/ miércoles 5 de enero de 2022

Todo el Mundo es tu Maestro | Cada Año Nuevo

No sé para Ustedes pero para muchos es difícil comenzar un año nuevo, los más optimistas comienzan con una lista de propósitos, que por muy bien intencionados y por muy empeñosos que sean, muchos se quedan olvidados en el camino y otros tal vez continuarán en el próximo año. Empezamos un nuevo año, se terminó algo conocido y seguro, iniciamos una nueva etapa desapego y liberación de las cuestiones terrenales. Se acepta lo creativo del destino, nos liberamos y soltamos el control, ayudándonos a dejar a tras el inconsciente apego al sufrimiento cotidiano. Es tiempo de probar nuestra capacidad de amar y dar libertad de participar de trabajos grupales, de iniciar proyectos renovadores, futuristas y creativos. La verdad es que todos debemos comenzar algo nuevo, simple pero diferente en esta nueva aventura que inicia porque no nos queda otro remedio, porque lo hemos perdido todo y tenemos que volver a comenzar desde cero así que la mejor opción que tenemos para comenzar el año es con optimismo y responsabilidad.

Podemos sentarnos a ver cómo pasa la gente caminando por enfrente de nosotros pero si queremos que volteen a vernos y nos reconozcan tendremos que pararnos a caminar junto con ellos y hacernos responsables de nuestras acciones. Porque a veces hay que tomar decisiones que sacan de nuestra zona de confort, porque hay que cambiar pensamientos que han estado presentes a lo largo de nuestra existencia, hay un universo mucho más grande que lo que podemos imaginar. Hay que soltar apegos, dejar libres a las personas que amamos, amarlas con más intensidad pero de diferente manera. Hay que reconciliarnos con todas las personas y situaciones posibles. Hay que luchar contra los propios demonios de nuestro ego, vanidad, envidia, avaricia, etc.

Para muchas personas es difícil dar la bienvenida al 2022, sobre todo si el miedo toca la puerta con una sepa nueva de coronavirus, crisis sociales, económicas, muerte y devastación. Sin embargo lo nuevo siempre trae oportunidades y el año nuevo siempre es tiempo para recomenzar para hacer algo diferente que cambie la conciencia y las acciones.

En este enero me siento agradecido por el final y el comienzo de un giro de nuestro planeta. Una vuelta de rueda. Me detengo a agradecer por lo que tengo. “Reconozco y honro a los muertos y a los vivos” Y con la fuerza del amor me detengo a mirar hacia adelante, realizo una planeación del año, escribo mis prioridades y propósitos de este año. No una lista larga y complicada sino algo que pueda lograr, que este dentro de mis posibilidades.

Es tiempo de limpiar el hogar de arriba abajo, de tirar lo que no sirve de donar lo que puede servir a otros y a mí ya no me hace falta. Es una oportunidad para depurar y ventilar física y espiritualmente cada rinconcito de la casa.

Me despido de los planes que no funcionaron, de viejas prácticas que no me benefician. Perdono y me perdono. Me abrazo para hacer de este año un año mágico.

Agradezco a mis familiares y amigos, me siento agradecido por la amistad y el apoyo que me ofrecieron.

Sobretodo agradezco a mi Dios.

Todo muere, nace, cambia, para bien o para mal, de cualquier forma, sean como sean las circunstancias, todo merecerá la pena. Total, la vida puede ser una película, una obra de teatro, un juego, tal vez un sueño. Esperemos la magia y los dulces sueños convertidos en realidad.


Ing. Adalberto Gutiérrez Chávez | Ingeniero Agrónomo

No sé para Ustedes pero para muchos es difícil comenzar un año nuevo, los más optimistas comienzan con una lista de propósitos, que por muy bien intencionados y por muy empeñosos que sean, muchos se quedan olvidados en el camino y otros tal vez continuarán en el próximo año. Empezamos un nuevo año, se terminó algo conocido y seguro, iniciamos una nueva etapa desapego y liberación de las cuestiones terrenales. Se acepta lo creativo del destino, nos liberamos y soltamos el control, ayudándonos a dejar a tras el inconsciente apego al sufrimiento cotidiano. Es tiempo de probar nuestra capacidad de amar y dar libertad de participar de trabajos grupales, de iniciar proyectos renovadores, futuristas y creativos. La verdad es que todos debemos comenzar algo nuevo, simple pero diferente en esta nueva aventura que inicia porque no nos queda otro remedio, porque lo hemos perdido todo y tenemos que volver a comenzar desde cero así que la mejor opción que tenemos para comenzar el año es con optimismo y responsabilidad.

Podemos sentarnos a ver cómo pasa la gente caminando por enfrente de nosotros pero si queremos que volteen a vernos y nos reconozcan tendremos que pararnos a caminar junto con ellos y hacernos responsables de nuestras acciones. Porque a veces hay que tomar decisiones que sacan de nuestra zona de confort, porque hay que cambiar pensamientos que han estado presentes a lo largo de nuestra existencia, hay un universo mucho más grande que lo que podemos imaginar. Hay que soltar apegos, dejar libres a las personas que amamos, amarlas con más intensidad pero de diferente manera. Hay que reconciliarnos con todas las personas y situaciones posibles. Hay que luchar contra los propios demonios de nuestro ego, vanidad, envidia, avaricia, etc.

Para muchas personas es difícil dar la bienvenida al 2022, sobre todo si el miedo toca la puerta con una sepa nueva de coronavirus, crisis sociales, económicas, muerte y devastación. Sin embargo lo nuevo siempre trae oportunidades y el año nuevo siempre es tiempo para recomenzar para hacer algo diferente que cambie la conciencia y las acciones.

En este enero me siento agradecido por el final y el comienzo de un giro de nuestro planeta. Una vuelta de rueda. Me detengo a agradecer por lo que tengo. “Reconozco y honro a los muertos y a los vivos” Y con la fuerza del amor me detengo a mirar hacia adelante, realizo una planeación del año, escribo mis prioridades y propósitos de este año. No una lista larga y complicada sino algo que pueda lograr, que este dentro de mis posibilidades.

Es tiempo de limpiar el hogar de arriba abajo, de tirar lo que no sirve de donar lo que puede servir a otros y a mí ya no me hace falta. Es una oportunidad para depurar y ventilar física y espiritualmente cada rinconcito de la casa.

Me despido de los planes que no funcionaron, de viejas prácticas que no me benefician. Perdono y me perdono. Me abrazo para hacer de este año un año mágico.

Agradezco a mis familiares y amigos, me siento agradecido por la amistad y el apoyo que me ofrecieron.

Sobretodo agradezco a mi Dios.

Todo muere, nace, cambia, para bien o para mal, de cualquier forma, sean como sean las circunstancias, todo merecerá la pena. Total, la vida puede ser una película, una obra de teatro, un juego, tal vez un sueño. Esperemos la magia y los dulces sueños convertidos en realidad.


Ing. Adalberto Gutiérrez Chávez | Ingeniero Agrónomo

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