/ sábado 10 de agosto de 2019

VIOLENCIA CRUDA

El equilibrio físico y mental del hombre se mantiene bajo ciertas condiciones que a veces el medio ambiente no nos ofrece; temperatura, presión atmosférica, humedad, entre otras y nuestro cuerpo, como autodefensa se prepara para responder al desequilibrio que generan deshidratación, alta y baja presión; factores que influyen en el ánimo de la persona. Las más comunes se agudizan en el verano. Vital mantenerse hidratado; no exponerse demasiado al sol. Los cambios drásticos alteran la conducta; afecta salud, vida, relaciones sociales. Altas temperaturas afectan carácter, ánimo, genera fatiga, decaimiento e irritabilidad. La temperatura corporal debe oscilar entre 36 y 37.5° centígrados.


Un Walmart con mucho ajetreo, a minutos de la frontera norte del estado, es ejemplo del lazo físico/ cultural casi a diario entre familias México-estadounidenses al este de El Paso Texas, que acuden por abarrotes baratos y al final del verano, útiles escolares. Con igual frecuencia familias mexicanas cruzan en auto el puente internacional por televisores más baratos, cajas de pañales y ropa con descuento, en una de 10 tiendas más concurridas de la empresa en EUA. Estudios dicen que la mayoría de estas tiendas, reúnen un promedio de 14mil clientes por semana; este Walmart lejos de debates migratorios recibe 65mil personas. Niños cruzan a diario de ida y vuelta a la escuela, otros al trabajo o compras. El sábado 3, un atacante blanco molesto por “la invasión hispana”, protagonizó el acto de violencia.

En el pasado, personas perturbadas atacaron a judíos, estadounidenses, gays, musulmanes, gente negra y periodistas. En el manifiesto -según un funcionario federal- escrito en línea antes de la masacre el atacante de 21 años exhibió sus fobias antiinmigrantes: “La migración sólo perjudica a futuro a EUA; pronto, los hispanos controlarán gobiernos locales, estatales; adaptarán la política a sus necesidades” y eligió como blanco, a mexicanas y mexicanos compradores. Hubo víctimas hispanas en tiroteos masivos similares; pero este, el más mortífero de todos, se tramó contra los latinos. El FBI reforzó con su investigación la sensación de terrorismo interno, contra una ciudad 80% hispana.

En Texas los hispanos han formado y definido su identidad; pero texanos viejos y nuevos chocan entre sí. Parte de la tensión la alimentan quienes cuentan las historias. Activistas y académicos se enfocan en el legado de campañas de terror racista contra latinos en el oeste de EUA, entre ellas el linchamiento de mexicanos por turbas de anglos. Debaten sobre una invasión de Texas; la real la llevaron a cabo los blancos, dueños de esclavos que llegaron a la región en el siglo XIX, cuando Texas era aún parte de México. Los mismos consagraron en 1836 la supremacía blanca en la primera constitución de Texas. Choques más recientes han sido batallas en las cortes durante años y confrontaciones físicas entre legisladores blancos e hispanos en el Congreso Texanos. Funcionarios republicanos blancos en Texas expresan públicamente su alarma por la “invasión” migrante, transmisora de enfermedades. Para muchos residentes que atienden el debate antagónico, este, atrajo la violencia hasta sus puertas.

El aumento de migrantes centroamericanos, dejó a la ciudad en zona cero. El crimen de odio va contra el espíritu Paceño de hermanda. ” Los sábados cruzamos en familia hacia Juárez. No importa quienes sean los latinos; les haremos sentir en casa”. “Nuestros hijos vieron y entendieron en el Walmart que viven en un mundo inseguro” El tiroteo llegó como aire tóxico; alimentó la retórica cotidiana discursiva de Donald Trump, que pinta a la frontera como punto de crisis, amenazada por invasores externos.

De este lado se convive con gente motivada por el fanatismo enfermizo, que invierte tiempo valioso, irrecuperable, en imponer ideas a quien o quienes desde el carril contrario resisten las embestidas de la injusticia y desigualdad, luchando como salmones, remontando contracorriente el río de la vida.

