/ miércoles 25 de agosto de 2021

Sobremesa | Mi encuentro con la poesía

El lenguaje es dinámico y cambiante. La poesía propone refrescar al lenguaje a través de las sensaciones y percepciones que las palabras evocan en el lector. Pretender buscar la inspiración para escribir poesía, es una limitante. Buscar las herramientas necesarias para escribir poesía es un deseo que nace de mi compromiso con la lengua. La responsabilidad de todos aquellos que con osadía escribimos poemas, es buscar la “poesía” en nuestra escritura. Me asumo aprendiz no solo de los tropos, sino de la responsabilidad social que la poesía contiene en sí misma.

Mi búsqueda personal, me ha llevado a escribir poemas, a leer poesía, a devorar libros, acumularlos y guardarlos como un tesoro. A través de las redes sociales y los encuentros a distancia me he acercado a la literatura. La poesía ofrece no solo el delirio de la estética de la palabra, sino la palabra que tiene una densidad perpetua y trastoca el espacio/tiempo.

Saciar mi voracidad de conocimiento y un alimento para un espíritu inquieto, atormentado por indagar la verdad, me ha llevado a ingresar a diversos cursos.La poesía ha sido ese bálsamo reparador con el cual se colman los vacíos de la elipsis. La palabra, la bella palabra que se yergue altiva en la poesía.

El aprendizaje constante es inherente al ser humano. La tecnología representa la posibilidad de que personas lejanas al epicentro cultural, podamos mantener un contacto cercano que la virtualidad nos permite y con la calidad de ponentes de primer nivel.

La época pandémica me ha dado posibilidades literarias que de manera presencial eran inexistentes. Siempre hay un reverso de la moneda.

Ana Verónica Torres Licón | Docente

El lenguaje es dinámico y cambiante. La poesía propone refrescar al lenguaje a través de las sensaciones y percepciones que las palabras evocan en el lector. Pretender buscar la inspiración para escribir poesía, es una limitante. Buscar las herramientas necesarias para escribir poesía es un deseo que nace de mi compromiso con la lengua. La responsabilidad de todos aquellos que con osadía escribimos poemas, es buscar la “poesía” en nuestra escritura. Me asumo aprendiz no solo de los tropos, sino de la responsabilidad social que la poesía contiene en sí misma.

Mi búsqueda personal, me ha llevado a escribir poemas, a leer poesía, a devorar libros, acumularlos y guardarlos como un tesoro. A través de las redes sociales y los encuentros a distancia me he acercado a la literatura. La poesía ofrece no solo el delirio de la estética de la palabra, sino la palabra que tiene una densidad perpetua y trastoca el espacio/tiempo.

Saciar mi voracidad de conocimiento y un alimento para un espíritu inquieto, atormentado por indagar la verdad, me ha llevado a ingresar a diversos cursos.La poesía ha sido ese bálsamo reparador con el cual se colman los vacíos de la elipsis. La palabra, la bella palabra que se yergue altiva en la poesía.

El aprendizaje constante es inherente al ser humano. La tecnología representa la posibilidad de que personas lejanas al epicentro cultural, podamos mantener un contacto cercano que la virtualidad nos permite y con la calidad de ponentes de primer nivel.

La época pandémica me ha dado posibilidades literarias que de manera presencial eran inexistentes. Siempre hay un reverso de la moneda.

Ana Verónica Torres Licón | Docente