/ lunes 25 de marzo de 2019

Tratados de Bucareli

Me horrorizó tanta entrega de los grillos mexicanos hacia los vecinos del norte, los estadounidenses, los gringos para muchos; pero es triste que un país vendido por unos pocos y hasta matan a los que les llevan la contra. La realidad, escondida entre vender a un país, su dignidad, la que se peleó y se llenó de sangre para que disfrutáramos de la vida, de tranquilidad, pero la manera de manejarse nos ha estado llevando a un declive social y económico aunque esos tengan dinero en el extranjero, pero con la sumisión de este pueblo, por cierto que lo merecemos, no peleamos por lo que nos toca y con el cuento que se enojan, pues nos ha estado llevando a la ruina y ellos con nosotros, aparte de ser la burla, sin poder de liderazgo, sólo de conveniencia.

Dejar a México en manos de extranjeros y luego matarlo a Álvaro Obregón, es la manera muy tradicional de los gringos y la cobardía de nosotros los latinos, los mexicanos, problemáticos a esos intereses, -espero no sean renovados esos pactos leoninos- dañinos, porque los que están en el momento de vivir en el gobierno se auto justifican, pero no recuerdan que bajarán al pueblo y a sufrir lo mismo que hicieron, se rebota la astucia y deslealtad, sin fabricar, armar, sólo comprarles, enviciados y agachados.

Pero es parte de nosotros creer que hacerle la barba a esos es ser grande, locura pasajera y estúpida, aunque le den un mendrugo de pan y se lleven lo mejor, no deja de ser traición; me gana el coraje, porque tanta bajeza es muy común en nuestro sistema político de gobierno, los partidos políticos, por acomodarse las personas, olvidan las ideologías, las necesidades de las mayorías, y esto es peligrosísimo, y vienen los cambios como los actuales, llega un momento en que chocan con la sociedad, destrozando la educación y cultura milenaria, y especial, solo por argumentos políticos y racistas de ellos, que odian al mexicano, le roban y se van a vivir al extranjero, sin ser ni de aquí ni de allá, y exigir respeto de un pueblo traicionado, lo que es demencial, bestial, además de hacerse viejos y callarse ante ellos que presumen de ser o haber sido los mejores gobernantes, y acaparadores de los dineros, pero esto lo saben los extranjeros, saben nuestra debilidad por el poder, nos usan y nosotros risueños como retrasados, nos gana la avaricia, la ignorancia, la realidad mexicana, fregar al que se deje.

Estos tratados son ignominiosos, ya que ataron de manos al país, y a nosotros por consecuencia y nos manipulan con estrategas de poder, y deciden a quienes acomodar en los puestos públicos, los obedientes, y fáciles de mandar, los que les sirven de tapete a ellos y ni se tibian al dañar seres humanos, a sus hermanos, a los votantes; busque en internet estos tratados.

Toda la industria posible la detuvo, y más cosas de trabajo, pero aun así quedan pocos mexicanos que si quieren su tierra, que son soñadores, idealistas, aunque nos griten errados, tontos o locos, los muertos de hambre.

Esos dizque políticos, son todo menos eso, más la verdad, un desprecio de esos es un verdadero piropo, o al menos a mí me lo parece, la burla de esos, en principio es dañina, pero ya sopesada, es basura, y si le hace caso, les da vida, y si lo juzgan es porque les duele y no tienen valores patrios, ridículos para los ratas, sueño para el pueblo, y la base de nuestro país.

Esos no dan la cara ni la van a dar, y decírselos es necio, no se les puede pedir valor a los cobardes, ni arrojo al traicionero, se ríen de nosotros, a pastos, pero me halagan sus burlas hoy en día, es interesante ver reírse al bufón de sus propias mentiras.

Me horrorizó tanta entrega de los grillos mexicanos hacia los vecinos del norte, los estadounidenses, los gringos para muchos; pero es triste que un país vendido por unos pocos y hasta matan a los que les llevan la contra. La realidad, escondida entre vender a un país, su dignidad, la que se peleó y se llenó de sangre para que disfrutáramos de la vida, de tranquilidad, pero la manera de manejarse nos ha estado llevando a un declive social y económico aunque esos tengan dinero en el extranjero, pero con la sumisión de este pueblo, por cierto que lo merecemos, no peleamos por lo que nos toca y con el cuento que se enojan, pues nos ha estado llevando a la ruina y ellos con nosotros, aparte de ser la burla, sin poder de liderazgo, sólo de conveniencia.

Dejar a México en manos de extranjeros y luego matarlo a Álvaro Obregón, es la manera muy tradicional de los gringos y la cobardía de nosotros los latinos, los mexicanos, problemáticos a esos intereses, -espero no sean renovados esos pactos leoninos- dañinos, porque los que están en el momento de vivir en el gobierno se auto justifican, pero no recuerdan que bajarán al pueblo y a sufrir lo mismo que hicieron, se rebota la astucia y deslealtad, sin fabricar, armar, sólo comprarles, enviciados y agachados.

Pero es parte de nosotros creer que hacerle la barba a esos es ser grande, locura pasajera y estúpida, aunque le den un mendrugo de pan y se lleven lo mejor, no deja de ser traición; me gana el coraje, porque tanta bajeza es muy común en nuestro sistema político de gobierno, los partidos políticos, por acomodarse las personas, olvidan las ideologías, las necesidades de las mayorías, y esto es peligrosísimo, y vienen los cambios como los actuales, llega un momento en que chocan con la sociedad, destrozando la educación y cultura milenaria, y especial, solo por argumentos políticos y racistas de ellos, que odian al mexicano, le roban y se van a vivir al extranjero, sin ser ni de aquí ni de allá, y exigir respeto de un pueblo traicionado, lo que es demencial, bestial, además de hacerse viejos y callarse ante ellos que presumen de ser o haber sido los mejores gobernantes, y acaparadores de los dineros, pero esto lo saben los extranjeros, saben nuestra debilidad por el poder, nos usan y nosotros risueños como retrasados, nos gana la avaricia, la ignorancia, la realidad mexicana, fregar al que se deje.

Estos tratados son ignominiosos, ya que ataron de manos al país, y a nosotros por consecuencia y nos manipulan con estrategas de poder, y deciden a quienes acomodar en los puestos públicos, los obedientes, y fáciles de mandar, los que les sirven de tapete a ellos y ni se tibian al dañar seres humanos, a sus hermanos, a los votantes; busque en internet estos tratados.

Toda la industria posible la detuvo, y más cosas de trabajo, pero aun así quedan pocos mexicanos que si quieren su tierra, que son soñadores, idealistas, aunque nos griten errados, tontos o locos, los muertos de hambre.

Esos dizque políticos, son todo menos eso, más la verdad, un desprecio de esos es un verdadero piropo, o al menos a mí me lo parece, la burla de esos, en principio es dañina, pero ya sopesada, es basura, y si le hace caso, les da vida, y si lo juzgan es porque les duele y no tienen valores patrios, ridículos para los ratas, sueño para el pueblo, y la base de nuestro país.

Esos no dan la cara ni la van a dar, y decírselos es necio, no se les puede pedir valor a los cobardes, ni arrojo al traicionero, se ríen de nosotros, a pastos, pero me halagan sus burlas hoy en día, es interesante ver reírse al bufón de sus propias mentiras.