El equilibrio físico y mental del hombre se mantiene bajo ciertas condiciones que a veces el medio ambiente no nos ofrece; temperatura, presión atmosférica, humedad, entre otras y nuestro cuerpo, como autodefensa se prepara para responder al desequilibrio que generan deshidratación, alta y baja presión; factores que influyen en el ánimo de la persona. Las más comunes se agudizan en el verano. Vital mantenerse hidratado; no exponerse demasiado al sol. Los cambios drásticos alteran la conducta; afecta salud, vida, relaciones sociales. Altas temperaturas afectan carácter, ánimo, genera fatiga, decaimiento e irritabilidad. La temperatura corporal debe oscilar entre 36 y 37.5° centígrados.


Un Walmart con mucho ajetreo, a minutos de la frontera norte del estado, es ejemplo del lazo físico/ cultural casi a diario entre familias México-estadounidenses al este de El Paso Texas, que acuden por abarrotes baratos y al final del verano, útiles escolares. Con igual frecuencia familias mexicanas cruzan en auto el puente internacional por televisores más baratos, cajas de pañales y ropa con descuento, en una de 10 tiendas más concurridas de la empresa en EUA. Estudios dicen que la mayoría de estas tiendas, reúnen un promedio de 14mil clientes por semana; este Walmart lejos de debates migratorios recibe 65mil personas. Niños cruzan a diario de ida y vuelta a la escuela, otros al trabajo o compras. El sábado 3, un atacante blanco molesto por “la invasión hispana”, protagonizó el acto de violencia.

En el pasado, personas perturbadas atacaron a judíos, estadounidenses, gays, musulmanes, gente negra y periodistas. En el manifiesto -según un funcionario federal- escrito en línea antes de la masacre el atacante de 21 años exhibió sus fobias antiinmigrantes: “La migración sólo perjudica a futuro a EUA; pronto, los hispanos controlarán gobiernos locales, estatales; adaptarán la política a sus necesidades” y eligió como blanco, a mexicanas y mexicanos compradores. Hubo víctimas hispanas en tiroteos masivos similares; pero este, el más mortífero de todos, se tramó contra los latinos. El FBI reforzó con su investigación la sensación de terrorismo interno, contra una ciudad 80% hispana.

En Texas los hispanos han formado y definido su identidad; pero texanos viejos y nuevos chocan entre sí. Parte de la tensión la alimentan quienes cuentan las historias. Activistas y académicos se enfocan en el legado de campañas de terror racista contra latinos en el oeste de EUA, entre ellas el linchamiento de mexicanos por turbas de anglos. Debaten sobre una invasión de Texas; la real la llevaron a cabo los blancos, dueños de esclavos que llegaron a la región en el siglo XIX, cuando Texas era aún parte de México. Los mismos consagraron en 1836 la supremacía blanca en la primera constitución de Texas. Choques más recientes han sido batallas en las cortes durante años y confrontaciones físicas entre legisladores blancos e hispanos en el Congreso Texanos. Funcionarios republicanos blancos en Texas expresan públicamente su alarma por la “invasión” migrante, transmisora de enfermedades. Para muchos residentes que atienden el debate antagónico, este, atrajo la violencia hasta sus puertas.

El aumento de migrantes centroamericanos, dejó a la ciudad en zona cero. El crimen de odio va contra el espíritu Paceño de hermanda. ” Los sábados cruzamos en familia hacia Juárez. No importa quienes sean los latinos; les haremos sentir en casa”. “Nuestros hijos vieron y entendieron en el Walmart que viven en un mundo inseguro” El tiroteo llegó como aire tóxico; alimentó la retórica cotidiana discursiva de Donald Trump, que pinta a la frontera como punto de crisis, amenazada por invasores externos.

De este lado se convive con gente motivada por el fanatismo enfermizo, que invierte tiempo valioso, irrecuperable, en imponer ideas a quien o quienes desde el carril contrario resisten las embestidas de la injusticia y desigualdad, luchando como salmones, remontando contracorriente el río de la vida.