/ martes 19 de abril de 2022

Tiempos y Espacios | El Regreso del Meteorito

El Allende

Los aldabones de hierro y las gruesas puertas de madera de los balcones, vibraron. Al volar el extraño objeto de fuego sobre nuestra casa, hacía caer migajitas de adobe sobre la calle y en los extraños aullidos de perros azorados…

Con el principal objetivo de preservar muestras de los fabulosos minerales producidos en el Estado de Chihuahua, así como orientar a los mineros en su búsqueda, el gobernador Enrique C. Creel fundó la Exposición Minera Permanente en 1904. Esta colección tuvo una vida azarosa pues fue llevada parcialmente a exhibirse en Cd. Juárez, siendo regresada en costales de yute. Incluso, un encargado del museo “envió” a la fundición de Ávalos un lote de gran valor de raras muestras, encostaladas.

Entre los mineros que ayudaron al museo estaban los presidentes de la Asociación, Sres. Valente Chacón Baca y Francisco Aguayo; ambos pusieron interés en el mejoramiento de la colección. Son dignos de mención particular el Sr. Gerardo Heimpel quién donó una colección mundial de 325 ejemplares de minerales y rocas (ahora se encuentra perdida) y el Ing. Alberto C. Chávez; principal donador de magníficas piezas durante muchos años y también Presidente de la Asociación en varios períodos. Con la apertura de la sucursal en Chihuahua de la Comisión de Fomento Minero en 1954, al frente de la cual estaba el Ing. Alejandro R. Medrano, se logró la contratación de la Mineralogista Consuelo Aldeco, quién ordenó y clasificó los restos existentes de la colección, habiéndola instalado en sus antiguas vitrinas en el viejo Palacio de Justicia, clasificándolas por minerales de valor económico: plomo, zinc, cobre, etc. La Expo Minera estuvo al cuidado de nuestro gran maestro Ing. Carlos García Gutiérrez, de 1954 a 1968, y, a quién recordamos con mucho respeto y cariño, por ser el motivador y quién despertara nuestro interés por el estudio de las rocas y minerales; rodeados a él, pasábamos largas horas de charla bajo la sombra de los frondosos árboles en la Facultad de Ingeniería, del antiguo campus -avenida Universidad en la capital. Por cierto que nuestra generación 1989, lleva orgullosamente el nombre del ilustre maestro.

En 1975 el Gobierno del Estado había formado el Departamento de Desarrollo Económico y se llevó parte del museo al sótano de esta dependencia en la calle Victoria donde fue exhibido. Tres años después terminó por donarse a la Facultad de Ingeniería de la UACH; donde fueron sustraídas en diferentes sucesos, las piezas más valiosas: Un ejemplar de plata nativa (casi pura) de 35 kg originaria del mineral de Sabinal, Chih. Y dos muestras de tamaño muy regular del meteorito de Allende (que tuvimos la muda experiencia de presenciarlo surcando el cielo aquella fresca madrugada de febrero del 69), estas últimas, tras una ardua investigación fueron recuperadas por las autoridades con gran éxito.

La familia del general Marcelo Caraveo donó casi la mitad de esa importante colección, y la otra contribución fue de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México. A. C. (con un valor de veintiocho mil pesos de 1965). Desde 1980 se instalaron en un local apropiado donde se le han adicionado muchos ejemplares obtenidos por donación o por compra. Posteriormente se trasladaron al nuevo campus de la UACH.

Felicidades al municipio de Allende por emprender tan importante proyecto para la construcción del museo del meteorito, y ojalá se hagan las gestiones correspondientes para recuperar los restos del mamut y demás piezas prehistóricas, que también vendrán a ser el detonante histórico, cultural, y turístico de la región sur del estado grande.


Prof. Ramón Lerma Alvídrez | Ingeniero

El Allende

Los aldabones de hierro y las gruesas puertas de madera de los balcones, vibraron. Al volar el extraño objeto de fuego sobre nuestra casa, hacía caer migajitas de adobe sobre la calle y en los extraños aullidos de perros azorados…

Con el principal objetivo de preservar muestras de los fabulosos minerales producidos en el Estado de Chihuahua, así como orientar a los mineros en su búsqueda, el gobernador Enrique C. Creel fundó la Exposición Minera Permanente en 1904. Esta colección tuvo una vida azarosa pues fue llevada parcialmente a exhibirse en Cd. Juárez, siendo regresada en costales de yute. Incluso, un encargado del museo “envió” a la fundición de Ávalos un lote de gran valor de raras muestras, encostaladas.

Entre los mineros que ayudaron al museo estaban los presidentes de la Asociación, Sres. Valente Chacón Baca y Francisco Aguayo; ambos pusieron interés en el mejoramiento de la colección. Son dignos de mención particular el Sr. Gerardo Heimpel quién donó una colección mundial de 325 ejemplares de minerales y rocas (ahora se encuentra perdida) y el Ing. Alberto C. Chávez; principal donador de magníficas piezas durante muchos años y también Presidente de la Asociación en varios períodos. Con la apertura de la sucursal en Chihuahua de la Comisión de Fomento Minero en 1954, al frente de la cual estaba el Ing. Alejandro R. Medrano, se logró la contratación de la Mineralogista Consuelo Aldeco, quién ordenó y clasificó los restos existentes de la colección, habiéndola instalado en sus antiguas vitrinas en el viejo Palacio de Justicia, clasificándolas por minerales de valor económico: plomo, zinc, cobre, etc. La Expo Minera estuvo al cuidado de nuestro gran maestro Ing. Carlos García Gutiérrez, de 1954 a 1968, y, a quién recordamos con mucho respeto y cariño, por ser el motivador y quién despertara nuestro interés por el estudio de las rocas y minerales; rodeados a él, pasábamos largas horas de charla bajo la sombra de los frondosos árboles en la Facultad de Ingeniería, del antiguo campus -avenida Universidad en la capital. Por cierto que nuestra generación 1989, lleva orgullosamente el nombre del ilustre maestro.

En 1975 el Gobierno del Estado había formado el Departamento de Desarrollo Económico y se llevó parte del museo al sótano de esta dependencia en la calle Victoria donde fue exhibido. Tres años después terminó por donarse a la Facultad de Ingeniería de la UACH; donde fueron sustraídas en diferentes sucesos, las piezas más valiosas: Un ejemplar de plata nativa (casi pura) de 35 kg originaria del mineral de Sabinal, Chih. Y dos muestras de tamaño muy regular del meteorito de Allende (que tuvimos la muda experiencia de presenciarlo surcando el cielo aquella fresca madrugada de febrero del 69), estas últimas, tras una ardua investigación fueron recuperadas por las autoridades con gran éxito.

La familia del general Marcelo Caraveo donó casi la mitad de esa importante colección, y la otra contribución fue de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México. A. C. (con un valor de veintiocho mil pesos de 1965). Desde 1980 se instalaron en un local apropiado donde se le han adicionado muchos ejemplares obtenidos por donación o por compra. Posteriormente se trasladaron al nuevo campus de la UACH.

Felicidades al municipio de Allende por emprender tan importante proyecto para la construcción del museo del meteorito, y ojalá se hagan las gestiones correspondientes para recuperar los restos del mamut y demás piezas prehistóricas, que también vendrán a ser el detonante histórico, cultural, y turístico de la región sur del estado grande.


Prof. Ramón Lerma Alvídrez | Ingeniero