/ jueves 9 de mayo de 2019

Un Análisis Reflexivo y Crítico del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024

En días pasados, se ha hecho entrega y dado a conocer, ante el H. Congreso de la Unión, por parte de nuestro Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el Lic. Andrés Manuel López Obrador, el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, como el documento en el cual se plasman las directrices que regirán al país en el largo plazo y, al menos para este periodo del sexenio 2019-2024.

En este artículo analizaremos el contenido de este plan, lo que debemos saber cada una y uno de las y los habitantes de este territorio mexicano, sus impactos y beneficios, en virtud de lo que se ejerza para dicho periodo. De igual manera, el cómo podemos colaborar para que cada objetivo sea alcanzado.

Primeramente, se señala que dicho Plan, está regido por doce principios, a saber: 1. Honradez y honestidad; 2. No al gobierno rico con pueblo pobre; 3. Nada al margen de la ley, por encima de la ley nadie; 4. Economía para el bienestar; 5. El mercado no sustituye al Estado; 6. Por el bien de todos, primero los pobres; 7. No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera; 8. No hay paz sin justicia; 9. El respeto al derecho ajeno es la paz; 10. No más migración por hambre y violencia; 11. Democracia significa el poder del pueblo; y 12. Ética, libertad y confianza. Lo cual nos llevará a una nueva política de desarrollo en la cual impere conducirnos “hacia una visión en la que los individuos, como sujetos de derechos, son el centro de la política, y en la que se respete y promueva el arraigo a su territorio, a partir de un modelo de desarrollo económico y social equitativo, sostenido y balanceado” (PND, 2019). Teniendo como objetivo general, transformar la vida pública del país para lograr un desarrollo incluyente.

De igual manera, es más que evidente observar en este documento, que persigue plasmar las necesidades de la población que habita en México, con cada una de sus acciones humanas, con cada una de sus transformaciones, cumpliendo dichos principios de base, los elementos carentes en otros planes de desarrollo, como la inserción de México en el contexto global –que si bien se había planteado, no se había ejercido desde abajo, sacando detonantes del potencial que tiene nuestro país, para posicionarse con lo que tenemos y con lo que podemos dar-, y como segundo elemento, la noción de territorialidad, lo cual ya era por demás imperante, y darle la importancia que corresponde a este elemento es más que formidable y necesario, viéndose desde la óptica de espacio geográfico, social y económico, con sus estructuras, de un sistema territorial y fomentar desde ahí las actividades económicas oriundas de cada territorio, la pertenencia a cada región y la importancia de las características propias de dichas regiones, y territorios, y la inclusión y detonantes de pueblos originarios… una mezcolanza por demás gratificante. Y, finalmente, el elemento tiempo, es decir, una visión de largo plazo, no para cubrirse dichas estrategias en este sexenio, y no imperando ni colores ni sabores que solo perjudican a los habitantes de nuestro México, lindo y querido, sino con una visión de largo plazo que vaya más allá de lo realizado hasta ahora, y para este sexenio.

Por último, he de mencionar, cómo se encuentra estructurado dicho Plan: a) Tres ejes generales: Eje general 1. Justicia y Estado de Derecho; Eje general 2. Bienestar; y Eje General 3. Desarrollo económico; b) Tres ejes transversales: Eje transversal 1. Igualdad de género, no discriminación e inclusión; Eje transversal 2. Combate a la corrupción y mejora de la gestión pública; y Eje transversal 3. Territorio y desarrollo sostenible, con cada uno de estos temas en estos ejes a cubrirse las necesidades de la población en México.

Concluyo esta primera parte del artículo, con palabras de nuestro presidente acerca del PND 2019-2024: “El Estado debe responder al interés público y no a intereses privados y el cumplimiento de la ley se debe complementar con una nueva ética social. Es por ello que un plan nacional de desarrollo debe expresar la parte del pacto social que le corresponde cumplir al gobierno. En este sentido, el documento correspondiente al periodo 2019-2024 marca el fin de los planes neoliberales y el inicio de una reorientación profunda y general del rumbo nacional y de las reglas de convivencia entre los ciudadanos y los grupos sociales que conforman al país. La elaboración del nuevo documento recoge la voluntad de cambio de paradigma aprobado en las urnas el 1º de julio de 2018 y redefine el concepto mismo de desarrollo, uno donde el poder económico esté claramente separado del poder político” (AMLO: 2019).

