/ miércoles 15 de junio de 2022

Todo el mundo es tu maestro | Las familia de los ciudadanos del mundo

Los ciudadanos del mundo nacen en una familia, sin importar de qué raza, religión, o educación sea. Con ella iniciamos con nuestros primeros sentimientos y conocimientos. Aquí conocemos acerca de actuar con amor, nos brinda virtudes de muchos tipos como la constancia y disciplina que nos abren oportunidades las cuales bien aprovechadas nos permiten desarrollarnos como personas y servir a la sociedad. Al estar dispuestos a servir a la sociedad nuestra pequeña familia se transforma en todo el mundo y entonces nos convertimos en ciudadanos del mundo para el mundo.

Un ciudadano del mundo protege y respeta la cadena que sostiene la vida en su planeta, porque sabe la importancia de preservar su especie y la de todos los seres vivos. Estas personas desarrollan una conciencia que da solidaridad, y felicidad producto de una paz interior. Ellas y ellos se proyectan en el entorno que nos rodea. Las empresas los buscan para contratarlos o ellos crean empresas exitosas. Encuentran creativas maneras de servir a otros. Lo que necesitan para su supervivencia les llega por añadidura.

Un ciudadano del mundo nace en una familia que no es perfecta pero sabe amar. Porque el amor permite despertar nuestro lado espiritual. La familia es el lugar idóneo para crear armonía en las propias relaciones. Inspirarnos de entusiasmo y confianza de los que nos rodean. En la familia crece mi propia estima y mi habilidad para hacer que las cosas marchen bien. Para tener la firmeza de una roca para los demás, necesito pisar un suelo tan firme como el que las relaciones familiares sólidas pueden brindar. Ahí en familia puedo saber quién soy y qué tengo para dar a los demás. En el amor de familia se recargan las baterías espirituales cada día. Crecemos en el amor y es el que nos hace posible asistir a los demás en sus momentos de necesidad. Es con el amor que se aprende a gozar del momento presente y dar lo mejor de sí mismo en cualquier situación. Cuando mi energía empieza a agotarse, basta recordar el amor a mi familia y verterlo en lo que necesite para sentirme otra vez lleno de energía.

\u0009Quien quiera ser un ciudadano del mundo empiece en su familia aquí está un secreto revelado: fortalece este núcleo, donde el poder del amor es muy fuerte y surgen las semillas de mejores seres humanos que enfrentan las adversidades con coraje y optimismo. Cuidemos nuestras familias porque aunque no sean perfectas de sus errores y aciertos nos vamos construyendo. Impulsemos a nuestra pareja, a nuestros hijos y también extendamos nuestros brazos a nuestros abuelos, padres, hermanos, sobrinos, tíos, primos, vecinos.

La familia como célula de la sociedad significa mucho más que palabras bonitas, es trabajo y esfuerzo, errores reconocidos y superados. Porque seguramente con más tiempo para nuestras familias disminuirían considerablemente nuestros problemas de secuestros, asesinatos, niños abusados, embarazos adolescentes, y más destrucción que es causada principalmente por personas que carecieron del amor de su familia, perdieron su alma y vagan destruyendo el mundo.

Cuidemos la familia, porque ahí surgen los ciudadanos que construyen el mundo.

Adalberto Gutiérrez | Ing. Agrónomo

Los ciudadanos del mundo nacen en una familia, sin importar de qué raza, religión, o educación sea. Con ella iniciamos con nuestros primeros sentimientos y conocimientos. Aquí conocemos acerca de actuar con amor, nos brinda virtudes de muchos tipos como la constancia y disciplina que nos abren oportunidades las cuales bien aprovechadas nos permiten desarrollarnos como personas y servir a la sociedad. Al estar dispuestos a servir a la sociedad nuestra pequeña familia se transforma en todo el mundo y entonces nos convertimos en ciudadanos del mundo para el mundo.

Un ciudadano del mundo protege y respeta la cadena que sostiene la vida en su planeta, porque sabe la importancia de preservar su especie y la de todos los seres vivos. Estas personas desarrollan una conciencia que da solidaridad, y felicidad producto de una paz interior. Ellas y ellos se proyectan en el entorno que nos rodea. Las empresas los buscan para contratarlos o ellos crean empresas exitosas. Encuentran creativas maneras de servir a otros. Lo que necesitan para su supervivencia les llega por añadidura.

Un ciudadano del mundo nace en una familia que no es perfecta pero sabe amar. Porque el amor permite despertar nuestro lado espiritual. La familia es el lugar idóneo para crear armonía en las propias relaciones. Inspirarnos de entusiasmo y confianza de los que nos rodean. En la familia crece mi propia estima y mi habilidad para hacer que las cosas marchen bien. Para tener la firmeza de una roca para los demás, necesito pisar un suelo tan firme como el que las relaciones familiares sólidas pueden brindar. Ahí en familia puedo saber quién soy y qué tengo para dar a los demás. En el amor de familia se recargan las baterías espirituales cada día. Crecemos en el amor y es el que nos hace posible asistir a los demás en sus momentos de necesidad. Es con el amor que se aprende a gozar del momento presente y dar lo mejor de sí mismo en cualquier situación. Cuando mi energía empieza a agotarse, basta recordar el amor a mi familia y verterlo en lo que necesite para sentirme otra vez lleno de energía.

\u0009Quien quiera ser un ciudadano del mundo empiece en su familia aquí está un secreto revelado: fortalece este núcleo, donde el poder del amor es muy fuerte y surgen las semillas de mejores seres humanos que enfrentan las adversidades con coraje y optimismo. Cuidemos nuestras familias porque aunque no sean perfectas de sus errores y aciertos nos vamos construyendo. Impulsemos a nuestra pareja, a nuestros hijos y también extendamos nuestros brazos a nuestros abuelos, padres, hermanos, sobrinos, tíos, primos, vecinos.

La familia como célula de la sociedad significa mucho más que palabras bonitas, es trabajo y esfuerzo, errores reconocidos y superados. Porque seguramente con más tiempo para nuestras familias disminuirían considerablemente nuestros problemas de secuestros, asesinatos, niños abusados, embarazos adolescentes, y más destrucción que es causada principalmente por personas que carecieron del amor de su familia, perdieron su alma y vagan destruyendo el mundo.

Cuidemos la familia, porque ahí surgen los ciudadanos que construyen el mundo.

Adalberto Gutiérrez | Ing. Agrónomo

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