/ lunes 15 de agosto de 2022

Acompañado de un Café | Violencia Académica

Este concepto se me da por los comentarios de varios alumnos de varias escuelas, en estos días de fiestas, lo que al encontrarse en las calles y dialogar de los temas de la vida diaria, sale a la vista este aspecto poco tratado por los egos y apariencias de los seres humanos que queremos apantallar a unos y pisotear a otros, y no todos, para el que se sienta agredido, este escrito no es por los que no hacen, sino por los que lo hacemos, así que en materia.

El sentirse superior a otro ser humano es desde la civilización de los seres humanos, el que manda y al que dominan, a través de cualquier medio, ya sea físico o moral o emocional, violencia al fin y al cabo, pero en intramuros, porque en reuniones de iguales, somos los más sensibles docentes o académicos, pero están saltando alumnos que se sienten agredidos y es muy delicado, pero entender este aspecto de las personas, es interesante, y ya sea mujer u hombre, es lo de menos, la agresión es por ambos sexos hacia otras personas, solo por sentirse empoderados y la jerarquía suponen permite ofender, pero esto es un error, pero muy profundo, y que queremos pasar por alto, y recordando a un maestro en el nivel de maestría, señalaba que uno debía respetar el grado, los compañeros, los clientes, a los ciudadanos, así mismo, por tener más preparación y por lo tanto más responsabilidad ética y moral, pero como dice el vivillo, ¡así soy¡, ¡me vale!, ¡háblame con cuidado porque soy más que tú! Que no es cierto y que soy conflictivo, pero lo chistoso, es que es el alumnado el que está manifestándose de manera creciente, así que entonces todos son conflictivos para uno, y por supuesto yo no me equivoco, porque hasta me puedo enojar si me llevan la contra por cualquier cosa.

Esta actitud no ha sido superada aun por la humanidad, y es que como se dice, debajo de la mesa es donde está el revoltijo, y por encima, manteles largos, belleza; entiendo que el superarse es un logro, y reconocer esto es digno de decirlo, pero no estoy en contra de esto, por la razón de que ya lo pasé, sino por los efectos y consecuencias de mis actos que en verdad son repulsivos, contrario a la ética del grado académico, y reconocer que el educando va aprendiendo al igual que uno, con el mismo potencial de superarse, aunque no sea para todos por las razones que guste y mande, pero tenemos el mismo derecho de existir y crecer.

Pero obtener un grado académico, es un esfuerzo, más si no da resultados, solo es un grado, creo, debemos de dar fruto, con respeto y cariño a nuestro trabajo, las vanidades son para hacer alarde, pero la realidad es más impresionante, porque enseñar es una responsabilidad muy especial, ya que el tiempo es el que te enseña los resultados y productos elaborados, seres humanos de provecho en los más posibles, la sociedad misma, mi conciencia.

Esto debe de tratarse con cuidado, cariño al docente por su esfuerzo, pero con respeto del alumno o alumna, es más, con respeto a uno mismo.

Recordemos que lo que enseñemos saldrá a flote en la vida de todos los alumnos, así como sus efectos, por lo tanto, hay que ser respetuosos.


Víctor Santini Reza | Aspirante a Doctor en Educación

Este concepto se me da por los comentarios de varios alumnos de varias escuelas, en estos días de fiestas, lo que al encontrarse en las calles y dialogar de los temas de la vida diaria, sale a la vista este aspecto poco tratado por los egos y apariencias de los seres humanos que queremos apantallar a unos y pisotear a otros, y no todos, para el que se sienta agredido, este escrito no es por los que no hacen, sino por los que lo hacemos, así que en materia.

El sentirse superior a otro ser humano es desde la civilización de los seres humanos, el que manda y al que dominan, a través de cualquier medio, ya sea físico o moral o emocional, violencia al fin y al cabo, pero en intramuros, porque en reuniones de iguales, somos los más sensibles docentes o académicos, pero están saltando alumnos que se sienten agredidos y es muy delicado, pero entender este aspecto de las personas, es interesante, y ya sea mujer u hombre, es lo de menos, la agresión es por ambos sexos hacia otras personas, solo por sentirse empoderados y la jerarquía suponen permite ofender, pero esto es un error, pero muy profundo, y que queremos pasar por alto, y recordando a un maestro en el nivel de maestría, señalaba que uno debía respetar el grado, los compañeros, los clientes, a los ciudadanos, así mismo, por tener más preparación y por lo tanto más responsabilidad ética y moral, pero como dice el vivillo, ¡así soy¡, ¡me vale!, ¡háblame con cuidado porque soy más que tú! Que no es cierto y que soy conflictivo, pero lo chistoso, es que es el alumnado el que está manifestándose de manera creciente, así que entonces todos son conflictivos para uno, y por supuesto yo no me equivoco, porque hasta me puedo enojar si me llevan la contra por cualquier cosa.

Esta actitud no ha sido superada aun por la humanidad, y es que como se dice, debajo de la mesa es donde está el revoltijo, y por encima, manteles largos, belleza; entiendo que el superarse es un logro, y reconocer esto es digno de decirlo, pero no estoy en contra de esto, por la razón de que ya lo pasé, sino por los efectos y consecuencias de mis actos que en verdad son repulsivos, contrario a la ética del grado académico, y reconocer que el educando va aprendiendo al igual que uno, con el mismo potencial de superarse, aunque no sea para todos por las razones que guste y mande, pero tenemos el mismo derecho de existir y crecer.

Pero obtener un grado académico, es un esfuerzo, más si no da resultados, solo es un grado, creo, debemos de dar fruto, con respeto y cariño a nuestro trabajo, las vanidades son para hacer alarde, pero la realidad es más impresionante, porque enseñar es una responsabilidad muy especial, ya que el tiempo es el que te enseña los resultados y productos elaborados, seres humanos de provecho en los más posibles, la sociedad misma, mi conciencia.

Esto debe de tratarse con cuidado, cariño al docente por su esfuerzo, pero con respeto del alumno o alumna, es más, con respeto a uno mismo.

Recordemos que lo que enseñemos saldrá a flote en la vida de todos los alumnos, así como sus efectos, por lo tanto, hay que ser respetuosos.


Víctor Santini Reza | Aspirante a Doctor en Educación