“Los Demonios del Edén, investigación periodística sobre la prostitución infantil expuso públicamente en 2005 a Kamel Nacif empresario de la industria textil; Miguel Ángel Yunes exgobernador de Veracruz y Mario Marín Torres exgobernador de Puebla. Se criminalizó a su Autora, directora del CIAM Cancún, Centro Integral de Atención a la Mujer, A.C. Conferencista, Periodista, Escritora, Feminista, Activista de DD. HH. Lydia Cacho fue arbitrariamente detenida, torturada psicológica y físicamente; recibió tocamientos e insinuaciones sexuales y amenazas de muerte en forma verbal y física, tras ser detenida por una decena de políticos, sin orden legal, en diciembre del mismo año; soportó un viaje carretero de más de 20 horas, de Cancún a Puebla, en la caja de un vehículo particular propiedad de José Kamel Nacif, principal señalado”.
Kamel Nacif la demandó por difamación y calumnia. El 10 de diciembre del mismo año, agentes de Puebla, Quintana Roo y guardias privados de Kamel Nacif detuvieron a Lydia en las oficinas del CIAM. Procesados los agentes por Tortura, detención arbitraria y abuso de autoridad. Artícle 19 en inglés que en la Declaración Universal refiere el principio de Libertad de expresión y el derecho a la información, sigue la situación del periodismo en México; secuestros, asesinados y amenazas vs defensores de D. H. Campañas para salvaguardar el pluralismo de los medios, independencia y diversidad de opinión. El Consejo de DD. HH de la ONU revisó a fondo el escrito inicial de Artícle 19 y el 31 de julio de 2018 dictaminó, realizar la investigación imparcial, procesar, juzgar y castigar debidamente a responsables, adoptar medidas que eviten su repetición y una recompensa adecuada a la Periodista.
Después de 12 años sin avances, el pasado 10 de enero, el gobierno de México ofreció públicamente disculpas a la periodista, víctima de tortura. “Estamos aquí para ofrecer disculpas a nombre del estado mexicano a Lydia Cacho”. Las aceptó y pidió que también se hiciera con todas las víctimas del país. La Justicia tardó, pero llegó. Hoy el Gober precioso anda “a salto de mata” desde el 12 de abril pasado que se liberó orden de aprehensión en su contra, acusado de Torturar a Lydia. Dejó de usar su celular. Instruido por abogados cortó comunicación con amigos, familiares y operadores del PRI para no ser geo-localizado. También se busca al ex jefe de policía Hugo Adolfo Karam Beltrán, al empresario Kamel Nacif. Juan Sánchez, (detenido) rindió declaración preparatoria. Todos participaron u ordenaron el traslado por vía terrestre de Lydia Cacho al penal de San Miguel, por denunciar a Kamel Nacif.
Expertos advierten que, coartar la protesta y denuncia, nos deja a nivel de egipcios y rusos. Fustigar la manifestación de ideas, condena sin razón a críticos del gobierno. Reclamar lo no atendido y exigir solución a problemas es saludable. Condenar la protesta escala la situación. De partidos hegemónicos surgen propuestas para inhibir la reunión pacífica en sitios públicos; imponer la Mordaza libra al gobierno de la crítica constructiva, pero adormece al objetivo legítimo del mensajero. Algunos estados buscan leyes para encapsular la inconformidad. Es rehuir el sentido del bien común. La tecnocracia propone penalizar el “terrorismo” con leyes a modo para diezmar la ideología razonada. Obligar a los críticos a ser corteses (a capricho) o reaccionar (a web.com) en premeditados actos viales; es propio de gobiernos moderadores tiránicos, que nunca priorizan las necesidades del pueblo demandante.
Viernes 3 de mayo; “no celebramos el “día mundial de la Libertad de Prensa”, aliada de la democracia; duro mensaje de la Sociedad Interamericana de Prensa. De mayo 2018 a la fecha, fueron asesinados 26 periodistas en México, Brasil, Colombia, Honduras y EUA. Perpetradores, funcionarios corruptos, bandas del crimen organizado y delincuentes, para silenciar sus denuncias. Tampoco podemos tener tranquilidad cuando en México el sistema de protección y seguridad a periodistas es fallo e ineficiente. No podemos estar satisfechos cuando la mayoría de los crímenes contra periodistas siguen impunes.
