/ miércoles 15 de diciembre de 2021

Todo el mundo es tu maestro | Silencio y Humildad

Es un placer volver a escribir, pensando en que alguien más lea y vea algo luminoso de su ser en mis palabras. Confieso que al compartir con usted algo, realizo un ejercicio de reflexión que es egocéntrico en principio, y después se convierte en un acto de amor al compartir mi tiempo y espíritu con Usted. Tengo dos palabras para esta ocasión: silencio y humildad

La experiencia del silencio que permite sentir tu propia alma, libera de las amarras de la programación y condicionamientos negativos. Ponernos en silencio permite experimentar paz y dignidad internas, lo cual reinicia la mente y enfoca nuevamente el cauce que debemos darle a las situaciones de la vida.

Aunque el poder del silencio se complementa con la soledad; puede compartirse, por ejemplo, en grupo o en familia para aclarar y abrir el camino de una posterior reflexión, discusión o conversación. Tu reserva de silencio, sumada a pensamientos verdaderos y poderosos, ayudará a liberarse de lo limitado para alcanzar lo ilimitado y lo divino. Hace mucho bien dejar atrás los pensamientos y palabras y quedarse quieto por un rato. Es un hábito enormemente refrescante y nutritivo. Un acto de silencio nos lleva la humildad.

¿Qué nos permite la humildad? Ser humilde y aceptar nuestra vida con su entorno y todas sus consecuencias, con valor no con resignación. Entre otras sorpresas que pudieran darte estos dos valores; vas a descubrir que con ellos puedes salir de un mundo gris sin sentido. Podrás pasar a otro nivel de amor, de felicidad, de comprensión.

Cuando me encuentras en una zona gris busco personas que hayan salido de ella, siento su apoyo si los escucho con humildad. Estas personas pueden estar físicamente o no con nosotros, a veces están en un libro, o en los recuerdos de los seres amados que han dejado este mundo.

Creernos mejores que otros nos despoja de la posibilidad de enseñanzas y descubrimientos. La humildad nos permite comprender y reconocer de lo que soy lo que me rodea. La humildad abre paso a la infinidad de caminos diferentes por donde se puede llevar a pasear la vida. Todos necesitamos de todos y nadie es tan pequeño ni tan grande pues somos pate del todo. Brindar ayuda y recibirla es parte fundamental de la evolución. No hay superiores ni inferiores sino seres que han experimentado diferente.

En este mundo es basto en oportunidades para evolucionar es sencillo tomarlas si nos despojamos del ego y permanecemos humildes.

Adaptarse desde el silencio y la humildad es un hábito que podemos desarrollar. Invita a bucear en el océano infinito del espíritu.

Adalberto Gutiérrez Chávez | Ingeniero Agrónomo

Es un placer volver a escribir, pensando en que alguien más lea y vea algo luminoso de su ser en mis palabras. Confieso que al compartir con usted algo, realizo un ejercicio de reflexión que es egocéntrico en principio, y después se convierte en un acto de amor al compartir mi tiempo y espíritu con Usted. Tengo dos palabras para esta ocasión: silencio y humildad

La experiencia del silencio que permite sentir tu propia alma, libera de las amarras de la programación y condicionamientos negativos. Ponernos en silencio permite experimentar paz y dignidad internas, lo cual reinicia la mente y enfoca nuevamente el cauce que debemos darle a las situaciones de la vida.

Aunque el poder del silencio se complementa con la soledad; puede compartirse, por ejemplo, en grupo o en familia para aclarar y abrir el camino de una posterior reflexión, discusión o conversación. Tu reserva de silencio, sumada a pensamientos verdaderos y poderosos, ayudará a liberarse de lo limitado para alcanzar lo ilimitado y lo divino. Hace mucho bien dejar atrás los pensamientos y palabras y quedarse quieto por un rato. Es un hábito enormemente refrescante y nutritivo. Un acto de silencio nos lleva la humildad.

¿Qué nos permite la humildad? Ser humilde y aceptar nuestra vida con su entorno y todas sus consecuencias, con valor no con resignación. Entre otras sorpresas que pudieran darte estos dos valores; vas a descubrir que con ellos puedes salir de un mundo gris sin sentido. Podrás pasar a otro nivel de amor, de felicidad, de comprensión.

Cuando me encuentras en una zona gris busco personas que hayan salido de ella, siento su apoyo si los escucho con humildad. Estas personas pueden estar físicamente o no con nosotros, a veces están en un libro, o en los recuerdos de los seres amados que han dejado este mundo.

Creernos mejores que otros nos despoja de la posibilidad de enseñanzas y descubrimientos. La humildad nos permite comprender y reconocer de lo que soy lo que me rodea. La humildad abre paso a la infinidad de caminos diferentes por donde se puede llevar a pasear la vida. Todos necesitamos de todos y nadie es tan pequeño ni tan grande pues somos pate del todo. Brindar ayuda y recibirla es parte fundamental de la evolución. No hay superiores ni inferiores sino seres que han experimentado diferente.

En este mundo es basto en oportunidades para evolucionar es sencillo tomarlas si nos despojamos del ego y permanecemos humildes.

Adaptarse desde el silencio y la humildad es un hábito que podemos desarrollar. Invita a bucear en el océano infinito del espíritu.

Adalberto Gutiérrez Chávez | Ingeniero Agrónomo