/ jueves 28 de noviembre de 2019

Retos para la consolidación de una democracia mexicana

Es indiscutible que vivimos ya en un sistema democrático. Las abruptas alternancias del poder, la apertura en la participación electoral y la opinión publica hacen ver que no caben dudas de que estamos ya insertos en un sistema de elección libre y popular. Creo que cualquier duda en la posibilidad de elegir líderes se ha disipado con la elección de Andrés Manuel López Obrador, un actor político que dista por mucho a la tendencia mundial y de la línea que había seguido nuestro país.

Aun y cuando estamos dentro de un sistema de elección democrática o en un ambiente de gobiernos democráticos, hay algunos deberes que en conjunto debemos procurar para fortalecer o consolidar la democracia mexicana.

Es urgente crear una figura de ciudadanos participativos, dejar de lado ese ciudadano que se acerca a los gobernantes para pedir apoyos o buscar beneficios y suplirlo por un ciudadano con propuestas y que genere instituciones o acciones en beneficio del conjunto social.

Para que ese perfil de ciudadano exista, es de suma importancia que las personas busquen mayor documentación y discernimiento de la información. Es innegable que nuestro tiempo está saturado de información, tenemos acceso a todo lo que queremos, pero hemos perdido la capacidad de discriminar la información relevante de la basura que circula diario. Además se han ido perdiendo habilidades importantes para asimilar la información que recibimos, así que será un reto de las sociedades construir esquemas para formar en la habilidad de monitorear información asimilarla y trabajar adecuadamente con ella.

Lejos de conceder puntos a la visión de que los partidos deben desaparecer, contrario a ello, para que la democracia mexicana se consolide es importante que los partidos políticos se fortalezcan y se actualicen. Es importante actualizar los principios que fundamentan el actuar de los partidos en nuestro contexto, sobre todo diferenciar los principios ideológicos y guiar las plataformas políticas.

Los medios de comunicación de nuestro país cada vez se ven más orillados a conseguir esa objetividad necesaria en las democracias, y cada vez es menos posible la manipulación ciega o el manejo indiscriminado de la información, peor aún sigue siendo un reto que se fortalezcan los medios y generen un contra peso hacia la ciudadanía.

Además es importante que se cierren las brechas económicas o al menos de necesidad y se construya un estado de bienestar que pueda asegurar la nula manipulación del elector por medio de las dádivas o compras clandestinas, pues ese ha sido históricamente uno de los grandes problemas de la democracia mexicana.

SI lo vemos a distancia y con objetividad nuestra democracia ha tenido avances muy importantes, que son necesarios ser resguardados y donde no es plausible caer en la desesperanza inventada de que no hay democracia, pues toda afirmación en ese sentido carece de sentido.

Hoy por hoy debemos concentrarnos en las medidas para fortalecer lo que todos juntos hemos construido.

Es indiscutible que vivimos ya en un sistema democrático. Las abruptas alternancias del poder, la apertura en la participación electoral y la opinión publica hacen ver que no caben dudas de que estamos ya insertos en un sistema de elección libre y popular. Creo que cualquier duda en la posibilidad de elegir líderes se ha disipado con la elección de Andrés Manuel López Obrador, un actor político que dista por mucho a la tendencia mundial y de la línea que había seguido nuestro país.

Aun y cuando estamos dentro de un sistema de elección democrática o en un ambiente de gobiernos democráticos, hay algunos deberes que en conjunto debemos procurar para fortalecer o consolidar la democracia mexicana.

Es urgente crear una figura de ciudadanos participativos, dejar de lado ese ciudadano que se acerca a los gobernantes para pedir apoyos o buscar beneficios y suplirlo por un ciudadano con propuestas y que genere instituciones o acciones en beneficio del conjunto social.

Para que ese perfil de ciudadano exista, es de suma importancia que las personas busquen mayor documentación y discernimiento de la información. Es innegable que nuestro tiempo está saturado de información, tenemos acceso a todo lo que queremos, pero hemos perdido la capacidad de discriminar la información relevante de la basura que circula diario. Además se han ido perdiendo habilidades importantes para asimilar la información que recibimos, así que será un reto de las sociedades construir esquemas para formar en la habilidad de monitorear información asimilarla y trabajar adecuadamente con ella.

Lejos de conceder puntos a la visión de que los partidos deben desaparecer, contrario a ello, para que la democracia mexicana se consolide es importante que los partidos políticos se fortalezcan y se actualicen. Es importante actualizar los principios que fundamentan el actuar de los partidos en nuestro contexto, sobre todo diferenciar los principios ideológicos y guiar las plataformas políticas.

Los medios de comunicación de nuestro país cada vez se ven más orillados a conseguir esa objetividad necesaria en las democracias, y cada vez es menos posible la manipulación ciega o el manejo indiscriminado de la información, peor aún sigue siendo un reto que se fortalezcan los medios y generen un contra peso hacia la ciudadanía.

Además es importante que se cierren las brechas económicas o al menos de necesidad y se construya un estado de bienestar que pueda asegurar la nula manipulación del elector por medio de las dádivas o compras clandestinas, pues ese ha sido históricamente uno de los grandes problemas de la democracia mexicana.

SI lo vemos a distancia y con objetividad nuestra democracia ha tenido avances muy importantes, que son necesarios ser resguardados y donde no es plausible caer en la desesperanza inventada de que no hay democracia, pues toda afirmación en ese sentido carece de sentido.

Hoy por hoy debemos concentrarnos en las medidas para fortalecer lo que todos juntos hemos construido.