/ miércoles 18 de agosto de 2021

Tiempos & Espacios | Indio Gasparino

Rodolfo Enrique Cabral Camiñas, nació en Buenos Aires, Argentina el 22 de mayo de 1937, murió asesinado en la ciudad de Guatemala el 9 de julio de 2011. Él fue un cantautor, poeta, escritor y filósofo cuyo nombre artístico era al principio Indio Gasparino, pero luego adoptó su nombre por el cual sería conocido: “Facundo Cabral”. Visitó y actuó en 165 países, con conciertos en lugares como el Lincoln Center de Nueva York, la Catedral de Toledo y el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México. Un día antes de su nacimiento, su padre se fue del hogar. Su madre y sus otros seis hermanos vivían en casa del abuelo paterno de Facundo Cabral, quien expulsó al resto de la familia. Cabral afirmó varios años más tarde que su nacimiento se produciría en una calle de la ciudad de La Plata. Sus primeros años los pasó en Berisso, localidad adyacente a La Plata. Posteriormente, la madre de Cabral y sus hijos emigraron hacia Tierra del Fuego, en el sur de Argentina. En una entrevista en 2009 relató una historia de su infancia, según la cual a la edad de 9 años escapó de su hogar y estuvo desaparecido cuatro meses. Su propósito inicial era llegar hasta Buenos Aires para conocer al entonces presidente argentino Juan Domingo Perón. Así que se fue a La Plata, durmió al costado de la Catedral, y al día siguiente Facundo, siendo apenas un niño, logró burlar el cerco policial alrededor del mandatario y su esposa, Eva Duarte. Cuando un policía lo agarró para retirarlo, el presidente, que estaba saludando hacia ese lado, le dijo al policía "Déjelo venir", e hizo parar su automóvil descapotable, que tenía un estribo al que Facundo se subió de inmediato y conversó con ambos. "¿Quería decirme algo?", le habría preguntado el presidente. "Sí, ¿hay trabajo?", respondió Facundo. En un reportaje confesó que Eva Perón, en ese momento diría la primera "frase ética" que él escucharía en su vida, y que lo acompañaría por siempre: "Por fin, alguien que pide trabajo y no limosna". Gracias a esta conversación, logró que su madre obtuviera empleo y el resto de la familia se trasladara a Tandil.

“Me gusta andar pero no sigo el camino pues lo seguro ya no tiene misterio”.

"De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones".

“Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo”.

“No estás deprimido, estás distraído. Distraído de la vida que vuela”.

“Las cosas se hacen por amor, o no sirven”.

“No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad”.

"Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye hay millones de caricias que alimentan a la vida".

"La vida no te quita cosas, te libera de cosas".

“Pero no digas no puedo ni en broma! Porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes.

“Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.”

“No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la tierra.”

Ramón Lerma Alvídrez

Profesor

Rodolfo Enrique Cabral Camiñas, nació en Buenos Aires, Argentina el 22 de mayo de 1937, murió asesinado en la ciudad de Guatemala el 9 de julio de 2011. Él fue un cantautor, poeta, escritor y filósofo cuyo nombre artístico era al principio Indio Gasparino, pero luego adoptó su nombre por el cual sería conocido: “Facundo Cabral”. Visitó y actuó en 165 países, con conciertos en lugares como el Lincoln Center de Nueva York, la Catedral de Toledo y el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México. Un día antes de su nacimiento, su padre se fue del hogar. Su madre y sus otros seis hermanos vivían en casa del abuelo paterno de Facundo Cabral, quien expulsó al resto de la familia. Cabral afirmó varios años más tarde que su nacimiento se produciría en una calle de la ciudad de La Plata. Sus primeros años los pasó en Berisso, localidad adyacente a La Plata. Posteriormente, la madre de Cabral y sus hijos emigraron hacia Tierra del Fuego, en el sur de Argentina. En una entrevista en 2009 relató una historia de su infancia, según la cual a la edad de 9 años escapó de su hogar y estuvo desaparecido cuatro meses. Su propósito inicial era llegar hasta Buenos Aires para conocer al entonces presidente argentino Juan Domingo Perón. Así que se fue a La Plata, durmió al costado de la Catedral, y al día siguiente Facundo, siendo apenas un niño, logró burlar el cerco policial alrededor del mandatario y su esposa, Eva Duarte. Cuando un policía lo agarró para retirarlo, el presidente, que estaba saludando hacia ese lado, le dijo al policía "Déjelo venir", e hizo parar su automóvil descapotable, que tenía un estribo al que Facundo se subió de inmediato y conversó con ambos. "¿Quería decirme algo?", le habría preguntado el presidente. "Sí, ¿hay trabajo?", respondió Facundo. En un reportaje confesó que Eva Perón, en ese momento diría la primera "frase ética" que él escucharía en su vida, y que lo acompañaría por siempre: "Por fin, alguien que pide trabajo y no limosna". Gracias a esta conversación, logró que su madre obtuviera empleo y el resto de la familia se trasladara a Tandil.

“Me gusta andar pero no sigo el camino pues lo seguro ya no tiene misterio”.

"De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones".

“Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo”.

“No estás deprimido, estás distraído. Distraído de la vida que vuela”.

“Las cosas se hacen por amor, o no sirven”.

“No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad”.

"Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye hay millones de caricias que alimentan a la vida".

"La vida no te quita cosas, te libera de cosas".

“Pero no digas no puedo ni en broma! Porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes.

“Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.”

“No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la tierra.”

Ramón Lerma Alvídrez

Profesor