Cuando un amigo se va – dice la bonita canción de Alberto Cortés – queda un tizón encendido, que no se puede apagar, ni con las aguas de un río, y así continúan estrofas muy bonitas.
Samuel se nos adelantó en el camino y nos ha dejado un tizón muy encendido.
Como amigo, era un verdadero amigo, siempre atento a cómo estaba uno y en qué nos podía ayudar. ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido? ¿Cómo andas? Eran preguntas que te hacía, pero no eran preguntas huecas, sino que él le daba seguimiento y permanecía pendiente que realmente estuvieras bien. Dicen que más de 5 amigos, ya no es cierto, pero en el caso de Samuel tenía muchos amigos de verdad, que lo queríamos y lo apreciábamos mucho. Era cariñoso, afectivo, siempre dispuesto a ayudarte, generoso, de esos amigos que existen muy pocos.
Como empresario, siempre estuvo atento a que el empresariado tuviera la libertad de poder emprender y prueba de ello es que fue presidente de la Coparmex, Canacintra, CCE, Canaco y siempre estuvo atento a apoyar todas las acciones que estas instituciones emprendieran. Estando en la Canaco me invitó al consejo de la misma, después a vicepresidente y luego tres años estuve de presidente, siempre apoyado por el empresario ejemplar.
Como empresario, con sus altas y bajas que tenemos todos, fundó una empresa que desbarata los yonques de automóviles que ya no sirven y rescata el cobre, el acero, el aluminio, que debe de ser un buen negocio, pero él lo hizo también pensando en retirar los miles de yonques que contaminan la vista y el ambiente. Muy generoso con los resultados de sus empresas, ayudaba a muchas instituciones de Beneficencia. Un verdadero filántropo.
La filantropía la llevó al extremo. Después de la tromba que azotó la ciudad de Chihuahua en 1990, impulsó la creación de la Fundación del Empresariado Chihuahuense, Fechac, para ayudar a todos aquellos que se habían quedado sin su patrimonio. Samuel fue su 1er presidente durante los primeros años. La idea fue tan buena, que los empresarios decidimos seguir aportando esos recursos, para seguir ayudando a a todas aquellas necesidades sociales. La Fechac es un modelo tan exitoso que ha sido replicado en otros estados de la república, a donde siempre era solicitado el Ing. Kalisch.
En lo político, siempre atento a los abusos de poder que hemos tenido con algunos presidentes de la república, como el que tenemos actualmente, aunque éste es corregido y aumentado de cualquiera de los anteriores, como Luis Echavarría y López Portillo (Otra vez los López) nunca tuvo miedo a enfrentar a quien fuera necesario, siempre con la razón y la inteligencia. Participó como regidor en el primer cabildo de oposición, en 1983, encabezado por otro gran chihuahuense: Don Luis H: Álvarez. Quiso ser candidato a gobernador del PAN en 1998, pero en la convención interna le ganó Ramón Galindo. Hubiera sido un excelente gobernador.
Un hombre muy inquieto, que buscó siempre el bienestar de su familia, de los chihuahuenses y de los mexicanos.
Descanse en paz mi querido Samuel Kalisch Valdez.