/ miércoles 26 de enero de 2022

Todo el mundo es tu maestro | El mayor reto, y la más grande recompensa: La Paternidad

Es bien sabido que los padres son la pieza clave en la construcción de mejores sociedades. Sin embargo, es uno de los trabajos más difíciles en esta vida porque ¿cómo saber que estamos haciendo bien nuestro trabajo? ¿Cuándo podemos decir que ya podemos jubilarnos como padres? ¿Qué nuestros hijos estudien, trabajen y tengan dinero será el éxito en nuestra labor? ¿Qué es para los padres tener hijos exitosos? ¿Cómo debe ser un buen hijo? Son tantas las preguntas que nos hacemos cuando nos convertimos en padres, sin dejar de lado que todo es porque queremos lo mejor para nuestros hijos pero ¿Qué es lo mejor? Es fácil querer a nuestros hijos y desear lo mejor para ellos, lo difícil es trabajar juntos para alcanzar nuestros objetivos. Tenemos el poder de activar el alma de nuestros hijos, y ellos con su errores y y aciertos tienen el poder de activar el alma de sus padres.

Como padre la pregunta constante es si estaré haciendo correctamente mi trabajo, observo a mis hijos y veo que ellos quieren ser mejores personas, ¿o es sólo lo que quiero ver? es muy difícil ver los defectos en nuestros hijos, y cometemos el error de centrarnos más en sus virtudes, sin darnos cuenta muchas veces que al "cegarnos" en sus virtudes en algunas ocasiones los estamos perjudicando. Es por ello que el trabajo de los padres es sumamente complicado, y las relaciones en familia, por eso es buena la convivencia, las pláticas de sobremesa, la compañía, disfrutar de las conversaciones con los seres queridos, me parece un tipo de acciones en familia que son claves en la evolución espiritual que requiere nuestro mundo. Los padres son personas que aman, que llenan a sus hijos de sueños, ilusiones, esperanzas, propician un crecimiento en grupo muy saludable.

Si nos ponemos a reflexionar, podría decirse que el sistema solar que compone el universo es una familia. Cada sistema es un mecanismo perfecto gobernado por leyes naturales inmutables, pero que ahí está vigente esa manifestación inteligente y trascendental. En este vasto escenario hay planetas visibles y tal vez invisibles, tenemos el nuestro lleno de vida; los padres somos parte de esta maravillosa creación. Seres con el compromiso de evolucionar. En nuestro caso, como seres humanos, algunos han desarrollado grandes facultades que muchos de nosotros aun no alcanzamos a concebir. En nuestro estado actual (limitado), hemos visto que los que han alcanzado superaciones lo hacen con destrezas y sabiduría. Sin duda la vida en sus diferentes formas, ya sea dentro del reino mineral, vegetal, animal, humano, continúa evolucionando.

Todos los seres humanos sin excepción poseemos una evolución gradual enfocada a fortalecer nuestras conciencias. Trato con las personas que me rodean y veo cada vez más claro que existe la intención de perfeccionarse. Definitivamente viene un mundo mejor. Sin dejar que nada perturbe nuestra mente positiva para creer en una mejor humanidad. Un estado de paz que en gran medida agradezco a mi padre, quien con su sabiduría y sencillez llena mi corazón de orgullo. Él siempre me ha hablado del amor. Agradezco a la vida por tenerlo conmigo, al igual que mi madre. A pesar de que pueden tener roles distintos, son igual de grandiosos, ambos iluminan y alimentan con su amor. Mis padres son parte de mi deseo de formar una familia productiva para el mundo.

