El Imperio Romano realizaba en el Coliseo; llamativas carreras, salvajes encuentros entre bestias y hombres, peleas entre gladiadores y esclavos; todo esto, para distraer y entretener a la plebe, buscando con ello, desfogar las energías de su pueblo con espectáculos sangrientos y grotescos. Distribuían además alimentos, realizando estas acciones con el objetivo de mantener el control sobre la población en tiempos de crisis.
Hoy los escenarios cambian: es el fútbol, el béisbol, el box, los comediantes, la música estridente, o cualquier distractor para que los privilegiados busquen a través de estos mecanismos, mantener el control.
Por mucho tiempo ha sucedido lo mismo, cuando los poderosos sienten que les falta el apoyo de las masas del pueblo; entonces: pretenden bajar de sus nubes y hacen como que se acercan y les soban “el lomo” a los trabajadores les llaman “amigos” “compañeros” les “arriman” el hombro para que les cuenten sus penas y hasta les preguntan: ¿en qué puedo servirte para mejorar tu situación?
Regularmente el proletario sin conciencia se ablanda, se doblega, escucha el canto de las sirenas encarnado en las cabezas parlantes de los merolicos de la radio y la televisión, así como los articulistas de los periódicos. Hoy los Loret de Mola, los Brozos y los Aguilar Camín, cuestionan por todo y por nada, las políticas de la 4T, olvidando cuanto aplaudieron como focas todos los actos de corrupción de 12 años de panismo doble moralista y los cerca de 80 del priismo cínico, sobre todo en el último tramo del peñanietismo.
Recuerdo cómo los actores de Televisa y Azteca, acompañaban en su campaña a Enrique Peña Nieto y al gober ladrón Cesar Duarte, veo en mi memoria a la gente extasiada con Juan Gabriel en el Río Parral, así como el descarado reparto de despensas y dinero en el 2012, para comprar la elección federal con dinero público.
La lección que nos dio el pueblo en 2018, es una experiencia aleccionadora, sin repartir dinero, sin dádivas, nuestro país decidió cambiar; 30 millones de mexicanos respaldaron a conciencia la necesidad de transformar la patria.
En el proceso que se avecina en el 2021 EL PAN Y EL CIRCO se harán presentes, los privilegiados del PRIANRD buscarán convencerte con falsedades, con espectáculos, con comediantes, con falsos afectos y con su doble moral de regresar al pasado donde sus fueros y negocios al amparo del poder público les arrojaban a ellos y sus familias, enormes ganancias. Quieren a toda costa desterrar de palacio nacional, a un mexicano ejemplar, su objetivo es ganar la mayoría en la Cámara de Diputados, les interesa el presupuesto, no el bienestar, ni Ciro ni López Dóriga nos representan, fuera máscaras; ellos son solo más circo y más engaño.
