/ miércoles 2 de junio de 2021

Sobremesa | Importancia de la Filosofía

“La vida examinada es la única que merece ser vivida.”

Sócrates

La filosofía es un conocimiento sobre cualquier aspecto de la realidad por sus últimas causas. Para filosofar, como para realizar cualquier tarea científica, es necesaria la admiración: no conformarnos con lo que aparece de la realidad, descubrir lo asombroso que es que las cosas sean tal y como son.

Mirar con asombro lo que los demás ven y contemplan como lo más natural del mundo.

Occidente y oriente, unidos a través de la filosofía, con diferentes sentencias, multiformidad de la actividad, sin menoscabo de la esencia del filosofar, desde este fondo histórico de nuestro pensar podemos concluir que nos encontramos remitidos, si queremos pensar esencialmente y con la conciencia más clara posible, a una actividad tan universal como el mismo respirar, que es condición necesaria para la vida.

El filosofar es como un despertar de la vinculación a las necesidades de la vida. Este despertar tiene lugar mirando desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo, preguntando qué es y de dónde proviene, preguntas cuya respuesta no serviría para nada útil, sino que resulta satisfactoria por sí sola.

El estoico Epiciclo decía: "El origen de la filosofía es el percatarse de la propia debilidad e impotencia." ¿Cómo salir de la impotencia?

La respuesta de Epicuro decía: considerando todo lo que no está en mi poder como indiferente para mí en su necesidad, y, por el contrario, poniendo en claro y en libertad por medio del pensamiento lo que reside en mí, a saber, la forma y el contenido de mis representaciones.

Es decir, ser filósofo no consiste en formular pensamientos sutiles, ni siquiera en fundar una escuela... Consiste en resolver algunos de los problemas de la vida, no en el ámbito teórico, sino en el práctico, Henry David Thoreau afirmaba esto.

Sin embargo, podríamos decir que problemas podríamos resolver a través de la filosofía, pareciera que la gente práctica, diría que la filosofía no construye puentes, no diseña computadoras, no desarrolla software y no proporciona recetas de cocina, pero ya Epicuro en la época antigua, revelaba una sentencia que continúa vigente dos mil años después: “Contra las enfermedades de la mente, la filosofía.

Dispone de remedios; por esta razón se la considera, con toda justeza, la medicina de la mente.”

Todo el mundo tiene una filosofía de la vida pero pocos de nosotros gozamos del privilegio o el tiempo libre necesario para sentarnos a esclarecer sutilezas. Tendemos a irlo haciendo sobre la marcha. La experiencia es una gran maestra, pero también precisamos reflexionar sobre nuestras experiencias. Necesitamos pensar con una postura crítica, buscando pautas de conducta y situándose todo en el contexto general para abrirnos camino en la vida. Comprender nuestra propia filosofía puede ayudarnos a evitar, resolver o abordar muchos problemas. Nuestra filosofía también puede ser el origen de los problemas que padecemos, de modo que debemos evaluar las ideas que sostenemos para modelar un punto de vista que obre a favor nuestro, no en contra.

Eleanor Roosvelt comentó: “Nuestra filosofía, no se expresa en palabras; se expresa en las decisiones que tomamos… y las decisiones que tomamos, en última instancia, son nuestra responsabilidad.”

Por lo tanto, la filosofía, requiere reflexión, tiempo para analizar y replantear esquemas, repercute en nuestras decisiones, pues al ser consciente de ello, se asume la responsabilidad del actuar personal.

(Primera de Dos partes)

torres_anav@hotmail.com

“La vida examinada es la única que merece ser vivida.”

Sócrates

La filosofía es un conocimiento sobre cualquier aspecto de la realidad por sus últimas causas. Para filosofar, como para realizar cualquier tarea científica, es necesaria la admiración: no conformarnos con lo que aparece de la realidad, descubrir lo asombroso que es que las cosas sean tal y como son.

Mirar con asombro lo que los demás ven y contemplan como lo más natural del mundo.

Occidente y oriente, unidos a través de la filosofía, con diferentes sentencias, multiformidad de la actividad, sin menoscabo de la esencia del filosofar, desde este fondo histórico de nuestro pensar podemos concluir que nos encontramos remitidos, si queremos pensar esencialmente y con la conciencia más clara posible, a una actividad tan universal como el mismo respirar, que es condición necesaria para la vida.

El filosofar es como un despertar de la vinculación a las necesidades de la vida. Este despertar tiene lugar mirando desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo, preguntando qué es y de dónde proviene, preguntas cuya respuesta no serviría para nada útil, sino que resulta satisfactoria por sí sola.

El estoico Epiciclo decía: "El origen de la filosofía es el percatarse de la propia debilidad e impotencia." ¿Cómo salir de la impotencia?

La respuesta de Epicuro decía: considerando todo lo que no está en mi poder como indiferente para mí en su necesidad, y, por el contrario, poniendo en claro y en libertad por medio del pensamiento lo que reside en mí, a saber, la forma y el contenido de mis representaciones.

Es decir, ser filósofo no consiste en formular pensamientos sutiles, ni siquiera en fundar una escuela... Consiste en resolver algunos de los problemas de la vida, no en el ámbito teórico, sino en el práctico, Henry David Thoreau afirmaba esto.

Sin embargo, podríamos decir que problemas podríamos resolver a través de la filosofía, pareciera que la gente práctica, diría que la filosofía no construye puentes, no diseña computadoras, no desarrolla software y no proporciona recetas de cocina, pero ya Epicuro en la época antigua, revelaba una sentencia que continúa vigente dos mil años después: “Contra las enfermedades de la mente, la filosofía.

Dispone de remedios; por esta razón se la considera, con toda justeza, la medicina de la mente.”

Todo el mundo tiene una filosofía de la vida pero pocos de nosotros gozamos del privilegio o el tiempo libre necesario para sentarnos a esclarecer sutilezas. Tendemos a irlo haciendo sobre la marcha. La experiencia es una gran maestra, pero también precisamos reflexionar sobre nuestras experiencias. Necesitamos pensar con una postura crítica, buscando pautas de conducta y situándose todo en el contexto general para abrirnos camino en la vida. Comprender nuestra propia filosofía puede ayudarnos a evitar, resolver o abordar muchos problemas. Nuestra filosofía también puede ser el origen de los problemas que padecemos, de modo que debemos evaluar las ideas que sostenemos para modelar un punto de vista que obre a favor nuestro, no en contra.

Eleanor Roosvelt comentó: “Nuestra filosofía, no se expresa en palabras; se expresa en las decisiones que tomamos… y las decisiones que tomamos, en última instancia, son nuestra responsabilidad.”

Por lo tanto, la filosofía, requiere reflexión, tiempo para analizar y replantear esquemas, repercute en nuestras decisiones, pues al ser consciente de ello, se asume la responsabilidad del actuar personal.

(Primera de Dos partes)

torres_anav@hotmail.com