/ domingo 12 de abril de 2020

¿Somos Organizados y Previsores?

Esta pregunta saltó con esta contingencia, y es debido a los alimentos, ropa, cosas de limpieza, y sin contar las actividades, lo que me da por entendido que mi vida es un verdadero desmadre, sin rumbo, ni metas, solo al día y las pasiones en fin de semana, viendo la despensa vacía y sin cantidades proporcionales y adecuadas para su uso, así como la variedad de comidas, sabores, precios, incluyendo las medicinas, y la rutina en cierta forma, soledad, y concluyo que en verdad vivo por vivir, por rutina, levantarse, bañarse, ir a trabajar, regresar, cenar, hacer tareas, dormir, y repetirlo, más en fin de semana, ir al antro, ponerse hasta las trancas, lo que caiga de suerte, luego cruda, para reiniciar la semana y presumir lo que hice en ese fin, o agregarle con actitudes de grande lo que soy, para que me envidien, y así han pasado los años, y lo mismo, cruelmente lo mismo, y no poder salirme de esa rutina porque choca con los demás, si no haces lo mismo, andas mal, hasta te tachan de que cuando hablas acusas, aunque ellos son los que acusan y peor que uno, mugrosa rutina vacía, inútil y manera de manejarnos, nos aplauden y ni pensamos, perdidos.

Aunque siempre me fijo en los precios de lo que compro, hoy me doy cuenta de cómo abusan los comerciantes de las necesidades de las personas, escudados en su trabajo, lo que es astuto, y me doy cuenta, tristemente, de que no me se administrar para tener una vida más cómoda, mi flojera y vanidad, sin olvidar la pendejes, superaba mis necesidades, ya que mi cerebro se llenaba con actitudes más que con acciones, y no se de cocina, y lloro de tristeza porque renegaba de los quehaceres de la comida, aunque fuera lo más vital para vivir, sin darle las dimensiones a lo que compro y me llevo a la boca de alimentos, que es la salud, en principio, pero hoy me doy cuenta de cuanta mugre compro por comida, alimentos procesados con químicas, que a la larga son un veneno, y si el comerciante me grita, que no lo compre, pues espero saber de otro lado que no envenene a las personas, no tengo tiempo de pelear, ni quiero, ni es tan importante ese.

El tiempo de duración de la despensa, las conservas, lo secado, lo envasado, aunque sea trabajo, pero comerlo no crea que lo sea, es más, es de inteligentes y previsores.

Aparte de ser un arte, es una delicia saber cocinar, es conveniencia propia, aunque sea trabajo, es más trabajo andar con hambre, no pretendo presumir de la comida, ya que una sopa de arroz, frijoles, sopas de pasta, pueden ser un manjar si sabes apreciar la mano que las hace, la forma de compartirlo, que por cierto es lo que nos hace falta, y a las pruebas me remito, en los últimos tiempos era tanta la envidia y ser tacaños, que hasta para dar una tortilla nos costaba mucho, pero hoy le dejo la pregunta en la mano.

Todo gira alrededor de la comida, quiéralo o no, es la vida, y si lo valoramos, seriamos menos descuidados y no tiraríamos más la comida, y la compartiríamos con los vecinos, es esto un don de Dios, crea o no, incluyendo que ahorraríamos muchísimo dinero y disfrutaríamos de manjares tan sencillos como nutritivos.

No ataco a nadie, pero es hora de empezar a pensar y organizarme, utilizar mis recursos más eficientemente, y de pasada contamino menos con basura a mi casa, el planeta tierra, como se ha visto últimamente que algunos lugares han descansado de la plaga humana, que piensa que destruyendo y teniendo recursos monetarios inventados por el ser humano, ya está hecho, eso es ser irracional, o demuéstreme lo contario por favor.

Esta pregunta saltó con esta contingencia, y es debido a los alimentos, ropa, cosas de limpieza, y sin contar las actividades, lo que me da por entendido que mi vida es un verdadero desmadre, sin rumbo, ni metas, solo al día y las pasiones en fin de semana, viendo la despensa vacía y sin cantidades proporcionales y adecuadas para su uso, así como la variedad de comidas, sabores, precios, incluyendo las medicinas, y la rutina en cierta forma, soledad, y concluyo que en verdad vivo por vivir, por rutina, levantarse, bañarse, ir a trabajar, regresar, cenar, hacer tareas, dormir, y repetirlo, más en fin de semana, ir al antro, ponerse hasta las trancas, lo que caiga de suerte, luego cruda, para reiniciar la semana y presumir lo que hice en ese fin, o agregarle con actitudes de grande lo que soy, para que me envidien, y así han pasado los años, y lo mismo, cruelmente lo mismo, y no poder salirme de esa rutina porque choca con los demás, si no haces lo mismo, andas mal, hasta te tachan de que cuando hablas acusas, aunque ellos son los que acusan y peor que uno, mugrosa rutina vacía, inútil y manera de manejarnos, nos aplauden y ni pensamos, perdidos.

Aunque siempre me fijo en los precios de lo que compro, hoy me doy cuenta de cómo abusan los comerciantes de las necesidades de las personas, escudados en su trabajo, lo que es astuto, y me doy cuenta, tristemente, de que no me se administrar para tener una vida más cómoda, mi flojera y vanidad, sin olvidar la pendejes, superaba mis necesidades, ya que mi cerebro se llenaba con actitudes más que con acciones, y no se de cocina, y lloro de tristeza porque renegaba de los quehaceres de la comida, aunque fuera lo más vital para vivir, sin darle las dimensiones a lo que compro y me llevo a la boca de alimentos, que es la salud, en principio, pero hoy me doy cuenta de cuanta mugre compro por comida, alimentos procesados con químicas, que a la larga son un veneno, y si el comerciante me grita, que no lo compre, pues espero saber de otro lado que no envenene a las personas, no tengo tiempo de pelear, ni quiero, ni es tan importante ese.

El tiempo de duración de la despensa, las conservas, lo secado, lo envasado, aunque sea trabajo, pero comerlo no crea que lo sea, es más, es de inteligentes y previsores.

Aparte de ser un arte, es una delicia saber cocinar, es conveniencia propia, aunque sea trabajo, es más trabajo andar con hambre, no pretendo presumir de la comida, ya que una sopa de arroz, frijoles, sopas de pasta, pueden ser un manjar si sabes apreciar la mano que las hace, la forma de compartirlo, que por cierto es lo que nos hace falta, y a las pruebas me remito, en los últimos tiempos era tanta la envidia y ser tacaños, que hasta para dar una tortilla nos costaba mucho, pero hoy le dejo la pregunta en la mano.

Todo gira alrededor de la comida, quiéralo o no, es la vida, y si lo valoramos, seriamos menos descuidados y no tiraríamos más la comida, y la compartiríamos con los vecinos, es esto un don de Dios, crea o no, incluyendo que ahorraríamos muchísimo dinero y disfrutaríamos de manjares tan sencillos como nutritivos.

No ataco a nadie, pero es hora de empezar a pensar y organizarme, utilizar mis recursos más eficientemente, y de pasada contamino menos con basura a mi casa, el planeta tierra, como se ha visto últimamente que algunos lugares han descansado de la plaga humana, que piensa que destruyendo y teniendo recursos monetarios inventados por el ser humano, ya está hecho, eso es ser irracional, o demuéstreme lo contario por favor.