/ jueves 16 de septiembre de 2021

Reflexiones del profe Guerre | Nuevos gobiernos... el arranque

Mi abuelo, hombre sencillo del campo, tenía una frase para cuando una persona se emocionaba con algún proyecto o encargo, esas palabras resuenan en mi memoria desde entonces y hoy se hacen presentes: “mira éste! tiene arranque de caballo fino; ojalá no vaya a tener salida de burro viejo ”.

Muchas expectativas generaron en la semana tanto el gobierno estatal como las autoridades municipales al empezar sus responsabilidades. La gobernadora Maru Campos fue a Ciudad Juárez en busca de aceptación ya que allá no le fue nada bien en la elección, en su toma de protesta ofreció a los juarenses su apoyo incondicional… y lo primero que hizo fue desairar el acto político del presidente Cruz Pérez Cuéllar, por cierto que el pasado viernes 10 el acto del senador ahora en funciones de presidente municipal, estuvo muy concurrido y contó con presencia de personalidades de primer nivel estatal y nacional en los ámbitos de la política, la economía, el deporte, las organizaciones sociales, y hasta del mundo del espectáculo.

En su discurso Pérez Cuéllar ofreció trabajo, honestidad, austeridad y más trabajo, para sacar del “bache” (literal) en que se encuentra como diría Juan Gabriel: la frontera más bella del mundo.

Acá en nuestro terruño, el alcalde, ya con la banda presidencial en el pecho, puso de inmediato en marcha obras como la vialidad del Tecnológico, los baños en la explanada donde se instala el tianguis de la PRI (por cierto, ahí le saltó la grilla por el manejo de las cuotas, donde se involucró a una regidora) además de otros arranques que le heredó el patrón antes de irse, para mantener el control del negocio.

Ustedes y yo queridos lectores, debemos convertirnos en vigilantes de las obras arrancadas y prometidas, exigiéndole a César Peña que voltee a ver las obras inconclusas que por caprichos políticos están tiradas, abandonadas y desperdiciadas desde hace cinco años.

Una buena gestión ante el gobierno federal le daría buenos resultados para por ejemplo: terminar el Teatro de la Ciudad, iniciar el teleférico, rescatar el polideportivo y echarlo a jalar. Estas obras lo legitimarían y de paso harían que la gente deje de pensar que sólo es una figura decorativa impuesta por su antecesor. Parral necesita un teatro, la ciudad fue nombrada “Capital Cultural del Estado” y con la instalación que tenemos en el centro, sólo somos la burla, de tal forma que no dejan de referirse a Parral como un rancho…

Apostarle al turismo requiere de inversiones e instalaciones como el teleférico y la urgente reparación y mantenimiento del “malacate” en la mina, recobrar el carnaval y las Jornadas Villistas Culturales con sus caravanas artísticas y sus talleres.

El entusiasmo de los primeros días debe ser comedido y ajustarse a los presupuestos con sus licitaciones de ley. Que las obras se cumplan, que se gobierne para todos y los servicios de la ciudad sean de calidad.

Lo mismo va para gobierno del estado, la gobernadora se ve más preocupada por perdonar y regresar el botín a los vulgares ladrones del sexenio duartista que ya preparan sendas demandas para recuperar sus mal habidas fortunas. Por lo pronto hay que darles el beneficio de la duda y esperar como se acostumbra, que pasen los primeros 100 días para saber “de qué color pinta el azul y de qué lado masca la iguana” no vaya a pasar lo que el abuelo decía “arranque de caballo fino y salida de burro viejo”.

Profesor Guerrero Rodríguez Villalobos

Mi abuelo, hombre sencillo del campo, tenía una frase para cuando una persona se emocionaba con algún proyecto o encargo, esas palabras resuenan en mi memoria desde entonces y hoy se hacen presentes: “mira éste! tiene arranque de caballo fino; ojalá no vaya a tener salida de burro viejo ”.

Muchas expectativas generaron en la semana tanto el gobierno estatal como las autoridades municipales al empezar sus responsabilidades. La gobernadora Maru Campos fue a Ciudad Juárez en busca de aceptación ya que allá no le fue nada bien en la elección, en su toma de protesta ofreció a los juarenses su apoyo incondicional… y lo primero que hizo fue desairar el acto político del presidente Cruz Pérez Cuéllar, por cierto que el pasado viernes 10 el acto del senador ahora en funciones de presidente municipal, estuvo muy concurrido y contó con presencia de personalidades de primer nivel estatal y nacional en los ámbitos de la política, la economía, el deporte, las organizaciones sociales, y hasta del mundo del espectáculo.

En su discurso Pérez Cuéllar ofreció trabajo, honestidad, austeridad y más trabajo, para sacar del “bache” (literal) en que se encuentra como diría Juan Gabriel: la frontera más bella del mundo.

Acá en nuestro terruño, el alcalde, ya con la banda presidencial en el pecho, puso de inmediato en marcha obras como la vialidad del Tecnológico, los baños en la explanada donde se instala el tianguis de la PRI (por cierto, ahí le saltó la grilla por el manejo de las cuotas, donde se involucró a una regidora) además de otros arranques que le heredó el patrón antes de irse, para mantener el control del negocio.

Ustedes y yo queridos lectores, debemos convertirnos en vigilantes de las obras arrancadas y prometidas, exigiéndole a César Peña que voltee a ver las obras inconclusas que por caprichos políticos están tiradas, abandonadas y desperdiciadas desde hace cinco años.

Una buena gestión ante el gobierno federal le daría buenos resultados para por ejemplo: terminar el Teatro de la Ciudad, iniciar el teleférico, rescatar el polideportivo y echarlo a jalar. Estas obras lo legitimarían y de paso harían que la gente deje de pensar que sólo es una figura decorativa impuesta por su antecesor. Parral necesita un teatro, la ciudad fue nombrada “Capital Cultural del Estado” y con la instalación que tenemos en el centro, sólo somos la burla, de tal forma que no dejan de referirse a Parral como un rancho…

Apostarle al turismo requiere de inversiones e instalaciones como el teleférico y la urgente reparación y mantenimiento del “malacate” en la mina, recobrar el carnaval y las Jornadas Villistas Culturales con sus caravanas artísticas y sus talleres.

El entusiasmo de los primeros días debe ser comedido y ajustarse a los presupuestos con sus licitaciones de ley. Que las obras se cumplan, que se gobierne para todos y los servicios de la ciudad sean de calidad.

Lo mismo va para gobierno del estado, la gobernadora se ve más preocupada por perdonar y regresar el botín a los vulgares ladrones del sexenio duartista que ya preparan sendas demandas para recuperar sus mal habidas fortunas. Por lo pronto hay que darles el beneficio de la duda y esperar como se acostumbra, que pasen los primeros 100 días para saber “de qué color pinta el azul y de qué lado masca la iguana” no vaya a pasar lo que el abuelo decía “arranque de caballo fino y salida de burro viejo”.

Profesor Guerrero Rodríguez Villalobos