En días pasados, se ha hecho entrega y dado a conocer, ante el H. Congreso de la Unión, por parte de nuestro Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el Lic. Andrés Manuel López Obrador, el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, como el documento en el cual se plasman las directrices que regirán al país en el largo plazo y, al menos para este periodo del sexenio 2019-2024.

En este artículo analizaremos el contenido de este plan, lo que debemos saber cada una y uno de las y los habitantes de este territorio mexicano, sus impactos y beneficios, en virtud de lo que se ejerza para dicho periodo. De igual manera, el cómo podemos colaborar para que cada objetivo sea alcanzado.

Primeramente, se señala que dicho Plan, está regido por doce principios, a saber: 1. Honradez y honestidad; 2. No al gobierno rico con pueblo pobre; 3. Nada al margen de la ley, por encima de la ley nadie; 4. Economía para el bienestar; 5. El mercado no sustituye al Estado; 6. Por el bien de todos, primero los pobres; 7. No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera; 8. No hay paz sin justicia; 9. El respeto al derecho ajeno es la paz; 10. No más migración por hambre y violencia; 11. Democracia significa el poder del pueblo; y 12. Ética, libertad y confianza. Lo cual nos llevará a una nueva política de desarrollo en la cual impere conducirnos “hacia una visión en la que los individuos, como sujetos de derechos, son el centro de la política, y en la que se respete y promueva el arraigo a su territorio, a partir de un modelo de desarrollo económico y social equitativo, sostenido y balanceado” (PND, 2019). Teniendo como objetivo general, transformar la vida pública del país para lograr un desarrollo incluyente.

De igual manera, es más que evidente observar en este documento, que persigue plasmar las necesidades de la población que habita en México, con cada una de sus acciones humanas, con cada una de sus transformaciones, cumpliendo dichos principios de base, los elementos carentes en otros planes de desarrollo, como la inserción de México en el contexto global –que si bien se había planteado, no se había ejercido desde abajo, sacando detonantes del potencial que tiene nuestro país, para posicionarse con lo que tenemos y con lo que podemos dar-, y como segundo elemento, la noción de territorialidad, lo cual ya era por demás imperante, y darle la importancia que corresponde a este elemento es más que formidable y necesario, viéndose desde la óptica de espacio geográfico, social y económico, con sus estructuras, de un sistema territorial y fomentar desde ahí las actividades económicas oriundas de cada territorio, la pertenencia a cada región y la importancia de las características propias de dichas regiones, y territorios, y la inclusión y detonantes de pueblos originarios… una mezcolanza por demás gratificante. Y, finalmente, el elemento tiempo, es decir, una visión de largo plazo, no para cubrirse dichas estrategias en este sexenio, y no imperando ni colores ni sabores que solo perjudican a los habitantes de nuestro México, lindo y querido, sino con una visión de largo plazo que vaya más allá de lo realizado hasta ahora, y para este sexenio.

Por último, he de mencionar, cómo se encuentra estructurado dicho Plan: a) Tres ejes generales: Eje general 1. Justicia y Estado de Derecho; Eje general 2. Bienestar; y Eje General 3. Desarrollo económico; b) Tres ejes transversales: Eje transversal 1. Igualdad de género, no discriminación e inclusión; Eje transversal 2. Combate a la corrupción y mejora de la gestión pública; y Eje transversal 3. Territorio y desarrollo sostenible, con cada uno de estos temas en estos ejes a cubrirse las necesidades de la población en México.

Concluyo esta primera parte del artículo, con palabras de nuestro presidente acerca del PND 2019-2024: “El Estado debe responder al interés público y no a intereses privados y el cumplimiento de la ley se debe complementar con una nueva ética social. Es por ello que un plan nacional de desarrollo debe expresar la parte del pacto social que le corresponde cumplir al gobierno. En este sentido, el documento correspondiente al periodo 2019-2024 marca el fin de los planes neoliberales y el inicio de una reorientación profunda y general del rumbo nacional y de las reglas de convivencia entre los ciudadanos y los grupos sociales que conforman al país. La elaboración del nuevo documento recoge la voluntad de cambio de paradigma aprobado en las urnas el 1º de julio de 2018 y redefine el concepto mismo de desarrollo, uno donde el poder económico esté claramente separado del poder político” (AMLO: 2019).