/ miércoles 21 de octubre de 2020

Sobre mesa | Un mundo mejor

¿Un Mundo Mejor?, siempre cabe la posibilidad de mejorar… y aun y cuando existen tantas maravillas en la naturaleza, y los amaneceres son cálidos, el sol brilla y se va a descansar, para darle paso a las estrellas y la luna, la magnificencia del cosmos, es un regalo inagotable, y pareciera que las relaciones humanas, van cada vez más en detrimento, como si la deshumanización, fuera parte del progreso tecnológico, científico y/o económico, que nos hace pensar que los datos estadísticos, las cotizaciones y el tipo de cambio nos indican, que la humanidad va por buen camino. Y no es que no valore en su justa medida y proporción, las ventajas del desarrollo en cualquiera de sus ámbitos y que nos proporcionan mucha comodidad.

Carlos Linneo, clasificó a la especie humana como homo sapiens, en su taxonomía de la naturaleza. Sin embargo el humano, no posee nada que lo diferencie fisiológicamente de los primates, sino lo que Cassirer define, como un animal simbólico, ya que el ser humano, no solo vive en un universo puramente material, sino en un universo simbólico.

Es entonces que la distinción que tenemos como seres humanos:

1.- Sonreír. Una sonrisa, es un el gesto más característico del ser humano. Aporta innumerables beneficios a la salud tanto física como emocional, al sonreír, el cuerpo libera endorfinas y serotoninas al torrente sanguíneo, reduciendo así los dolores y mejorando el sistema inmune y, por tanto, nuestras defensas. Las endorfinas nos hacen sentir más felices y menos estresados.
Las endorfinas también actúan como analgésicos naturales del cuerpo. Para los que sufren de dolor crónico, reír y sonreír puede ser un eficaz tratamiento. Y como contribuye esto a u mundo mejor, pues que el sonreír es un gesto contagioso como el bostezo. Si sonreímos, emularemos el efecto espejo, otros también nos sonreirán, creando una cadena de bienestar físico y emocional. Si todos poseemos un mejor estado de ánimo, sin duda seremos una sociedad más sana y feliz.

2.- El lenguaje. El poder de una palabra, está totalmente devaluado. No podemos negar que la lengua, es un órgano débil y al mismo tiempo tan letal, pues daña de muchas maneras, la podemos utilizar para insultar, mentir, vociferar; pero al mismo tiempo podemos bendecir, alentar, consolar, comunicarnos de manera asertiva. Es entonces, que el lenguaje nos permite decir cosas hermosas. Halague a sus seres queridos, diga cuanto los ama, exprese su gratitud con todas aquellas personas que se encuentran cercanas a usted. Con esta acción, podemos cambiar el mundo de una persona. Deséeles un buen día, haga comentarios sobre aquello que le agrade de la gente con las que convive diariamente.

3- La escritura. Desde que la escritura se convirtió en la memoria de la humanidad, el ser humano se convirtió en el administrador de un gran cumulo de conocimiento que se encuentra a disposición en libros y demás fuentes escritas. Tenemos acceso al pensamiento de grandes sabios y científicos. Las palabras se las lleva el viento, dice el refrán, deje por escrito un cuaderno, notas, cartas, recados, haga uso de ese gran poder que tenemos como seres humanos, de perpetuar nuestros sentimientos y conocimientos, a través de la escritura. O simplemente, escriba algo para sus seres queridos, no tiene que esforzarse en escribir un gran texto, si puede hágalo, pero deje por escrito algún bello pensamiento a los más cercanos, y también a los lejanos. No deje que las palabras se las lleve el viento, deje sentir su calidez a través de una hoja de papel.

4.- Autocuidado Cuidemos nuestra salud mental y física. Recuerde que nadie da lo que no tiene. Busque la forma de proveerse de herramientas físicas, espirituales, emocionales, que le permitan ser más que funcional, feliz y pleno; para que en esa medida pueda usted compartir la alegría y ese bienestar con los que lo rodean.

