/ lunes 3 de diciembre de 2018

Turbo Odisea, y Fotos

“Las comillas y otros signos ortográficos en su texto, son el confeti de la fiesta que escribimos, o las rosas rojas en funeral de nuestras letras.” – Raler-

Desde las gradas percibíamos “quemarse” las llantas del Nissan Altima-turbo 3.5- piloteado por un conocido parralense: Marcos Chávez Santini, y alistarse el próximo arrancón contra un Porsche 3.6 -twin turbo-, en el autódromo Francisco Villa de la capital chihuahuense.

La concentración de ambos pilotos nada les distraía; Marcos, reviraba a todo punto cardinal como su persignación. Su diestra, baja el volumen del estéreo; su reloj, el pulso de los pulmones. La competencia a jugarse un cuarto de milla, y por supuesto, sus habilidades que se pondrían a prueba, lo mismo que, a sus caballos de potencia en los motores. De reojo, un suspiro al ver en línea de inicio al contrincante. Revolucionan motores, ¡adrenalina pura!...esperan luz verde… ¡Arrancan!...”patalean” pedales, clutch y acelerador, deslizan palanca de caja de cambios con gran rapidez, los bólidos van parejo, pero, un definitivo cambio deja atrás al Porsche, cuyos pilotos palidecen igualando el color de su auto, haciendo enojar en el cielo a don Ferdinand – creador de la famosa marca-.

Acá en la tierra de Chihuahua, Marcos hacia la hazaña; hacìa ganar a Parral; no tardaron las redes sociales en exhibir lo antes descrito. Se hizo viral.

¡Felicidades, amigo! Teníamos tiempo sin vernos. Antes en nuestro pueblo todos nos conocíamos. Su avenida independencia fue testigo también, de muchos arrancones. Pasó el tiempo en “Likes” por todos lados, pero sin olvidarnos del poema épico que se había escrito como en La Odisea de Homero. Esta vez lo firmaba “El Torito”. “La rutina y la experiencia llegan con el tiempo.”- decía Pà-.

Posterior a esto, en un tendido del tianguis del pueblo, atendía un llamado:

“- Mire, profesor, aquí le tengo unas fotos antiguas”. Les dimos un rápido vistazo a ese mazo de “naipes” con excelentes imágenes que, en algunas se aprecian calles del Parral escenografía de una linda pareja de enamorados – aún lo están- Eran los años, 50, 60, y 70 seguramente, por el contexto que se percibe en ellas. Tras de “regatear precio” como se estila, herencia de los mercados precolombinos, de nuestro querido México… ¡Ya eran nuestras!

Pero, algo nos inquietaba, la cara de ese tipo atlético, y la de ella, nos parecían conocerlas. Una noche no podíamos dormir – fotos, su servilleta, y pluma…de tinta-. Me levanté en sobresalto… ¡Claro son ellos! ¡ Apuesto que, son ellos!

Al dìa siguiente, contacté al campeón antes mencionado. – “ Marcos, ellos son tus queridos padres?. – Sì son- respondió-. Por equivocación se nos fueron a la basura en una bolsa, -agregó- ¿Dònde estàn? -Las tenemos aquí – dije-, no te apures, volverán a tu álbum familiar. – Afortunadamente ya están-.

“El destino es tan corto para lo infinito de nuestras vidas”. No se imaginen estas fotos, queremos compartirlas aunque sea una parte de ellas. Gracias, amigos.

. Facebook: Raler.

“Las comillas y otros signos ortográficos en su texto, son el confeti de la fiesta que escribimos, o las rosas rojas en funeral de nuestras letras.” – Raler-

Desde las gradas percibíamos “quemarse” las llantas del Nissan Altima-turbo 3.5- piloteado por un conocido parralense: Marcos Chávez Santini, y alistarse el próximo arrancón contra un Porsche 3.6 -twin turbo-, en el autódromo Francisco Villa de la capital chihuahuense.

La concentración de ambos pilotos nada les distraía; Marcos, reviraba a todo punto cardinal como su persignación. Su diestra, baja el volumen del estéreo; su reloj, el pulso de los pulmones. La competencia a jugarse un cuarto de milla, y por supuesto, sus habilidades que se pondrían a prueba, lo mismo que, a sus caballos de potencia en los motores. De reojo, un suspiro al ver en línea de inicio al contrincante. Revolucionan motores, ¡adrenalina pura!...esperan luz verde… ¡Arrancan!...”patalean” pedales, clutch y acelerador, deslizan palanca de caja de cambios con gran rapidez, los bólidos van parejo, pero, un definitivo cambio deja atrás al Porsche, cuyos pilotos palidecen igualando el color de su auto, haciendo enojar en el cielo a don Ferdinand – creador de la famosa marca-.

Acá en la tierra de Chihuahua, Marcos hacia la hazaña; hacìa ganar a Parral; no tardaron las redes sociales en exhibir lo antes descrito. Se hizo viral.

¡Felicidades, amigo! Teníamos tiempo sin vernos. Antes en nuestro pueblo todos nos conocíamos. Su avenida independencia fue testigo también, de muchos arrancones. Pasó el tiempo en “Likes” por todos lados, pero sin olvidarnos del poema épico que se había escrito como en La Odisea de Homero. Esta vez lo firmaba “El Torito”. “La rutina y la experiencia llegan con el tiempo.”- decía Pà-.

Posterior a esto, en un tendido del tianguis del pueblo, atendía un llamado:

“- Mire, profesor, aquí le tengo unas fotos antiguas”. Les dimos un rápido vistazo a ese mazo de “naipes” con excelentes imágenes que, en algunas se aprecian calles del Parral escenografía de una linda pareja de enamorados – aún lo están- Eran los años, 50, 60, y 70 seguramente, por el contexto que se percibe en ellas. Tras de “regatear precio” como se estila, herencia de los mercados precolombinos, de nuestro querido México… ¡Ya eran nuestras!

Pero, algo nos inquietaba, la cara de ese tipo atlético, y la de ella, nos parecían conocerlas. Una noche no podíamos dormir – fotos, su servilleta, y pluma…de tinta-. Me levanté en sobresalto… ¡Claro son ellos! ¡ Apuesto que, son ellos!

Al dìa siguiente, contacté al campeón antes mencionado. – “ Marcos, ellos son tus queridos padres?. – Sì son- respondió-. Por equivocación se nos fueron a la basura en una bolsa, -agregó- ¿Dònde estàn? -Las tenemos aquí – dije-, no te apures, volverán a tu álbum familiar. – Afortunadamente ya están-.

“El destino es tan corto para lo infinito de nuestras vidas”. No se imaginen estas fotos, queremos compartirlas aunque sea una parte de ellas. Gracias, amigos.

. Facebook: Raler.