/ miércoles 12 de enero de 2022

Todo el mundo es tu maestro | La pandemia trae al mundo de cabeza

La pandemia trae al mundo de cabeza, parece que enloquece y que nos arrastra en el camino de la locura. En estos tiempos nos obligan a prepararnos como nunca, al menos en mi historia de más de seis décadas, jamás había tenido que estar tan pendiente de mi salud física y mental. La gran mayoría hemos experimentado un resultado positivo que tenemos que aceptar con todas sus consecuencias en nuestro organismo. Afortunadamente las vacunas son accesibles, no con la facilidad y la eficiencia que quisiéramos pero la mayoría tenemos la oportunidad a una vacuna para sobrevivir a esta pandemia.

No sé Usted pero yo me siento algo asustado porque parece que el mundo se está volviendo loco, como si la humanidad fuera sin rumbo. La tierra es un cuerpo magnético, un gran imán como afirmó el alquimista, médico adelantado a su época Paracelso. Nuestro planeta está cargado de electricidad positiva, que genera movimiento en su centro continua y espontáneamente. Los cuerpos humanos y todos los objetos materiales están cargados de electricidad negativa, y es preciso recordar que las electricidades del mismo signo se repelen y las de signo contrario se atraen. Los cuerpos orgánicos e inorgánicos generan y se cargan constantemente de electricidad contraria a la de la tierra. Nos mantenemos de pie gracias a la fuerza de gravedad y capaces de cuanta locura se nos venga a la mente. Recibimos la influencia del aire, de los astros, y de todos los virus y bacterias que como nosotros son parte del ciclo de vida de nuestro planeta. El cuerpo humano, lo mismo que la tierra, los planetas y las estrellas, está sujeto a la doble ley de atracción y repulsión. Saturado del influjo doblemente magnético de la luz del sol. Todo es doble en la naturaleza: el magnetismo es positivo y negativo, activo y pasivo, masculino y femenino. ¿Qué pasará si mantenemos el equilibrio de estas fuerzas?

Extendemos nuestras interrogantes anhelos, plegarias, en busca de respuestas. El universo está vivo y por lo tanto responde a nuestros actos, palabras y pensamientos que se extienden hasta la infinita bastedad de nuestro interior. La naturaleza es un espejo que refleja nuestra inteligencia. Esta pandemia nos pone un foco rojo y nos pide que paremos la destrucción y busquemos el equilibrio.

Atentos a las cantaletas más extrañas: que si la vacuna es un chip para manipularnos, que si nos va a matar, que si va a modificar nuestro ADN, etc. Es una locura la cantidad de información en medios de comunicación, ya sea falsa y verdadera. Sin embargo no tenemos muchas opciones, los números que son mas imparciales y menos manipulables confirman que la mayoría de las personas que mueren por COVID no estaban vacunadas. Lo que hace que la elección más lógica sea vacunarnos, finalmente el ADN de nuestras células es capaz de modificarse con los puros pensamientos ya que estamos en un proceso de evolución, por lo que no debemos temer a la vacuna pero si debemos temer a nuestros propios pensamientos y acciones.

El universo siempre se está creando y nos está revelando su creación. Algo tenemos que descifrar o si no seremos descifrados.


Ing. Adalberto Gutiérrez Chávez | Ing. Agrónomo

La pandemia trae al mundo de cabeza, parece que enloquece y que nos arrastra en el camino de la locura. En estos tiempos nos obligan a prepararnos como nunca, al menos en mi historia de más de seis décadas, jamás había tenido que estar tan pendiente de mi salud física y mental. La gran mayoría hemos experimentado un resultado positivo que tenemos que aceptar con todas sus consecuencias en nuestro organismo. Afortunadamente las vacunas son accesibles, no con la facilidad y la eficiencia que quisiéramos pero la mayoría tenemos la oportunidad a una vacuna para sobrevivir a esta pandemia.

No sé Usted pero yo me siento algo asustado porque parece que el mundo se está volviendo loco, como si la humanidad fuera sin rumbo. La tierra es un cuerpo magnético, un gran imán como afirmó el alquimista, médico adelantado a su época Paracelso. Nuestro planeta está cargado de electricidad positiva, que genera movimiento en su centro continua y espontáneamente. Los cuerpos humanos y todos los objetos materiales están cargados de electricidad negativa, y es preciso recordar que las electricidades del mismo signo se repelen y las de signo contrario se atraen. Los cuerpos orgánicos e inorgánicos generan y se cargan constantemente de electricidad contraria a la de la tierra. Nos mantenemos de pie gracias a la fuerza de gravedad y capaces de cuanta locura se nos venga a la mente. Recibimos la influencia del aire, de los astros, y de todos los virus y bacterias que como nosotros son parte del ciclo de vida de nuestro planeta. El cuerpo humano, lo mismo que la tierra, los planetas y las estrellas, está sujeto a la doble ley de atracción y repulsión. Saturado del influjo doblemente magnético de la luz del sol. Todo es doble en la naturaleza: el magnetismo es positivo y negativo, activo y pasivo, masculino y femenino. ¿Qué pasará si mantenemos el equilibrio de estas fuerzas?

Extendemos nuestras interrogantes anhelos, plegarias, en busca de respuestas. El universo está vivo y por lo tanto responde a nuestros actos, palabras y pensamientos que se extienden hasta la infinita bastedad de nuestro interior. La naturaleza es un espejo que refleja nuestra inteligencia. Esta pandemia nos pone un foco rojo y nos pide que paremos la destrucción y busquemos el equilibrio.

Atentos a las cantaletas más extrañas: que si la vacuna es un chip para manipularnos, que si nos va a matar, que si va a modificar nuestro ADN, etc. Es una locura la cantidad de información en medios de comunicación, ya sea falsa y verdadera. Sin embargo no tenemos muchas opciones, los números que son mas imparciales y menos manipulables confirman que la mayoría de las personas que mueren por COVID no estaban vacunadas. Lo que hace que la elección más lógica sea vacunarnos, finalmente el ADN de nuestras células es capaz de modificarse con los puros pensamientos ya que estamos en un proceso de evolución, por lo que no debemos temer a la vacuna pero si debemos temer a nuestros propios pensamientos y acciones.

El universo siempre se está creando y nos está revelando su creación. Algo tenemos que descifrar o si no seremos descifrados.


Ing. Adalberto Gutiérrez Chávez | Ing. Agrónomo