Ana Verónica Torres Licón torres_anav@hotmail.com



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¿Un Mundo Mejor?, siempre cabe la posibilidad de mejorar… y aun y cuando existen tantas maravillas en la naturaleza, y los amaneceres son cálidos, el sol brilla y se va a descansar, para darle paso a las estrellas y la luna, la magnificencia del cosmos, es un regalo inagotable, y pareciera que las relaciones humanas, van cada vez más en detrimento, como si la deshumanización, fuera parte del progreso tecnológico, científico y/o económico, que nos hace pensar que los datos estadísticos, las cotizaciones y el tipo de cambio nos indican, que la humanidad va por buen camino. Y no es que no valore en su justa medida y proporción, las ventajas del desarrollo en cualquiera de sus ámbitos y que nos proporcionan mucha comodidad.

Carlos Linneo, clasificó a la especie humana como homo sapiens, en su taxonomía de la naturaleza. Sin embargo el humano, no posee nada que lo diferencie fisiológicamente de los primates, sino lo que Cassirer define, como un animal simbólico, ya que el ser humano, no solo vive en un universo puramente material, sino en un universo simbólico.

Es entonces que la distinción que tenemos como seres humanos:

1.- Sonreír. Una sonrisa, es un el gesto más característico del ser humano. Aporta innumerables beneficios a la salud tanto física como emocional, al sonreír, el cuerpo libera endorfinas y serotoninas al torrente sanguíneo, reduciendo así los dolores y mejorando el sistema inmune y, por tanto, nuestras defensas. Las endorfinas nos hacen sentir más felices y menos estresados.
Las endorfinas también actúan como analgésicos naturales del cuerpo. Para los que sufren de dolor crónico, reír y sonreír puede ser un eficaz tratamiento. Y como contribuye esto a u mundo mejor, pues que el sonreír es un gesto contagioso como el bostezo. Si sonreímos, emularemos el efecto espejo, otros también nos sonreirán, creando una cadena de bienestar físico y emocional. Si todos poseemos un mejor estado de ánimo, sin duda seremos una sociedad más sana y feliz.

2.- El lenguaje. El poder de una palabra, está totalmente devaluado. No podemos negar que la lengua, es un órgano débil y al mismo tiempo tan letal, pues daña de muchas maneras, la podemos utilizar para insultar, mentir, vociferar; pero al mismo tiempo podemos bendecir, alentar, consolar, comunicarnos de manera asertiva. Es entonces, que el lenguaje nos permite decir cosas hermosas. Halague a sus seres queridos, diga cuanto los ama, exprese su gratitud con todas aquellas personas que se encuentran cercanas a usted. Con esta acción, podemos cambiar el mundo de una persona. Deséeles un buen día, haga comentarios sobre aquello que le agrade de la gente con las que convive diariamente.

3- La escritura. Desde que la escritura se convirtió en la memoria de la humanidad, el ser humano se convirtió en el administrador de un gran cumulo de conocimiento que se encuentra a disposición en libros y demás fuentes escritas. Tenemos acceso al pensamiento de grandes sabios y científicos. Las palabras se las lleva el viento, dice el refrán, deje por escrito un cuaderno, notas, cartas, recados, haga uso de ese gran poder que tenemos como seres humanos, de perpetuar nuestros sentimientos y conocimientos, a través de la escritura. O simplemente, escriba algo para sus seres queridos, no tiene que esforzarse en escribir un gran texto, si puede hágalo, pero deje por escrito algún bello pensamiento a los más cercanos, y también a los lejanos. No deje que las palabras se las lleve el viento, deje sentir su calidez a través de una hoja de papel.

4.- Autocuidado Cuidemos nuestra salud mental y física. Recuerde que nadie da lo que no tiene. Busque la forma de proveerse de herramientas físicas, espirituales, emocionales, que le permitan ser más que funcional, feliz y pleno; para que en esa medida pueda usted compartir la alegría y ese bienestar con los que lo rodean.

Ana Verónica Torres Licón torres_anav@hotmail.com



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