/ martes 29 de octubre de 2019

Tiempos van y vienen

Buenos y malos tiempos, guerras y vidas van y vienen. Las tristezas y las alegrías se suben a la rueda de la fortuna. ¿Qué vivieron nuestros ancestros, que estamos viviendo y que les vendrá a nuestras nuevas generaciones? ¿Qué podemos hacer mientras los millones de células que tenemos en nuestro cuerpo nos mantienen vivos?

Tal vez podamos aportar algo sin sentirnos una insignificante bacteria en el planeta, y si mutamos no solo las células de nuestro cuerpo ¿sino también las de nuestro espíritu? Si en los tiempos que van y vienen respiramos a favor de la paz hasta hacerla viral. Dejemos que los que están infectados de amor contaminen por donde quiera, y que todos los sentimientos cursis sean razones de supervivencia y evolución.

Podremos combatir las desoladas experiencias del mundo, desde nuestro espíritu. Es desde nuestro interior el mejor lugar para luchar en tiempos malos y gozar en los buenos. Respirar tan profundamente que nuestro aliento se mantenga por instantes eternos sobre todas las cosas.

Que el aliento de la vida se sostenga más allá de las noticias que dan los medios de tantas muertes a causa de la violencia, problemas sociales, por causa de corrupción, crisis económica, política, entre otros problemas que nos aquejan como humanidad.

Más que utopía es esperanza que da la seguridad de que este mundo va evolucionando, junto a los malos tiempos se encadenan los buenos.

Existen almas con esperanza y virtudes como la humildad y la compasión. Se desarrollan diferentes aspectos de la espiritualidad. Existen quienes nos llenan de alegría y hacen latir nuestro corazón lleno de gozo.

Tiempos van y vienen, alientos van, vienen y permanecen perpetuados como rocas en la tierra, y que por fin un día se regeneran y dan paso a nuevas eras.



Buenos y malos tiempos, guerras y vidas van y vienen. Las tristezas y las alegrías se suben a la rueda de la fortuna. ¿Qué vivieron nuestros ancestros, que estamos viviendo y que les vendrá a nuestras nuevas generaciones? ¿Qué podemos hacer mientras los millones de células que tenemos en nuestro cuerpo nos mantienen vivos?

Tal vez podamos aportar algo sin sentirnos una insignificante bacteria en el planeta, y si mutamos no solo las células de nuestro cuerpo ¿sino también las de nuestro espíritu? Si en los tiempos que van y vienen respiramos a favor de la paz hasta hacerla viral. Dejemos que los que están infectados de amor contaminen por donde quiera, y que todos los sentimientos cursis sean razones de supervivencia y evolución.

Podremos combatir las desoladas experiencias del mundo, desde nuestro espíritu. Es desde nuestro interior el mejor lugar para luchar en tiempos malos y gozar en los buenos. Respirar tan profundamente que nuestro aliento se mantenga por instantes eternos sobre todas las cosas.

Que el aliento de la vida se sostenga más allá de las noticias que dan los medios de tantas muertes a causa de la violencia, problemas sociales, por causa de corrupción, crisis económica, política, entre otros problemas que nos aquejan como humanidad.

Más que utopía es esperanza que da la seguridad de que este mundo va evolucionando, junto a los malos tiempos se encadenan los buenos.

Existen almas con esperanza y virtudes como la humildad y la compasión. Se desarrollan diferentes aspectos de la espiritualidad. Existen quienes nos llenan de alegría y hacen latir nuestro corazón lleno de gozo.

Tiempos van y vienen, alientos van, vienen y permanecen perpetuados como rocas en la tierra, y que por fin un día se regeneran y dan paso a nuevas eras.