/ martes 27 de abril de 2021

Tiempos & espacios | T&E el barco

¿Imagina usted una embarcación de tamaño natural – bergantín -, buque de dos palos y vela cuadrada o redonda - construido y navegando por las calles y ríos de Chihuahua -capital- en 1822? Suena raro, pero, sí lo hubo. Tiempo atrás, cuando también realizamos labor docente en la región de Valle de Zaragoza, - ex hacienda de Nuestra Señora del Pilar del Conchos, único Mayorazgo fundado al norte desde el Río Nazas; propiedad de don Valerio Cortés del Rey -siglo XVII- dentro de nuestras actividades de investigación para conocer el contexto de la región, nos apoyamos en importantes apuntes referentes al origen de este próspero pueblo. Resumiendo, compilando, y aportando nuevos datos de su historiografía, editamos un sencillo libro que, su título principal, dio origen al nombre de este espacio. En él, hacemos alusión a una embarcación – chalan- que se construyó a mediados del siglo pasado, con el propósito de cruzar a la otra orilla del Río Conchos, a personas y vehículos, principalmente. Aludimos también a la difícil expedición en 1598 de Juan de Oñate, para conquistar el territorio norte; y que, hizo cruzar sus provisiones y a cientos de seguidores a través de la improvisación de un puente construido con ruedas de las carretas, y demás madera de la región del “río de Conchos”. Al igual, mencionamos como antecedentes del Mayorazgo, a la intrépida empresa que realiza Hernán Cortés. Entre las crónicas más interesantes están las de Bernal Díaz del Castillo en su "Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España", que, aunque fue escrita muchos años después de la conquista, es uno de los testimonios más fieles e imparciales de todo lo que vio y de cómo y cuándo sucedió.

Las embarcaciones que construyó Cortés en Tlaxcala para la conquista de Tenochtitlán eran BERGANTINES, de un solo mástil, de 10 a 13 metros de eslora (de largo), cuatro metros de manga (ancho), doce remeros y 25 hombres de dotación.
Se dice que Cortés le puso a los navíos el nombre de los doce apóstoles y la nave capitana se llamó Cristo. Fueron construidos con los restos de la escuadra de Velásquez que Cortés ordenó desarmar en Veracruz, y llevadas hasta Tlaxcala por miles de cargadores, los ensayó en el rio Zahuapán y volvió a desarmar, armándolos de nuevo en el lago Texcoco, con ellos logró vencer la resistencia de los aztecas. Trecientos años después, Chihuahua no sería la excepción. Se ordenó construir un buque de guerra contra “los indios” para celebrar la llegada al poder del Emperador Iturbide en 1821. Estas, son algunas de las anécdotas y curiosidades históricas que, el Maestro: Arturo Medrano, expone en su conferencia llamada “ La libertad en Chihuahua 1822”. Medrano, cuenta con un prestigio reconocido, habiendo sido Director del Archivo Histórico de México, Cronista histórico musical de Chihuahua, descubridor de la primera mascarilla mortuoria de Benito Juárez, cantante, colaborador de periódicos nacionales y regionales, asesor de cineastas, e investigador. Con la celebración de una grandiosa fiesta en la ciudad de Chihuahua que entonces pasó a llamarse por un tiempo “Chihuahua de Iturbide”, increíblemente se vio pasar la embarcación, como si fuera navegando, bajando por la calle del Comercio- Independencia- En las banquetas los niños y demás personas le hacía valla, sujetando y ondeando telas de diferentes tonos azules emulando el oleaje. En el trayecto, los de borda – artistas- exclamaban poemas y canciones alegrando el recorrido hasta el río Chuviscar.

“ A tal fin, inventaron mandar construir un bergantín de guerra, “Correo Agustín”, de trece varas de quilla, quince de boca, y tres cuartas de manga”; tal como rezaba la publicación de los fastos bajo el título de “La villa de Chihuahua festeja la exaltación de Agustín de Iturbide al Trono Imperial Mexicano”. El bergantín navegó por los ríos Chuviscar y Sacramento para llegar al del Conchos, y de ahí al Bravo, y al mar.


