/ martes 2 de noviembre de 2021

Tiempos & Espacios | Edison vs Tesla


Nikola Tesla, de origen serbio, nació en 1856 una pequeña aldea de lo que hoy es Croacia. De mente privilegiada, con 25 años obtuvo su primer trabajo como ingeniero en Hungría. Desde allí se mudó a Francia, donde trabajó en una filial del que sería su gran rival, Thomas Edison. En 1883 su descomunal talento le llevó a Estados Unidos para trabajar con el propio Edison. Tesla demostró que la corriente continua de Edison era cara e ineficaz. Cuando mayor era la distancia, más energía se perdía por el camino. Como alternativa, Tesla presentó su propio sistema: la corriente alterna. La idea de Tesla permitía que la electricidad generada en las centrales fuera elevada a una alta tensión y transportada a lo largo de enormes distancias sin apenas pérdidas de energía. Una vez que llegaba a su destino, era fácil y barato emplear transformadores para distribuirla en media y baja tensión. Este es el sistema que se utiliza hoy en día para hacer llegar la energía desde una central hasta tu casa. La rivalidad entre Tesla y Edison no era solo una batalla de ideas. Era también una guerra económica entre empresas. Thomas Edison se alió con J.P. Morgan, el banquero más poderoso de Estados Unidos, para electrificar con corriente continua todo el país. Este fue el germen de la todopoderosa General Electric. Nikola Tesla creó la Tesla Electric Company y se asoció con el inventor y empresario George Westinghouse Jr. Edison sabía que su sistema era menos eficiente, pero renunciar a él significaba renunciar a ingentes sumas de dinero. La empresa de Tesla fue ganando más y más contratos, ya que sus ventajas eran evidentes. Pero entonces topó con un serio obstáculo: hubo varios accidentes mortales de técnicos y operarios, debido a los altos voltajes de la corriente alterna. Con cada muerte, el bando de Edison se ocupaba de desprestigiar a Tesla y su corriente alterna con la ayuda de varios periódicos de gran tirada.

El juego sucio llegó hasta el punto de organizar demostraciones públicas, en el mejor estilo circense, en las que partidarios de Edison aplicaban primero una leve corriente continua a un animal, dejándolo atontado. Después le aplicaban corriente alterna de alto voltaje y lo electrocutaban. El objetivo era que cundiese el pánico sobre las consecuencias de electrificar el país con corriente alterna. El propio Edison bajó al barro escribiendo artículos alarmistas en los que calificaba a la corriente alterna de "amenaza constante" para hogares y personas.

Sin embargo, con el paso de los años, la corriente alterna fue imponiéndose como el mejor sistema para electrificar el país, aumentándose las medidas de seguridad en tendidos eléctricos y subestaciones. Fue el sistema elegido tanto en la Feria Mundial de Chicago de 1893 como en las instalaciones eléctricas de las cataratas del Niágara.

El genio no pudo disfrutar de la victoria, ya que Tesla se había visto obligado a vender su patente a Westinghouse. Pero finalmente la empresa de Edison, ya rebautizada como General Electric, admitió implícitamente la derrota al solicitar la licencia de la patente de Westinghouse para usar corriente alterna en sus proyectos de electrificación. Edison se hizo millonario debido a decenas de patentes como la bombilla o el fonógrafo. Se convirtió en uno de los inventores más conocidos y aplaudidos de la historia. Solo en los últimos años la figura de Tesla, cuyo nombre es el de la marca más conocida de coches eléctricos ha empezado a ser revalorizada.

“La corriente alterna de Tesla cambió la historia de la civilización, pero murió pobre, y erróneamente considerado por muchos como un científico loco.”


Ramón Lerma Alvidrez | Profesor



Nikola Tesla, de origen serbio, nació en 1856 una pequeña aldea de lo que hoy es Croacia. De mente privilegiada, con 25 años obtuvo su primer trabajo como ingeniero en Hungría. Desde allí se mudó a Francia, donde trabajó en una filial del que sería su gran rival, Thomas Edison. En 1883 su descomunal talento le llevó a Estados Unidos para trabajar con el propio Edison. Tesla demostró que la corriente continua de Edison era cara e ineficaz. Cuando mayor era la distancia, más energía se perdía por el camino. Como alternativa, Tesla presentó su propio sistema: la corriente alterna. La idea de Tesla permitía que la electricidad generada en las centrales fuera elevada a una alta tensión y transportada a lo largo de enormes distancias sin apenas pérdidas de energía. Una vez que llegaba a su destino, era fácil y barato emplear transformadores para distribuirla en media y baja tensión. Este es el sistema que se utiliza hoy en día para hacer llegar la energía desde una central hasta tu casa. La rivalidad entre Tesla y Edison no era solo una batalla de ideas. Era también una guerra económica entre empresas. Thomas Edison se alió con J.P. Morgan, el banquero más poderoso de Estados Unidos, para electrificar con corriente continua todo el país. Este fue el germen de la todopoderosa General Electric. Nikola Tesla creó la Tesla Electric Company y se asoció con el inventor y empresario George Westinghouse Jr. Edison sabía que su sistema era menos eficiente, pero renunciar a él significaba renunciar a ingentes sumas de dinero. La empresa de Tesla fue ganando más y más contratos, ya que sus ventajas eran evidentes. Pero entonces topó con un serio obstáculo: hubo varios accidentes mortales de técnicos y operarios, debido a los altos voltajes de la corriente alterna. Con cada muerte, el bando de Edison se ocupaba de desprestigiar a Tesla y su corriente alterna con la ayuda de varios periódicos de gran tirada.

El juego sucio llegó hasta el punto de organizar demostraciones públicas, en el mejor estilo circense, en las que partidarios de Edison aplicaban primero una leve corriente continua a un animal, dejándolo atontado. Después le aplicaban corriente alterna de alto voltaje y lo electrocutaban. El objetivo era que cundiese el pánico sobre las consecuencias de electrificar el país con corriente alterna. El propio Edison bajó al barro escribiendo artículos alarmistas en los que calificaba a la corriente alterna de "amenaza constante" para hogares y personas.

Sin embargo, con el paso de los años, la corriente alterna fue imponiéndose como el mejor sistema para electrificar el país, aumentándose las medidas de seguridad en tendidos eléctricos y subestaciones. Fue el sistema elegido tanto en la Feria Mundial de Chicago de 1893 como en las instalaciones eléctricas de las cataratas del Niágara.

El genio no pudo disfrutar de la victoria, ya que Tesla se había visto obligado a vender su patente a Westinghouse. Pero finalmente la empresa de Edison, ya rebautizada como General Electric, admitió implícitamente la derrota al solicitar la licencia de la patente de Westinghouse para usar corriente alterna en sus proyectos de electrificación. Edison se hizo millonario debido a decenas de patentes como la bombilla o el fonógrafo. Se convirtió en uno de los inventores más conocidos y aplaudidos de la historia. Solo en los últimos años la figura de Tesla, cuyo nombre es el de la marca más conocida de coches eléctricos ha empezado a ser revalorizada.

“La corriente alterna de Tesla cambió la historia de la civilización, pero murió pobre, y erróneamente considerado por muchos como un científico loco.”


Ramón Lerma Alvidrez | Profesor