiera la pena merecida.
2.- También se prohibían los juegos baraja, particularmente aquellos que engañaban a las personas que los concurrían. Los empresarios o placeros eran responsables de los abusos cometidos y del no auxiliarse de la fuerza pública para evitarlos.
3.- En las chusas o juegos permitidos por la Autoridad, se restringieron todas las apuestas. En caso de que los vecinos fueran sorprendidos faltando a la disposición eran multados y las prendas del delito confiscadas. Los hijos de familia podían acudir a estas actividades siempre que sus padres o superiores los acompañaran.
4.- La disposición de barrer y regar los frentes de las casas se observó diariamente durante los días de diversiones.
5.- En los toros se prohibía el uso de la cerbatana, las críticas injuriosas y personales, permitiéndose sólo aquellas que se referían al mal desempeño de las funciones o falta de cumplimiento a lo ofrecido al público. Las personas que faltaran a esta prevención o de otra manera al respeto debido a la concurrencia, serían obligadas a salir de la plaza.
Todo lo anterior se rubricó en panfletos que fueron fijados en diferentes locaciones del Parral para su estricto cumplimiento a partir del 24 de diciembre de 1861.
En la actualidad, ¿conoces algún reglamento para regular las fiestas decembrinas?