¿Imagina usted una embarcación de tamaño natural – bergantín -, buque de dos palos y vela cuadrada o redonda - construido y navegando por las calles y ríos de Chihuahua -capital- en 1822? Suena raro, pero, sí lo hubo. Tiempo atrás, cuando también realizamos labor docente en la región de Valle de Zaragoza, - ex hacienda de Nuestra Señora del Pilar del Conchos, único Mayorazgo fundado al norte desde el Río Nazas; propiedad de don Valerio Cortés del Rey -siglo XVII- dentro de nuestras actividades de investigación para conocer el contexto de la región, nos apoyamos en importantes apuntes referentes al origen de este próspero pueblo. Resumiendo, compilando, y aportando nuevos datos de su historiografía, editamos un sencillo libro que, su título principal, dio origen al nombre de este espacio. En él, hacemos alusión a una embarcación – chalan- que se construyó a mediados del siglo pasado, con el propósito de cruzar a la otra orilla del Río Conchos, a personas y vehículos, principalmente. Aludimos también a la difícil expedición en 1598 de Juan de Oñate, para conquistar el territorio norte; y que, hizo cruzar sus provisiones y a cientos de seguidores a través de la improvisación de un puente construido con ruedas de las carretas, y demás madera de la región del “río de Conchos”. Al igual, mencionamos como antecedentes del Mayorazgo, a la intrépida empresa que realiza Hernán Cortés. Entre las crónicas más interesantes están las de Bernal Díaz del Castillo en su "Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España", que, aunque fue escrita muchos años después de la conquista, es uno de los testimonios más fieles e imparciales de todo lo que vio y de cómo y cuándo sucedió.

Las embarcaciones que construyó Cortés en Tlaxcala para la conquista de Tenochtitlán eran BERGANTINES, de un solo mástil, de 10 a 13 metros de eslora (de largo), cuatro metros de manga (ancho), doce remeros y 25 hombres de dotación.
Se dice que Cortés le puso a los navíos el nombre de los doce apóstoles y la nave capitana se llamó Cristo. Fueron construidos con los restos de la escuadra de Velásquez que Cortés ordenó desarmar en Veracruz, y llevadas hasta Tlaxcala por miles de cargadores, los ensayó en el rio Zahuapán y volvió a desarmar, armándolos de nuevo en el lago Texcoco, con ellos logró vencer la resistencia de los aztecas. Trecientos años después, Chihuahua no sería la excepción. Se ordenó construir un buque de guerra contra “los indios” para celebrar la llegada al poder del Emperador Iturbide en 1821. Estas, son algunas de las anécdotas y curiosidades históricas que, el Maestro: Arturo Medrano, expone en su conferencia llamada “ La libertad en Chihuahua 1822”. Medrano, cuenta con un prestigio reconocido, habiendo sido Director del Archivo Histórico de México, Cronista histórico musical de Chihuahua, descubridor de la primera mascarilla mortuoria de Benito Juárez, cantante, colaborador de periódicos nacionales y regionales, asesor de cineastas, e investigador. Con la celebración de una grandiosa fiesta en la ciudad de Chihuahua que entonces pasó a llamarse por un tiempo “Chihuahua de Iturbide”, increíblemente se vio pasar la embarcación, como si fuera navegando, bajando por la calle del Comercio- Independencia- En las banquetas los niños y demás personas le hacía valla, sujetando y ondeando telas de diferentes tonos azules emulando el oleaje. En el trayecto, los de borda – artistas- exclamaban poemas y canciones alegrando el recorrido hasta el río Chuviscar.

“ A tal fin, inventaron mandar construir un bergantín de guerra, “Correo Agustín”, de trece varas de quilla, quince de boca, y tres cuartas de manga”; tal como rezaba la publicación de los fastos bajo el título de “La villa de Chihuahua festeja la exaltación de Agustín de Iturbide al Trono Imperial Mexicano”. El bergantín navegó por los ríos Chuviscar y Sacramento para llegar al del Conchos, y de ahí al Bravo, y al mar.