Cada vez son más reconocidas las aportaciones de Florence Nightingale en una ciencia que también afortunadamente se valora más como es la enfermería. En un mundo donde entre millones de nombres masculinos en la ciencia, filosofía, religión, literatura, y cualquier disciplina que exista en la humanidad. Los nombres femeninos, como Florence Nightingale son un remanso de esperanza e inspiración. Ella es fundadora de lo que es la enfermería en la actualidad. Sin embargo también nos encontramos con una gran matemática que aplicó su excelente relación con los números a su trabajo. Fue pionera en el análisis estadístico de enfermedades, base de la epidemiología. En este campo, los modelos matemáticos se usan para seguir la evolución de enfermedades, tales como el COVID-19, donde se habla de la pendiente de las curvas, se siguen las tendencias y se hacen predicciones de escenarios futuros.
Florence Nightingale (1820-1910) abre una nueva era a la enfermería como una ciencia indispensable en el cuidado de la salud, la cual es una prioridad para que la raza humana evolucione en todos los aspectos; tener la capacidad de cuidarnos unos a otros nos da una gran ventaja evolutiva.
La observación de los fenómenos sociales, tanto a nivel individual como de sistemas, constituyó la base de los escritos de Nightingale. Eso la hizo decir, con gran convencimiento, que la observación y la práctica eran actividades concurrentes en enfermería; pero muy especialmente, refiriéndose al valor de la observación, señalaba: "La lección práctica más importante que puede dárseles a las enfermeras es enseñarles qué observar, cómo observar, qué síntomas indican progreso en el curso de la enfermedad, cuáles el reverso, cuáles son importantes, cuáles no lo son, cuál es la evidencia de un cuidado de enfermería negligente y qué tipo de negligencia" y añadía: "Pero si usted no puede obtener el hábito de la observación, por una vía u otra, sería mejor que dejara la enfermería, para la cual no ha sido llamada, por muy bondadosa y sensible que usted sea". (Nightingale)
Su principal publicación, Notas sobre enfermería tuvo muchas reimpresiones, allí describió en detalles los conceptos de ventilación, calor, luz, dieta, limpieza y ruido, todos ellos componentes del medio físico. También se refirió a las condiciones sociales al plantear que los pobres podrían aliviar sus enfermedades con una mejoría en las condiciones ambientales, que influían tanto en sus cuerpos como en sus mentes.
Fue pionera en la revolucionaria idea de que los fenómenos sociales pueden medirse y someterse al análisis matemático. Durante la Guerra de Crimea (1853-1856). Allí se dio cuenta de que, si la tasa de mortalidad era de 1.174 por cada 10.000 soldados, 1.023 soldados morían debido a enfermedades infecciosas.
A su regreso a Londres, se dedicó a ordenar sus pruebas sobre la mala administración de los hospitales y a reunir estadísticas de mortalidad, con un claro objetivo: demostrar que los soldados fallecían a causa de las deplorables condiciones sanitarias en el hospital. Eran, por tanto, muertes que se podían evitar.
Un ejemplo similar se puede dar con el coronavirus, cierto que es un virus que todavía no se conoce del todo y que para el control de la propagación del virus y para la vacuna las estadísticas han sido decisivas en la toma de decisiones de los gobiernos. Los números siempre pueden ayudar a tener más claridad en las acciones.
En conclusión, la enfermera y estadista Florence Nightingale, en una época donde las mujeres tenían menos derechos y oportunidades ella abre camino a las mujeres en la ciencia y doscientos años después su legado continúa. Ella es un gran ejemplo de valor, inteligencia y vocación.
Ing. Adalberto Gutiérrez Chávez.
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