Los hijos y padres estamos lejos de ser perfectos, pero somos lo que somos por nuestras virtudes y defectos. Más allá de las condiciones humanas que nos limitan, el amor de un padre traspasa lo terrenal le da vida al alma, sin sospecharlo va directo al espíritu. Los invito a compartir, tiempo, diálogos, experiencias, con la familia…


Ing. Adalberto Gutiérrez Chávez | Ingeniero Agrónomo

Es bien sabido que los padres son la pieza clave en la construcción de mejores sociedades. Sin embargo, es uno de los trabajos más difíciles en esta vida porque ¿cómo saber que estamos haciendo bien nuestro trabajo? ¿Cuándo podemos decir que ya podemos jubilarnos como padres? ¿Qué nuestros hijos estudien, trabajen y tengan dinero será el éxito en nuestra labor? ¿Qué es para los padres tener hijos exitosos? ¿Cómo debe ser un buen hijo? Son tantas las preguntas que nos hacemos cuando nos convertimos en padres, sin dejar de lado que todo es porque queremos lo mejor para nuestros hijos pero ¿Qué es lo mejor? Es fácil querer a nuestros hijos y desear lo mejor para ellos, lo difícil es trabajar juntos para alcanzar nuestros objetivos. Tenemos el poder de activar el alma de nuestros hijos, y ellos con su errores y y aciertos tienen el poder de activar el alma de sus padres.

Como padre la pregunta constante es si estaré haciendo correctamente mi trabajo, observo a mis hijos y veo que ellos quieren ser mejores personas, ¿o es sólo lo que quiero ver? es muy difícil ver los defectos en nuestros hijos, y cometemos el error de centrarnos más en sus virtudes, sin darnos cuenta muchas veces que al "cegarnos" en sus virtudes en algunas ocasiones los estamos perjudicando. Es por ello que el trabajo de los padres es sumamente complicado, y las relaciones en familia, por eso es buena la convivencia, las pláticas de sobremesa, la compañía, disfrutar de las conversaciones con los seres queridos, me parece un tipo de acciones en familia que son claves en la evolución espiritual que requiere nuestro mundo. Los padres son personas que aman, que llenan a sus hijos de sueños, ilusiones, esperanzas, propician un crecimiento en grupo muy saludable.

Si nos ponemos a reflexionar, podría decirse que el sistema solar que compone el universo es una familia. Cada sistema es un mecanismo perfecto gobernado por leyes naturales inmutables, pero que ahí está vigente esa manifestación inteligente y trascendental. En este vasto escenario hay planetas visibles y tal vez invisibles, tenemos el nuestro lleno de vida; los padres somos parte de esta maravillosa creación. Seres con el compromiso de evolucionar. En nuestro caso, como seres humanos, algunos han desarrollado grandes facultades que muchos de nosotros aun no alcanzamos a concebir. En nuestro estado actual (limitado), hemos visto que los que han alcanzado superaciones lo hacen con destrezas y sabiduría. Sin duda la vida en sus diferentes formas, ya sea dentro del reino mineral, vegetal, animal, humano, continúa evolucionando.

Todos los seres humanos sin excepción poseemos una evolución gradual enfocada a fortalecer nuestras conciencias. Trato con las personas que me rodean y veo cada vez más claro que existe la intención de perfeccionarse. Definitivamente viene un mundo mejor. Sin dejar que nada perturbe nuestra mente positiva para creer en una mejor humanidad. Un estado de paz que en gran medida agradezco a mi padre, quien con su sabiduría y sencillez llena mi corazón de orgullo. Él siempre me ha hablado del amor. Agradezco a la vida por tenerlo conmigo, al igual que mi madre. A pesar de que pueden tener roles distintos, son igual de grandiosos, ambos iluminan y alimentan con su amor. Mis padres son parte de mi deseo de formar una familia productiva para el mundo.

Los hijos y padres estamos lejos de ser perfectos, pero somos lo que somos por nuestras virtudes y defectos. Más allá de las condiciones humanas que nos limitan, el amor de un padre traspasa lo terrenal le da vida al alma, sin sospecharlo va directo al espíritu. Los invito a compartir, tiempo, diálogos, experiencias, con la familia…


Ing. Adalberto Gutiérrez Chávez | Ingeniero Agrónomo

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