/ sábado 22 de mayo de 2021

Verdades elocuentes | Judíos imperialistas IV

La revolución judaica mundial está a punto de arrasar y esclavizar todos los pueblos del mundo bajo el nombre del Nuevo Orden Mundial (NOM). En una lucha bimilenaria los judaístas y sus satélites prepararon este ataque demoledor, inmisericorde e irremediable contra las sociedades.

La acción disolvente de las fuerzas judaicas ha promovido todo tipo de falsas doctrinas como el alud del comunismo y la máquina destructora del socialismo que desmiembran derechos y estructuras patrias. Emplearon todo tipo de armas, gobiernos y asociaciones para que degeneraran las sociedades, destruyeran familias, virtudes, la verdad y la moral e injertaron toda clase de vicios y actitudes delincuenciales; incluso utilizaron la artimaña de fingir millares y millares el convertirse al cristianismo con la consigna de aniquilarlo totalmente. Aprovecharon también la bondad de los cristianos engañandolos con clérigos que finalmente son más benéficos al judaísmo y sus planes subversivos que a la Santa Iglesia Católica y nos ataron con falsedades religiosas que inocularon como una caritativa moral cristiana, perdón y amor al prójimo para que así no podamos defendernos eficazmente de esta mafia multinacional, ya que sin valores y adormecidos seremos incapaces de defender nuestros Países.

Los modernos judíos talmudistas heredaron de sus ancestros el arte de engañar, usan un cúmulo de mentiras, distorsiones y fraudes por lo que merecen justamente ser llamados “Padres del engaño y la calumnia”. En todo País o Institución que llegan a tener la suficiente influencia lo primero que hacen es condenar el antisemitismo imponiendo esa irregular situación para que todo el que critique o combata sus maldades lo llamen antisemita; un término vago cuya finalidad es castigar o al menos marginar. Cristo mejor que nadie denunció este pueblo deicida llamándolo raza de víboras, asesinos de profetas e hijos del diablo, lo cual muestra que desde esos tiempos bíblicos tenían los mismos instintos y malas ideas que ahora.

Es preciso dar la voz de alerta para evitar a los humanos la fatal caída. No podemos ser tan ingenuos para esperar alguna clase de moral o caridad de esta raza fría e inmisericorde que desató ocultamente su odio diabólico y han sido capaces de cometer crímenes espantosos y en número tan escalofriante que no tienen paralelo en la historia.

Se necesita la unión de todos los hombres honrados del mundo, de todos los que creen en Dios Trino y en la causa del bien para combatir esta bestia judeo-comunista que avanza incontenible amenazando a todos por igual. San Pablo los llamó enemigos de la humanidad sin distinción de razas o religiones y Dios Todopoderoso les predijo que si no cumplían con sus mandamientos serían severamente castigados. Nuestra lucha contra estas fuerzas ocultas y evidentes debe ser lo suficientemente enérgica y eficaz para poder derrotarlos, aunque lo lograremos solo teniendo al altísimo a favor de todos.

ANTONIO CANO

La revolución judaica mundial está a punto de arrasar y esclavizar todos los pueblos del mundo bajo el nombre del Nuevo Orden Mundial (NOM). En una lucha bimilenaria los judaístas y sus satélites prepararon este ataque demoledor, inmisericorde e irremediable contra las sociedades.

La acción disolvente de las fuerzas judaicas ha promovido todo tipo de falsas doctrinas como el alud del comunismo y la máquina destructora del socialismo que desmiembran derechos y estructuras patrias. Emplearon todo tipo de armas, gobiernos y asociaciones para que degeneraran las sociedades, destruyeran familias, virtudes, la verdad y la moral e injertaron toda clase de vicios y actitudes delincuenciales; incluso utilizaron la artimaña de fingir millares y millares el convertirse al cristianismo con la consigna de aniquilarlo totalmente. Aprovecharon también la bondad de los cristianos engañandolos con clérigos que finalmente son más benéficos al judaísmo y sus planes subversivos que a la Santa Iglesia Católica y nos ataron con falsedades religiosas que inocularon como una caritativa moral cristiana, perdón y amor al prójimo para que así no podamos defendernos eficazmente de esta mafia multinacional, ya que sin valores y adormecidos seremos incapaces de defender nuestros Países.

Los modernos judíos talmudistas heredaron de sus ancestros el arte de engañar, usan un cúmulo de mentiras, distorsiones y fraudes por lo que merecen justamente ser llamados “Padres del engaño y la calumnia”. En todo País o Institución que llegan a tener la suficiente influencia lo primero que hacen es condenar el antisemitismo imponiendo esa irregular situación para que todo el que critique o combata sus maldades lo llamen antisemita; un término vago cuya finalidad es castigar o al menos marginar. Cristo mejor que nadie denunció este pueblo deicida llamándolo raza de víboras, asesinos de profetas e hijos del diablo, lo cual muestra que desde esos tiempos bíblicos tenían los mismos instintos y malas ideas que ahora.

Es preciso dar la voz de alerta para evitar a los humanos la fatal caída. No podemos ser tan ingenuos para esperar alguna clase de moral o caridad de esta raza fría e inmisericorde que desató ocultamente su odio diabólico y han sido capaces de cometer crímenes espantosos y en número tan escalofriante que no tienen paralelo en la historia.

Se necesita la unión de todos los hombres honrados del mundo, de todos los que creen en Dios Trino y en la causa del bien para combatir esta bestia judeo-comunista que avanza incontenible amenazando a todos por igual. San Pablo los llamó enemigos de la humanidad sin distinción de razas o religiones y Dios Todopoderoso les predijo que si no cumplían con sus mandamientos serían severamente castigados. Nuestra lucha contra estas fuerzas ocultas y evidentes debe ser lo suficientemente enérgica y eficaz para poder derrotarlos, aunque lo lograremos solo teniendo al altísimo a favor de todos.

ANTONIO CANO