/ miércoles 8 de septiembre de 2021

Sobremesa | Singular

Pues los hombres y las mujeres no solo son ellos mismos; son la región donde nacieron, el departamento en la ciudad en que aprendieron a caminar, los juegos que jugaron de niños, los cuentos que escucharon de las ancianas, los alimentos que comieron, las escuelas a las que asistieron, los deportes que practicaron, los poemas que leyeron y el Dios en que creyeron. Somerset Maugham.

Singulares

Cada uno de nosotros es un singular misterio. Somos únicos e irrepetibles. Nunca más sobre la tierra habrá nadie como usted o como yo. La combinación de cualidades y dones que nos conforman es una combinación que jamás se podrá reunir nuevamente.

Es entonces, que nuestra singularidad ha sido poco valorada, deseamos parecernos a los cánones de belleza, a las formas preestablecidas, tratamos de imitar, copiar e igualar. Sin darnos cuenta que somos una obra maestra única, original e irrepetible. Nos privamos del privilegio de gozar de nuestra propia originalidad.

Luchamos contra las características que nos hacen especiales intentando emular a la mayoría, a lo que es común…Libramos una contienda que de antemano está perdida, pues es inútil intentar una estandarización del ser humano. No solo en el aspecto físico, en el plano material, emocional, económico, tratamos de igualarnos, parecernos a…

Y es que en todos sentidos la naturaleza es más sabia, los dedos de nuestra mano están tan perfectamente bien diseñados que son de distintos tamaños, grosores, y por fortuna no tenemos dedos iguales, sino sería más difícil realizar tareas que nuestras manos ejecutan con facilidad. Benditas diferencias, que nos permiten complementarnos y enriquecer nuestras vidas. Las comparaciones no son válidas, están de sobra.

Cada uno de nosotros es un misterio, una obra viviente, que se va configurando día con día, nuestra historia personal, va dándonos cada día más elementos que nos enriquecen como seres humanos. La convivencia con otros seres humanos nos permite evolucionar, el intercambio mutuo, debe darse en un clima de respeto, de comunicación, las posibilidades contrarias también existen, es cuando las relaciones interpersonales no son tan gratas.

Somos especiales, únicos, singulares e irrepetibles, podríamos preguntarnos que hemos hecho con toda esa riqueza que nos fue otorgada, hemos menospreciado nuestros dones, hemos intentado imitar, intentando olvidar nuestra individualidad. Agradezcamos las características que nos hacen singulares, seamos felices sabiendo que no habrá nadie igual a nosotros, somos irrepetibles.

No somos más, no somos menos, somos únicos.

Ana Verónica Torres Licon | Docente

Pues los hombres y las mujeres no solo son ellos mismos; son la región donde nacieron, el departamento en la ciudad en que aprendieron a caminar, los juegos que jugaron de niños, los cuentos que escucharon de las ancianas, los alimentos que comieron, las escuelas a las que asistieron, los deportes que practicaron, los poemas que leyeron y el Dios en que creyeron. Somerset Maugham.

Singulares

Cada uno de nosotros es un singular misterio. Somos únicos e irrepetibles. Nunca más sobre la tierra habrá nadie como usted o como yo. La combinación de cualidades y dones que nos conforman es una combinación que jamás se podrá reunir nuevamente.

Es entonces, que nuestra singularidad ha sido poco valorada, deseamos parecernos a los cánones de belleza, a las formas preestablecidas, tratamos de imitar, copiar e igualar. Sin darnos cuenta que somos una obra maestra única, original e irrepetible. Nos privamos del privilegio de gozar de nuestra propia originalidad.

Luchamos contra las características que nos hacen especiales intentando emular a la mayoría, a lo que es común…Libramos una contienda que de antemano está perdida, pues es inútil intentar una estandarización del ser humano. No solo en el aspecto físico, en el plano material, emocional, económico, tratamos de igualarnos, parecernos a…

Y es que en todos sentidos la naturaleza es más sabia, los dedos de nuestra mano están tan perfectamente bien diseñados que son de distintos tamaños, grosores, y por fortuna no tenemos dedos iguales, sino sería más difícil realizar tareas que nuestras manos ejecutan con facilidad. Benditas diferencias, que nos permiten complementarnos y enriquecer nuestras vidas. Las comparaciones no son válidas, están de sobra.

Cada uno de nosotros es un misterio, una obra viviente, que se va configurando día con día, nuestra historia personal, va dándonos cada día más elementos que nos enriquecen como seres humanos. La convivencia con otros seres humanos nos permite evolucionar, el intercambio mutuo, debe darse en un clima de respeto, de comunicación, las posibilidades contrarias también existen, es cuando las relaciones interpersonales no son tan gratas.

Somos especiales, únicos, singulares e irrepetibles, podríamos preguntarnos que hemos hecho con toda esa riqueza que nos fue otorgada, hemos menospreciado nuestros dones, hemos intentado imitar, intentando olvidar nuestra individualidad. Agradezcamos las características que nos hacen singulares, seamos felices sabiendo que no habrá nadie igual a nosotros, somos irrepetibles.

No somos más, no somos menos, somos únicos.

Ana Verónica Torres Licon | Docente