/ miércoles 22 de mayo de 2019

TE ABRAZO EN EL RECUERDO  



Después de permanecer unido al árbol que es la fuente del ser, el mejor fruto con la sazón del tiempo maduró, dejando a la diestra su robustez no sin antes ganar en sabor y aroma, la mejor semilla se encuentra en el mejor fruto y para que pueda seguir dando infinita vida, debe regresar sin condición alguna a la madre tierra.

Ayer el mejor fruto del huerto cayó del árbol, hoy con un dolor que nubla el horizonte de la vida, buscamos en la rama aquella donde permaneciste por tanto tiempo, gotas de tristeza ruedan por el desierto donde aún habitan tus besos, la nostalgia comienza a habitar en un rincón del pensamiento e intenta cavar un hueco profundo en el desconcertado corazón que sufre la ausencia.

Con un reflejo sin control te abrazamos en el recuerdo, la sombra de tus huellas deambulan por el huerto al ritmo de la luz de tus obras, obras que creaste con tu esencia, con tu sabor, con tu inconfundible aroma y con el esfuerzo permanente para vencer la sequía de recursos, el calor de los excesos y el intenso frío que nunca congeló los hilos de tu amor.

El suave viento acaricia el pabellón donde se guardan las emociones hechas verbo, sonrisas que recorren el espacio amorfo donde tanta veces la felicidad se convirtió en compañera de juego, de triunfo, de satisfacción y es la esencia del fruto maduro la que está impregnada en cada centímetro de esté huerto, de este huerto vació que hoy permea ausencia y soledad.

Vivir con este juego de emociones encontradas obliga a cruzar el puente que separa a la realidad de un simple recuerdo, recuerdo que navega en el océano del ejemplo, del consejo que se labró con el escoplo de la sabiduría y que hoy son la estrella que alumbran el sendero de estos peregrinos huérfanos, que caminan en busca de asimilar su nueva realidad.

El consuelo es una utopía salpicada de buenos deseos, es el tiempo y solo el tiempo el bálsamo que apacentará esta necesidad de ti. Será el abrazo a tus recuerdos, la senda que nos lleve a asimilar tu ausencia permanente.

La mejor semilla ha sido sembrada en la tierra más fértil, desde ese momento da fruto eterno, su sombra seguirá dando cobijo a quienes abrazados al recuerdo, sigan dando vida al que está, pero no está presente.

DEP Tío.

leon7dg@hotmail.com










Después de permanecer unido al árbol que es la fuente del ser, el mejor fruto con la sazón del tiempo maduró, dejando a la diestra su robustez no sin antes ganar en sabor y aroma, la mejor semilla se encuentra en el mejor fruto y para que pueda seguir dando infinita vida, debe regresar sin condición alguna a la madre tierra.

Ayer el mejor fruto del huerto cayó del árbol, hoy con un dolor que nubla el horizonte de la vida, buscamos en la rama aquella donde permaneciste por tanto tiempo, gotas de tristeza ruedan por el desierto donde aún habitan tus besos, la nostalgia comienza a habitar en un rincón del pensamiento e intenta cavar un hueco profundo en el desconcertado corazón que sufre la ausencia.

Con un reflejo sin control te abrazamos en el recuerdo, la sombra de tus huellas deambulan por el huerto al ritmo de la luz de tus obras, obras que creaste con tu esencia, con tu sabor, con tu inconfundible aroma y con el esfuerzo permanente para vencer la sequía de recursos, el calor de los excesos y el intenso frío que nunca congeló los hilos de tu amor.

El suave viento acaricia el pabellón donde se guardan las emociones hechas verbo, sonrisas que recorren el espacio amorfo donde tanta veces la felicidad se convirtió en compañera de juego, de triunfo, de satisfacción y es la esencia del fruto maduro la que está impregnada en cada centímetro de esté huerto, de este huerto vació que hoy permea ausencia y soledad.

Vivir con este juego de emociones encontradas obliga a cruzar el puente que separa a la realidad de un simple recuerdo, recuerdo que navega en el océano del ejemplo, del consejo que se labró con el escoplo de la sabiduría y que hoy son la estrella que alumbran el sendero de estos peregrinos huérfanos, que caminan en busca de asimilar su nueva realidad.

El consuelo es una utopía salpicada de buenos deseos, es el tiempo y solo el tiempo el bálsamo que apacentará esta necesidad de ti. Será el abrazo a tus recuerdos, la senda que nos lleve a asimilar tu ausencia permanente.

La mejor semilla ha sido sembrada en la tierra más fértil, desde ese momento da fruto eterno, su sombra seguirá dando cobijo a quienes abrazados al recuerdo, sigan dando vida al que está, pero no está presente.

DEP Tío.

leon7dg@hotmail.com