Me horrorizó tanta entrega de los grillos mexicanos hacia los vecinos del norte, los estadounidenses, los gringos para muchos; pero es triste que un país vendido por unos pocos y hasta matan a los que les llevan la contra. La realidad, escondida entre vender a un país, su dignidad, la que se peleó y se llenó de sangre para que disfrutáramos de la vida, de tranquilidad, pero la manera de manejarse nos ha estado llevando a un declive social y económico aunque esos tengan dinero en el extranjero, pero con la sumisión de este pueblo, por cierto que lo merecemos, no peleamos por lo que nos toca y con el cuento que se enojan, pues nos ha estado llevando a la ruina y ellos con nosotros, aparte de ser la burla, sin poder de liderazgo, sólo de conveniencia.
Dejar a México en manos de extranjeros y luego matarlo a Álvaro Obregón, es la manera muy tradicional de los gringos y la cobardía de nosotros los latinos, los mexicanos, problemáticos a esos intereses, -espero no sean renovados esos pactos leoninos- dañinos, porque los que están en el momento de vivir en el gobierno se auto justifican, pero no recuerdan que bajarán al pueblo y a sufrir lo mismo que hicieron, se rebota la astucia y deslealtad, sin fabricar, armar, sólo comprarles, enviciados y agachados.
Pero es parte de nosotros creer que hacerle la barba a esos es ser grande, locura pasajera y estúpida, aunque le den un mendrugo de pan y se lleven lo mejor, no deja de ser traición; me gana el coraje, porque tanta bajeza es muy común en nuestro sistema político de gobierno, los partidos políticos, por acomodarse las personas, olvidan las ideologías, las necesidades de las mayorías, y esto es peligrosísimo, y vienen los cambios como los actuales, llega un momento en que chocan con la sociedad, destrozando la educación y cultura milenaria, y especial, solo por argumentos políticos y racistas de ellos, que odian al mexicano, le roban y se van a vivir al extranjero, sin ser ni de aquí ni de allá, y exigir respeto de un pueblo traicionado, lo que es demencial, bestial, además de hacerse viejos y callarse ante ellos que presumen de ser o haber sido los mejores gobernantes, y acaparadores de los dineros, pero esto lo saben los extranjeros, saben nuestra debilidad por el poder, nos usan y nosotros risueños como retrasados, nos gana la avaricia, la ignorancia, la realidad mexicana, fregar al que se deje.
Estos tratados son ignominiosos, ya que ataron de manos al país, y a nosotros por consecuencia y nos manipulan con estrategas de poder, y deciden a quienes acomodar en los puestos públicos, los obedientes, y fáciles de mandar, los que les sirven de tapete a ellos y ni se tibian al dañar seres humanos, a sus hermanos, a los votantes; busque en internet estos tratados.
Toda la industria posible la detuvo, y más cosas de trabajo, pero aun así quedan pocos mexicanos que si quieren su tierra, que son soñadores, idealistas, aunque nos griten errados, tontos o locos, los muertos de hambre.
Esos dizque políticos, son todo menos eso, más la verdad, un desprecio de esos es un verdadero piropo, o al menos a mí me lo parece, la burla de esos, en principio es dañina, pero ya sopesada, es basura, y si le hace caso, les da vida, y si lo juzgan es porque les duele y no tienen valores patrios, ridículos para los ratas, sueño para el pueblo, y la base de nuestro país.
Esos no dan la cara ni la van a dar, y decírselos es necio, no se les puede pedir valor a los cobardes, ni arrojo al traicionero, se ríen de nosotros, a pastos, pero me halagan sus burlas hoy en día, es interesante ver reírse al bufón de sus propias mentiras.