La propaganda eficaz tiene mucho poder en las masas, ya sea para construir o destruir. La buena propaganda que también puede ser falsa o negativa, está constantemente sobre nosotros, esta YouTube, en Facebook, en Instagram en twitter, en la radio, en la televisión y cada medio masivo de información. Otro medio común para hacer propaganda es el cine que desde principios del siglo XIX, el cine ha sido un medio con un alto poder de persuasión y de divulgación ideológica, las películas se siguen adaptando a las tecnologías, masas y culturas. Cada vez se conoce más acerca del poder que puede tener la propaganda y las formas creativas e ilimitadas de emplearse en los diferentes medios de comunicación. Un ejemplo claro del poder de la propaganda es el documental El triunfo de la voluntad, que podemos ver en YouTube, aquí el enlace
https://www.youtube.com/watch?v=p7hJVaTW45M
Usted puede buscar este documental sobre la propaganda de Hitler. Es increíble lo bien elaborada que está, puedo imaginar como tantas personas quedaron convencidas de las palabras de Hitler.
Casi un siglo después todavía consigue persuadir y mover almas, mentes y corazones de alguna manera. Los nazis sedujeron y condujeron a un pueblo a la guerra, pero en el documental observamos la alegría de los jóvenes y niños, su trabajo en equipo y un carismático entusiasmo. Es difícil ver en las caras alegres de niños y jóvenes las ideas de superioridad de raza, ni su absurda búsqueda de la perfección de las personas con una tonta manera de ver arte en la pureza de sangre. Sin embargo es un documental donde ellos justifican sentirse superiores y a los seres humanos nos gusta ese sentimiento de superioridad. Retrata un pueblo feliz, lleno de vida, juventud y alegría, un pueblo trabajador y no se ven los horrores de la guerra. Los jóvenes juegan, trabajan, se alimentan y se bañan. El líder Hitler junto a niños y jóvenes sonriendo. Muestran imágenes de la grandeza de una nación trabajadora, que protege los árboles y pueblos.
Por otro lado crecí con la imagen de un Hitler villano, y a pesar de saber los horribles crímenes que cometieron los nazis, puedo emocionarme con las imágenes y la música, no me quiero imaginar cómo emocionaron al pueblo alemán en esos años, esos gritos y sentimientos nacionalistas. Un pueblo que se sabía poderoso en tierra, mar y aire.
Propagandistas como los nazis, que tienen como objetivo seducir a las masas populares para que se sometan totalmente a su cosmovisión ideológica, ejercen modos de comunicación como las armas, sin ni siquiera ver la muerte y destrucción. En este tipo de propaganda las imágenes, música, diálogos y texto, ofrece un método múltiple a través del cual manipular al público. El propagandista inteligente entiende cómo editar juntos combinaciones visual-aural-verbal para obtener el máximo impacto. Entre los elementos clave de la propaganda más efectiva se encuentran un sentido de acción; símbolos asociados con los padres (Riefenstahl posicionó a Hitler como el padre todopoderoso que engendra una nueva Alemania); y los mensajes empaquetados como familiares y poco amenazantes.
El triunfo de la voluntad se mostró fuera de Alemania, incluidos los Estados Unidos. Entre sus espectadores estadounidenses se encontraba el director de Hollywood Frank Capra, que sirvió en el Cuerpo de Señales del Ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Entendiendo que todos iban al cine y que la gente generalmente confiaba en lo que veían en la pantalla, la administración Roosevelt encargó a Capra que hiciera películas que justificaran la participación del país en la guerra. Produjo una serie de siete películas tituladas colectivamente, Why We Fight, tomando prestadas técnicas e intercalando escenas de la propaganda nazi Triunfo del Destino con clips de noticiarios y películas de guerra. Mientras que el objetivo final de los nazis era la subyugación total, el gobierno estadounidense trató de fomentar el apoyo a la guerra a través de una conmovedora combinación de hechos y persuasión, utilizando técnicas similares a las que utilizaron los nazis al utilizar las imágenes, la música y un dialogo cargado de fuertes tendencias ideológicas.
Adalberto Gutiérrez | Ingeniero Agrónomo
