El próximo domingo 10 de abril millones de mexicanos tendremos la oportunidad de participar en un ejercicio de democracia participativa que se denomina “Revocación de Mandato” este instrumento fue por muchos años anhelado y ansiado por el pueblo. Que yo recuerde por lo menos desde que los gobiernos de la imposición, sobre todo del PRI empezaron a utilizar el fraude electoral para acabar con candidatos de opciones democráticas populares. Cuando se dio la apertura democrática a finales de los 70 la población asqueada de la política del PRI buscó en otros partidos la representación del gobierno, basta recordar el verano caliente de 1986 en nuestro estado de Chihuahua contra francisco Barrio, o el artero fraude cometido contra Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 desde entonces se empezaron a implementar reformas para proteger la democracia, recuerdo que se pedía implementar “la iniciativa popular” “las consultas populares” y “la revocación de mandato” y claro el PRI nunca las aceptó. A partir de la alternancia con Vicente Fox en el poder la mayoría pensábamos que se darían pasos en busca de una transición democrática pero, ¡oh desilusión! Fue el propio presidente quien desde su posición instrumentó el fraude electoral del 2006 para imponer a Felipe Calderón.
El presidente AMLO ha sostenido desde el 1 de diciembre del 2018, que entregará el poder en 2024 y la patética oposición que hoy padecemos y que no acepta las reglas de la democracia se desgañita en todos los medios a su alcance, llamándolo dictador, cuando en realidad es el primer mandatario que le da a su pueblo la posibilidad de retirarlo del poder que legítimamente ostenta.
No hay mejor maestra que la historia, el 3 de marzo de 1908 el periódico “el Imparcial” publica la famosa entrevista Díaz Creelman, donde el viejo dictador General Porfirio Díaz, que se había mantenido en el poder por más de 30 años, reconoce que México está preparado para la democracia y que vería con buenos ojos la participación de un partido de oposición en la elección de 1910, esta declaratoria animó a Francisco I. Madero a recorrer el país y participar como candidato del partido anti reeleccionista, sin embargo, al realizarse el proceso electoral el aparato porfirista, realizó fraude y metió a la cárcel al Apóstol de la Democracia, quien apoyado en una amplia red de resistencia ciudadana escapó de la dictadura para luego iniciar la Revolución Mexicana, convirtiéndose así en la tercera gran transformación de la Patria Mexicana.
Estamos viviendo tiempos estelares de la vida pública nacional, el próximo domingo 10 de abril, sentaremos las bases para en el futuro tener como herencia la posibilidad de retirar, de revocarles el mandato a los presidentes transas. ¡Cómo hubiese querido tener la oportunidad de retirar del poder al borrachín de Felipe Calderón! Que con tal de legitimarse convirtió el país en un baño de sangre, sólo en Cd. Juárez llegaron a haber hasta tres mil muertos en un mes, o con los datos que acaban de aparecer acerca de la manipulación en el basurero de Cocula, donde se hace ver que la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, fue fraguada desde las más altas esferas del poder y apuntan directamente, a los más altos mandos encabezados en ese tiempo por el corrupto Enrique Peña Nieto.
En ese tiempo, le pregunto mi estimado lector ¿Hubiese usted tomado su credencial de elector para retirar del poder a cualquiera de estos dos cínicos personajes de la política?
Y es aquí donde la ratificación cobra valor, el domingo millones de mexicanos reconocerán y agradecerán el haber votado el 2018 por un cambio verdadero.
Guerrero Rodríguez Villalobos | Profesor jubilado
