/ martes 23 de marzo de 2021

Tiempos & Espacios | Los juguetes de Villa

(Nos ofrecen un submarino, general)

AVIONES: Los pilotos estadounidenses que conformaron en diferentes etapas la bien pagada (en monedas de oro) flotilla aérea villista, lanzaban bombas Shneider 75mm con estabilizador vertical, y otras en forma de pera, variando entre 5 y 9 kg. Hipólito Villa se encargaría de comprar los tres primeros Whright tipo B y Christofferson que dieron mucha guerra tanto en batalla como en funcionamiento. Al igual que los posteriores bimotor Curttis, que pilotearon Mcguire y Jack Mayer perdiendo la vida al estrellarse en el mismo campamento de Aguascalientes, al hacer vuelos de exhibición y de prueba, respectivamente. Luego, Fish y Taylor, fueron heridos en vuelo y lograron aterrizar de emergencia sus aviones. El gral. Pershing en la punitiva utilizó cuatro Curttis y un N-8s, que al igual, tuvieron una gran cantidad de problemas –Rader se estrella por fallas mecánicas-.

TRENES: Aparte de los que se utilizaron para movimiento de tropa, armas, pertrechos, cabalgaduras, provisiones, combustible, periodistas, y colados, fueron los equipadísimos hospitales rodantes, y el que acondicionó Lester P. Barlow, reclutado por la División del Norte; este, organizó un aeródromo móvil, tren equipado para transportar y dar mantenimiento a las aeronaves, y vehículos; tenía taller, cuartos de recreación con todas las comodidades de la época, incluso una vitrola, y, un vagón blindado y artillado para defender el convoy.

APACHES: Después de la guerra contra Gerónimo quedaron pocos, más adelante participaron como guías en la revolución, existe foto de: Es Ki Ben De y el sargento Chiken que acompañaron a la punitiva, ganaban la paga regular de un soldado de caballería y 40 centavos más por tener caballos y equipo propio. Impresionan.

TRACTORES: En Canutillo, Villa sustituye los arados de punta metálica por los 10 tractores comprados en Texas a Jimmie Caldwell quién se encargó de capacitar a peones y medieros en la hacienda, también existe la foto de los dos güeros -Pancho y Jimmy-. Posteriormente hace tratos con un vendedor Inglés sobre otros tractores.

MOTOCICLETAS: Incansable y fascinado por la modernidad se entrevistará con Villa un vendedor de motos INDIAN que le quería vender varias. Y pa’ cerrar:

SUBMARINO: Enrique Llorente, también como intermediario de compras, avisa por correo desde Washington: “Se nos ofrece en venta un submarino…”. Ocho nudos de velocidad, 35 m de largo aproximadamente en referencia con foto anexa donde en la parte de atrás, se dan especificaciones y precios según el equipo, por ejemplo: si era entregado en Florida serían 340 mil dólares e incluía tripulación -un oficial y siete marineros- y tres lanzatorpedos; ¿para qué le serviría Villa? -Para bloquear los puertos principales del Golfo, e impedir la entrada de armas y municiones a los carrancistas-, Villa decidió priorizar el dinero y no comprar ese “monstruo” que era un pedido del Zar de Rusia, al cual le habían bloqueado su adquisición.

Hacer referencia de lo anterior pareciera estarse mencionando simples juguetes, no obstante, para las condiciones de la época, las circunstancias y los contextos del proceso revolucionario en México, fueron notas fuera de serie.


(Nos ofrecen un submarino, general)

AVIONES: Los pilotos estadounidenses que conformaron en diferentes etapas la bien pagada (en monedas de oro) flotilla aérea villista, lanzaban bombas Shneider 75mm con estabilizador vertical, y otras en forma de pera, variando entre 5 y 9 kg. Hipólito Villa se encargaría de comprar los tres primeros Whright tipo B y Christofferson que dieron mucha guerra tanto en batalla como en funcionamiento. Al igual que los posteriores bimotor Curttis, que pilotearon Mcguire y Jack Mayer perdiendo la vida al estrellarse en el mismo campamento de Aguascalientes, al hacer vuelos de exhibición y de prueba, respectivamente. Luego, Fish y Taylor, fueron heridos en vuelo y lograron aterrizar de emergencia sus aviones. El gral. Pershing en la punitiva utilizó cuatro Curttis y un N-8s, que al igual, tuvieron una gran cantidad de problemas –Rader se estrella por fallas mecánicas-.

TRENES: Aparte de los que se utilizaron para movimiento de tropa, armas, pertrechos, cabalgaduras, provisiones, combustible, periodistas, y colados, fueron los equipadísimos hospitales rodantes, y el que acondicionó Lester P. Barlow, reclutado por la División del Norte; este, organizó un aeródromo móvil, tren equipado para transportar y dar mantenimiento a las aeronaves, y vehículos; tenía taller, cuartos de recreación con todas las comodidades de la época, incluso una vitrola, y, un vagón blindado y artillado para defender el convoy.

APACHES: Después de la guerra contra Gerónimo quedaron pocos, más adelante participaron como guías en la revolución, existe foto de: Es Ki Ben De y el sargento Chiken que acompañaron a la punitiva, ganaban la paga regular de un soldado de caballería y 40 centavos más por tener caballos y equipo propio. Impresionan.

TRACTORES: En Canutillo, Villa sustituye los arados de punta metálica por los 10 tractores comprados en Texas a Jimmie Caldwell quién se encargó de capacitar a peones y medieros en la hacienda, también existe la foto de los dos güeros -Pancho y Jimmy-. Posteriormente hace tratos con un vendedor Inglés sobre otros tractores.

MOTOCICLETAS: Incansable y fascinado por la modernidad se entrevistará con Villa un vendedor de motos INDIAN que le quería vender varias. Y pa’ cerrar:

SUBMARINO: Enrique Llorente, también como intermediario de compras, avisa por correo desde Washington: “Se nos ofrece en venta un submarino…”. Ocho nudos de velocidad, 35 m de largo aproximadamente en referencia con foto anexa donde en la parte de atrás, se dan especificaciones y precios según el equipo, por ejemplo: si era entregado en Florida serían 340 mil dólares e incluía tripulación -un oficial y siete marineros- y tres lanzatorpedos; ¿para qué le serviría Villa? -Para bloquear los puertos principales del Golfo, e impedir la entrada de armas y municiones a los carrancistas-, Villa decidió priorizar el dinero y no comprar ese “monstruo” que era un pedido del Zar de Rusia, al cual le habían bloqueado su adquisición.

Hacer referencia de lo anterior pareciera estarse mencionando simples juguetes, no obstante, para las condiciones de la época, las circunstancias y los contextos del proceso revolucionario en México, fueron notas fuera de serie.